CDMX, México. – En las últimas seis décadas, el Gobierno cubano ha permitido la visita de seis relatores especiales de la Comisión y el Consejo de Derechos Humanos. Estos han sido: el relator sobre la utilización de los mercenarios (1999), el relator contra la violencia hacia las mujeres (1999), el relator sobre alimentación (2007), la relatora sobre la trata de personas (2017) y la relatora sobre la cooperación internacional (2017).
Sin embargo, los relatores invitados no pudieron realizar sus funciones de observación e inspección; de ahí que los informes hayan sido imprecisos y pobres, o abiertamente falsos, porque el régimen de La Habana permite solo “visitas dirigidas”, las cuales ocultan todas las violaciones de derechos humanos que aplica la dictadura contra los ciudadanos, y aportan datos fabricados a puertas cerradas por los funcionarios del Gobierno.
Así, el relator sobre la violencia contra la mujer en Cuba no pudo constatar la ausencia de refugios para las mujeres y sus hijos golpeados; tampoco pudo comprobar que aún hoy los feminicidios no figuran como delito en el Código Penal, y se siguen produciendo.
No descubrió el relator la violencia obstétrica en Cuba, ni las tasas recientes de muertes por feminicidio, que fueron al menos 34 en el año 2021, y 25 hasta septiembre de 2022. Hasta hoy la dictadura esconde el número de presas políticas en la Isla, que según el último informe de Prisoners Defenders, publicado en septiembre pasado, asciende a 177.
No se entiende la visita de un relator sobre mercenarismo en Cuba cuando la dictadura no ha contratado empresas privadas para comprar mercenarios para sus fines, que son las acciones investigadas por esta Relatoría.
Al régimen le han bastado sus órganos represivos: Ministerio de las Fuerzas Armadas (MINFAR) y Ministerio del Interior (MININT), para enviar cubanos a pelear en Angola u otros países, muchos de ellos jóvenes del Servicio Militar Activo (obligatorio), reclutados de manera forzosa.
Por su parte, el relator sobre la alimentación, Jean Ziegler, no pudo observar que es la política fallida económica del régimen la que produce la inseguridad alimentaria que abruma a la población desde hace más de 30 años. Es una política expresa la importación centralizada de alimentos, práctica que no permite producir en el territorio nacional por la prohibición a la propiedad privada, la producción y el comercio libres.
La relatora sobre la trata de personas, en especial de mujeres y niños, en su “visita dirigida” de 2017, no recibió información sobre la trata de médicos cubanos como trabajo forzoso y esclavitud moderna; pero tres años después lo reconoció en informe conjunto: “Las condiciones de trabajo reportadas podrían elevarse a trabajo forzoso, según los indicadores de trabajo forzoso establecidos por la Organización Internacional del Trabajo. El trabajo forzoso constituye una forma contemporánea de esclavitud”. Así reza el documento firmado por Urmila Bhoola, Relatora Especial sobre las formas contemporáneas de la esclavitud, incluidas sus causas y consecuencias; y Maria Grazia Giammarinaro, relatora especial sobre la trata de personas, especialmente mujeres y niños.
Sin embargo, la relatora independiente sobre la colaboración internacional, Virginia Dandan, que visitó Cuba en 2017, no se enteró de la trata de personas y la esclavitud moderna de los médicos cubanos. El régimen cubano le hizo la “visita dirigida” habitual, y le aportó datos falsos sobre las condiciones de trabajo de los médicos cubanos en misiones internacionales.
Otros relatores de la ONU no han sido invitados por el régimen cubano. Manfred Nowak expresó su profunda decepción después de ser informado por el Gobierno de Cuba de que no podía convenir una fecha para la misión de investigación al país antes del final de su mandato, el 30 de octubre de 2010.
“Lamento que, a pesar de su invitación, el Gobierno de Cuba no me haya permitido evaluar objetivamente la situación en el país mediante la obtención de información de primera mano de todas las fuentes disponibles”, dijo el experto de la ONU.
“El Gobierno de Cuba extendió una invitación al relator especial en febrero de 2009 para que realizase una misión de investigación en el país antes de final del año. Sin embargo, a pesar de varios intentos por parte del Sr. Nowak de proponer fechas que conviniesen a ambas partes, no se alcanzó un acuerdo con el Gobierno”, señaló.
Hasta hoy el régimen cubano no ha permitido al relator sobre la tortura visitar Cuba, siendo la Isla un estado parte de la Convención contra la Tortura desde 2009.
Tampoco han sido invitados los relatores sobre la libertad de expresión, de reunión y asociación; los relatores sobre los defensores de derechos humanos; o los relatores sobre los derechos de manifestación pacífica. La dictadura se ha negado a ratificar el Pacto de Derechos Civiles y Políticos de la ONU y sus protocolos facultativos. Tampoco ha ratificado el Pacto de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, ni sus protocolos facultativos, desde su firma en 2008.
La relatora especial de la ONU Mary Lawlor, sobre la situación de los defensores de los derechos humanos, envió una carta al Gobierno cubano el 10 de marzo de 2021. En ella señaló:
“Los arrestos periódicos contra las personas defensoras de los derechos humanos en la isla, la falta de acceso a representación legal durante las detenciones y la vigilancia ejercida por agentes del Departamento de Seguridad del Estado son contrarias al derecho internacional y deben cesar”.
“Las personas defensoras de los derechos humanos en Cuba son objeto de ataques frecuentemente y sufren limitaciones a su libertad de movimiento debido a lo que parece ser un entramado de inteligencia que comienza con el uso indebido del derecho penal y termina con el acoso diario de las autoridades”.
¿Seguirá permitiendo la ONU la ausencia de invitación permanente del Gobierno cubano a los relatores y procedimientos especiales de dicha organización? Cuba es fundadora de la ONU desde 1945; sin embargo, mantiene la prohibición de ser inspeccionada por sus mecanismos de control. Las seis “visitas dirigidas” que ha permitido en los últimos 63 años son un fraude abierto a las Naciones Unidas.
Nota 1: Los protocolos facultativos son los reglamentos de aplicación de los derechos humanos consensuados en Naciones Unidas.
Nota 2: Los relatores especiales (una persona) y los procedimientos especiales (cinco personas) son los mecanismos de control de Naciones Unidas sobre los derechos humanos.
Nota 3: Primero existió la Comisión de Derechos Humanos de la ONU. A partir de 2006 se creó el Consejo de Derechos Humanos de la ONU. Por eso en la nota se incluyen los dos períodos.
ARTÍCULO DE OPINIÓN
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Fuente Cubanet.org