
Sin prisa, pero sin pausa, Javier Milei avanza en su armado de cara a 2023. Está en la natural etapa de buscar aliados en las diferentes provincias. En lo que refiere a Mendoza, avanza junto al Partido Demócrata.
No es sencillo: algunos lo quieren al libertario, pero otros lo miran con desconfianza. La trama la revela este domingo Robertino Sánchez Flecha en el portal Infobae:
Por estas horas, hay un dato de suma relevancia en las huestes de Milei. En mayo, el divulgador de las ideas de Murray Rothbard selló un acuerdo con el Partido Demócrata, para que sea el sostén institucional de su candidatura presidencial.
Es cierto que hay otros sellos que ortbitan la coalición libertaria, como Unite (de José Bonacci), el Renovador Federal (liderado por José María Videla Sánenz, el legislador mendocino amigo de Joaquín De La Torre), o la Unión Celeste y Blanca. Sin embargo, la de los Demócratas es la estructura por la que tiene predilección el equipo de Kikuchi.
Ese partido tendrá elecciones el 9 de diciembre para renovar sus autoridades. El mendicidad Carlos Balter es el actual presidente y ya manifestó que, de momento, no pretende otro mandato. Por su carta orgánica, las elecciones en el PD son indirectas.
Es decir, cada provincia envía a dos delegados a la Junta de gobierno y a tres a la Convención Nacional. Entre los delegados surgirán las autoridades del partido. El 22 de noviembre es la fecha en la que tienen que estar los delegados seleccionados.
El PD tiene reconocimiento nacional en Córdoba, Chaco, San Luis, Mendoza, CABA y provincia de Buenos Aires. De momento, Alberto Arancibia Rodríguez, dirigente de San Luis, es uno de los que emerge como candidato a suceder a Balter. Sin embargo, hay un enigma: ¿Qué hará Victoria Villarruel?
La diputada nacional libertaria fue electa presidenta del PD de la provincia de Buenos Aires el 15 de julio. Desde entonces, se mueve en territorio bonaerense de cara a 2023. La provincia elegirá gobernador y senadores nacionales el año que viene. Si bien públicamente se muestra cauta, recorre semanalmente el conurbano y algunos distritos del interior.
Guillermo Montenegro, jefe del despacho de Villarruel y vicepresidente del PD bonaerense, es su principal armador político. Se trata de un ex dirigente del PRO, que hasta 2019 fue asesor de un diputado nacional del partido amarillo. Aunque todavía no hay nada definido, en el PD no descartan que la diputada nacional aspire a buscar la presidencia del partido nacional.
La otra facción Demócrata que teje redes en la provincia de Buenos Aires es la que lidera Guillermo MacLoughlin, secretario general del partido nacional. La del dirigente de apellido irlandés es una línea paralela a la de Villarruel – Montenegro, y actualmente tiene ciertos vasos comunicantes con el armado que lidera Sebastián Pareja, operador bonaerense que responde a Kikuchi.
Si bien Villarruel mantiene una excelente relación con Milei, su posicionamiento en la provincia es visto con especial cautela por parte del equipo de Kikuchi. La estrategia de la abogada generó molestia en algunos sectores libertarios. “Se cortó sola”, renegó un puntero liberal del conurbano.
La elección en el partido Demócrata es clave. Pese a que el apoyo a la candidatura de Milei no está en cuestionamiento entre los demócratas, lo cierto es que según quién conduzca el partido, la relación de fuerzas puede cambiar: con el eventual liderazgo de una figura política nacional como Villarruel, los demócratas pueden sumar volumen político, algo que cotiza al alza cuando llegan los cierres de lista.
Todavía falta un mes para las definiciones. De la elección en el Partido Demócrata se desprenderán otros acuerdos subnacionales que pueden ser determinantes para la estrategia electoral de Milei.
Fuente Mendoza Today