Se registra la inflación interanual más grande desde el comienzo de las series estadísticas para la eurozona. Los alimentos subieron un 13,1% y la energía casi 42% contra 2021. Las preocupantes declaraciones de la presidente del Banco Central Europeo desalientan la confianza.
La agencia de estadística de la Unión Europea, Eurostat, confirmó que el índice general de precios minoristas acumuló un aumento interanual de hasta el 10,7% al término del mes de octubre, para los 19 países que utilizan al Euro como moneda de curso legal.
Se trata de la variación alcista más violenta de la cual se tenga algún tipo de registro, al menos desde el comienzo de las series estadísticas de la eurozona comenzadas en el año 1997. Se registró una aceleración con respecto al 9,9% interanual acumulado para el mes anterior.
El precio promedio de los alimentos y bebidas, incluyendo el alcohol y el tabaco, marcaron una suba interanual de hasta el 13,1% en octubre, en comparación al mismo mes del año 2021. Asimismo, los precios de la energía se dispararon un 41,9% en el mismo periodo.
La tasa de política monetaria de los bonos de corto plazo del Banco Central Europeo (BCE) aumentó hasta el 2% nominal anual desde octubre, aún permanece muy por debajo del nivel de la inflación y es negativa en términos reales. La respuesta de la autoridad monetaria fue excesivamente permisiva, y no centralizó sus esfuerzos en contener el nivel de precios al tener en cuenta otras variables como el nivel de actividad.
La presidente del BCE Christine Lagarde asegura que la prioridad es la lucha contra la inflación, pero sus declaraciones despertaron resiliencia en los mercados. Lagarde asegura que la inflación “llegó de la nada” a partir de 2021, en lugar de asumir las responsabilidad por los fuertes estímulos monetarios que debieron auxiliar las políticas fiscales expansivas.
Hacia el 2020 la oferta monetaria de la eurozona tuvo el crecimiento más pronunciado desde la conformación del euro en 1998, y fue casi el triple de la expansión que se permitió durante la crisis financiera internacional.
La oferta sobre el agregado M2, que considera la base monetaria, los depósitos a la vista y los depósitos a plazo fijo, creció a razón del 12% interanual en 2020 y para el 2022 la tasa de crecimiento solo se moderó al 6%. Esta última cifra más moderada es incluso similar al crecimiento máximo permitido por el expresidente del BCE, Mario Draghi, en el año 2015.
Lejos de llegar de la nada, la inflación responde al desequilibrio monetario que debió ser permitido para financiar los importantes paquetes de estímulo fiscal desplegados desde la pandemia en 2020.
Fuente Derecha a Diario