A dos semanas de las elecciones, las encuestas muestran una carrera electoral muy reñida entre el líder de la oposición, Benjamin Netanyahu, y el primer ministro en funciones, Yair Lapid.
Se trata de un panorama que parece prolongar la parálisis política que aqueja al país desde 2019.
Netanyahu y su bloque religioso de derecha no alcanzan la mayoría con solo 60 escaños para una Knéset (Parlamento) de 120, según la última encuesta electoral de la cadena pública Kan. Otro sondeo del Canal 12, solo otorga 59 escaños al bloque pro-Netanyahu.
En ambos sondeos, el partido Likud de Netanyahu se posiciona como el más votado, con 31 (Kan) y 30 escaños (Canal 12).
Ambas cadenas también coincidieron en que el partido centrista Yesh Atid de Lapid obtendría 25 escaños, la mayor subida desde que se convocaron elecciones a finales de junio, cuando la formación solo aspiraba 19 diputados.
Pese a esa subida, no está claro si Lapid alcanzará a formar un gobierno, pues su bloque de aliados actual suma sólo 56 escaños según Kan, y 57 según Canal 12, y dependerá de los escaños que logren los partidos árabes y si consigue su apoyo.
Las elecciones del 1 de noviembre, las quintas en tres años y medio, están de nuevo marcadas por el retorno o no al poder de Netanyahu: el bloque que apoya al ex primer ministro (Likud, partidos ultraortodoxos y formaciones enmarcadas en el llamado sionismo religioso) se enfrenta a una amalgama muy heterogénea de partidos de izquierda y derecha, liderada por Lapid, unidos casi únicamente por su deseo de apartarlo del poder.
Los israelíes deben acudir a las urnas luego que el ex primer ministro Naftali Bennett y su socio de gobierno, Lapid, decidieron disolver la Knéset en junio tras solo un año tras perder su ajustada mayoría parlamentaria, adelantando los comicios ante la endémica inestabilidad y polarización política, que provocaron la parálisis del Ejecutivo.
La actual carrera electoral está también marcada por el auge de la extrema derecha, con el partido Sionismo Religioso (pro Netanyahu) posicionándose como el tercer partido más grande, con 14 escaños, según Kan y Canal 12.
Paradójicamente, esta alianza entre el extremista Bezalel Smotrich, el controvertido racista y antiárabe Itamar Ben Gvir, y la facción anti-LGBT Noam, ha ido ganando terreno en las encuestas a costa del Likud de Netanyahu.
Según los reportes, Netanyahu -quien estuvo en el poder más de 15 años- supuestamente se negó el lunes a compartir escenario con Ben Gvir durante un evento, para evitar ser fotografiado con él aunque necesita a su apoyo en las negociaciones para formar gobierno.
Además de Lapid, en el bloque anti-Netanyahu también se disputa el poder Benny Gantz, ex jefe del Estado Mayor de las Fuerzas de Defensa de Israel y ministro de Defensa en sucesivos Ejecutivos, pero los analistas no le dan muchas esperanzas de formar una coalición de peso.
La alianza predominantemente árabe Hadash-Tal, que no está alineada con ninguno de los dos bloques, obtuvo cuatro escaños en ambas encuestas, al igual que el islamista Ram.
El sondeo del Canal 12, realizada por el encuestador Manu Geva, incluyó a 510 entrevistados y tuvo un margen de error del 4,4%; mientras que el de de Kan sumó 651 encuestados con un margen de error del 3,8%.EFE y Aurora
Fuente Aurora