HARRISONBURG, Estados Unidos. — Con el objetivo de estimular a los productores, hace algo más de un año la dictadura aumentó el precio de compra del café. Con ello pretendía lograr un aumento de la producción e impedir la comercialización ilícita del grano, pero los efectos no se hicieron esperar en las empresas procesadoras.
Recientemente, también se anunció un aumento del precio minorista del café mezclado. Así ha ocurrido siempre en Cuba, pues los precios de los productos se fijan caprichosamente dentro de una obtusa estructura económica donde oferta y demanda no juegan su papel, y cuando parecen hacerlo enseguida interviene el Estado.
Lejos de analizar las causas reales que provocan el reiterado decrecimiento de la producción agrícola cubana —entre ella la cafetalera—, los comunistas continúan empeñados en la adopción de medidas que acaban convirtiéndose en un bumerán contra el pueblo y sus propias empresas. Se trata de un método que, pese a su probada ineficacia, continúa usándose sin importar las consecuencias económicas, pues, en definitiva, la nuestra es una economía de subsistencia y quien se atreva a protestar por la extrema pobreza, los precios abusivos o las carencias, tendrá asegurado un prolongado hospedaje en alguna de las numerosas cárceles del gulag caribeño.
Buscando información en la prensa oficialista
Cubadebate —la gruta de los talibanes del castrismo— ha publicado un artículo que, a pesar de los guiños esperanzadores de los periodistas, muestra la magnitud del problema. Se trata de “Otra fórmula para endulzar el amargo sabor del café”, publicado el 24 de agosto pasado bajo la autoría de Joel Mayor Lorán y Otoniel Márquez, en el cual pueden apreciarse las consecuencias que el aumento de precio de compra del café a los productores provocó en las empresas acopiadoras “Eladio Machín”, de Cienfuegos; “Asdrúbal López”, de Guantánamo, y “Luis Bocourt”, de Artemisa.
La declaración ofrecida por Carlos Espinosa Piedra, director de la procesadora de Artemisa, es harto elocuente: “Con el fin de acopiar todo el grano, el Estado subió el precio de compra a los productores sin tener en cuenta la cadena de valores del café, el cual requiere un proceso de tratamiento. Así que en 2021 compramos la tonelada de café arábico a 149 000 pesos y la vendimos a 71 939; la Robusta a más de 83 000 y percibimos 46 200 por su venta. Debido a la notable diferencia de precios en la compra y venta, las pérdidas del año pasado ascendieron a más de nueve millones de pesos”.
Lo significativamente paradójico —que los periodistas califican como “curioso”— es que si las empresas aumentan sus compras de grano y la elaboración del producto, las pérdidas también aumentarán. En la empresa cienfueguera también hubo desventajas, aunque menores. El mayor descalabro económico ocurrió en la empresa guantanamera, donde las pérdidas ascendieron a 186 297 000 pesos.
Debido a esta situación, el Ministerio de Finanzas y Precios aprobó al Grupo Agroforestal (GAF) del Ministerio de la Agricultura, un subsidio ascendente a 419 millones de pesos, según declaró Elexis Legrá Calderín, director de Café, Cacao y Coco del GAF. El funcionario precisó, además, que, a pesar del subsidio, las empresas procesadoras continuarían teniendo pérdidas, lo cual seguirá perjudicando a los trabajadores, pues no podrán tener aumentos de salarios, pagos diferenciados ni distribución de utilidades.
Otra consecuencia de la medida ha sido que las empresas procesadoras se han visto obligadas a diversificar su producción para paliar las pérdidas, y han destinado parte de su fuerza laboral a la cosecha de café, la producción de carbón vegetal, el desmoche de palmiche y hasta la recogida y venta de yaguas.
Lo cierto es que desde que Raúl Castro se refiriera, hace más de seis años, a que enseñamos a los vietnamitas a sembrar café y ahora ellos vienen a Cuba a asesorar, la producción nacional de café no ha hecho más que decrecer, como ocurre con la de azúcar, el tabaco y la ganadería. Obviamente, eso repercute en el pueblo.
Otros fuetazos contra Liborio
Tras haberse comercializado café puro en las bodegas durante algunos meses, el propio Raúl Castro se encargó de informar que volveríamos a tomar café mezclado como consecuencia del declive de la producción cafetalera, y así ocurrió. La felicidad en casa del pobre dura poco, dice un conocido refrán.
A pesar de ser un producto nacional, en las tiendas recaudadoras de divisas el café de las marcas Serrano, Cubita, Turquino, Arriero y Regil se vende a precios exorbitantes. En una ocasión, durante una visita a una tienda guantanamera, comprobé que resultaba más barato comprar un café de importación que uno de producción nacional. Y conste que el café importado era excelente.
Ahora, el Ministerio de Comercio Interior ha informado que a partir del 1ro de noviembre el precio del café mezclado de la marca “Hola” —50% de chícharo y 50% de café, supuestamente— aumentará de ocho a once pesos.
Según el comunicado de prensa publicado por Cubadebate el 25 de octubre de 2022, la medida fue adoptada el pasado 31 de agosto debido al “incremento notable y sostenido de los precios en el mercado internacional de insumos y materias primas para la producción agroalimentaria, que incluye el café, un cultivo que en sus procesos productivo, industrial y de torrefacción, tiene altos costos y para el cual se ha diseñado un Programa de Desarrollo que permita mayor eficacia en su producción y torrefacción”.
Quien lea detenidamente esa parte del comunicado podrá notar que la nota hace mutis en cuanto al aumento del precio de compra del grano a los productores, hecho que, como se ha visto, es la causa fundamental de las pérdidas sufridas por las empresas procesadoras. También colegirá que una parte del café que se mezcla con el chícharo se compra en el extranjero y probablemente se trate de un producto de menor calidad que el nacional, por ende, más barato.
En cuanto al mencionado Programa de Desarrollo, ya sabemos que ninguno de los diputados a la Asamblea Nacional del Poder Popular pedirá cuentas por su ejecución. Mientras tanto, Liborio tendrá que seguir tomando café mezclado, si acaso.
ARTÍCULO DE OPINIÓN
Las opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de quien las emite y no necesariamente representan la opinión de CubaNet.
Recibe la información de CubaNet en tu celular a través de WhatsApp. Envíanos un mensaje con la palabra “CUBA” al teléfono +525545038831, también puedes suscribirte a nuestro boletín electrónico dando click aquí.
Fuente Cubanet.org