El proyecto del ministro Sergio Massa finalmente encontró la aprobación en el recinto legislativo con el apoyo del radicalismo. A pesar de ser un año electoral, Massa proyecta cumplir con las metas fiscales del Fondo.
A pesar de haber pisado firme como oposición el año pasado cuando rechazaron el presupuesto de Martín Guzmán, este año Juntos por el Cambio fue fundamental en la aprobación del Presupuesto 2023, presentado por el ministro de Economía Sergio Massa.
Este miércoles a la madrugada, Juntos por el Cambio no solo dio el quórum que el Frente de Todos no podría haber conseguido por su propia cuenta, si no que decenas de diputados radicales votaron a favor del proyecto ultra-kirchnerista.
El dictámen contó con el respaldo de un total de 180 votos afirmativos en el recinto legislativo, frente a 22 votos negativos y unas 49 abstenciones. Los bloques de la UCR y Evolución Radical respaldaron de forma mayoritaria la ley de Massa, mientras que el PRO decidió mayormente por la abstención cómplice y los liberales y la CC ARI marcaron una férrea oposición.
El esquema diseñado por Massa preserva todos los lineamientos fundamentales de la política económica actual: las retenciones, el proteccionismo industrial, los impuestos más altos del mundo (incluso aumentando los existentes y creando nuevos), el gasto público insostenible y el enorme déficit fiscal. Como de costumbre, el nuevo Presupuesto deposita el grueso del esfuerzo fiscal a la sociedad y no al Estado.
Las claves del Presupuesto 2023
Metas con el Fondo Monetario Internacional
El presupuesto reconoce el camino fiscal trazado desde enero de 2021, y se compromete a respetar las metas trimestrales fijadas con el FMI. En particular, se busca llevar el déficit primario del 2,5% del PBI esperado para diciembre de 2022 al 1,9% en diciembre del año próximo. Un cambio ínfimo pero lo suficiente para mantener el acuerdo con el Fondo Monetario.
Dada la factura creciente de los intereses de la deuda pública a partir del tercer trimestre de este año, el rojo financiero podría verse inalterado y fijado en torno al 4% del PBI para 2023. No se anunció ni se fijó ningún tipo de medida o remedio para la explosión de deuda pública del Banco Central.
Se buscará adecuar el crecimiento de la recaudación tributaria nacional y el gasto público a los efectos de cumplir con las condiciones mínimas establecidas por el acuerdo con el FMI. El grueso del ajuste pautado tendrá lugar a partir de 2024.
Deuda Pública
Acorde a las proyecciones presupuestarias del esquema aprobado en la Cámara de Diputados, la colocación de deuda pública en pesos con bancos locales tendrá una fuerte participación en la financiación del desequilibrio fiscal.
El acuerdo con el FMI supone la refinanciación de la deuda externa, y la incorporación de Massa al equipo económico pretende destrabar una serie de créditos en moneda extranjera en beneficio del oficialismo. Sin embargo, la principal apuesta será el endeudamiento interno para reemplazar a la mayor cantidad de emisión monetaria que sea posible.
El diputado José Luis Espert estima que la deuda pública total crecerá en menos de 25.000 millones de dólares (convirtiendo pesos al tipo de cambio oficial) en consecuencia del presupuesto kirchnerista y los desequilibrios fiscales que conlleva.
Inflación proyectada
Probablemente la medida más polémica y execrable del presupuesto kirchnerista sea la pobre estimación de la tasa de inflación interanual prevista para diciembre de 2023. El Presupuesto 2023 espera que los precios acumulen un aumento anual del 60%, 40 puntos por debajo de lo que se proyecta para el término de este año.
No existen mayores fundamentos macroeconómicos y técnicos para respaldar una proyección semejante de la tasa de inflación, en ausencia de un plan de estabilización. La proyección del kirchnerismo fue duramente criticada por ser ridículamente optimista y prácticamente imposible de cumplir.
Impuestos
El Presupuesto 2023 contempla el lanzamiento de una “Tasa de Seguridad de la Aviación” aplicada sobre los pasajes en avión nacionales e internacionales. Asimismo, se eliminó la exención impositiva para el pago del impuesto a las Ganancias por parte del poder judicial.
La generalización del impuesto a las Ganancias por estos conceptos esperan añadir una recaudación adicional por un monto de hasta $237.000 millones para el 2023. Aún así, el Gobierno también contempló regímenes especiales y asignados a discreción.
Los asalariados en el mercado del transporte de camiones podrán descontar a cuenta del pago del impuesto a las Ganancias aquellos gastos vinculados al viático, los premios y la comida. Este beneficio no siempre se percibe en otras áreas con características similares, y fue dispuesto a discreción.
Esta vez para la totalidad de los contribuyentes, se incluye la posibilidad de descontar hasta el 40% de los gastos en educación a modo de deducción en el impuesto a las Ganancias.
Fuente Derecha a Diario