Hospital sin presupuesto, drogas en en ascenso y sin control, mas habilitaciones truchas, son la constante en San Miguel.
Gran dolor por la muerte de Santino Godoy: había llegado con fiebre al hospital y su familia denuncia mala praxis. En el territorio de Joaquín de la Torre y Jaime Méndez, el hospital Larcade padece déficit de profesionales y suministros hace años.
Las protestas son permanentes y muchos profesionales de años abandonaron el hospital. Hoy se contrata profesionales con poca experiencia y muchos extranjeros.
El fatal desenlace conmueve a todo San Miguel. Hacia un mes el nene había protagonizado “Activá abrazos”, una campaña de vacunación contra el sarampión, rubéola, paperas y polio promovida por el Ministerio de Salud de la Nación. Su carita hoy está en todos los centros de salud públicos.
En medio del dolor, Agustina Blanco, la mamá de Santino, habló con TN y dio detalles de cómo fue atendido en el hospital y porqué denuncia mala praxis. “Yo lo llevo porque empezó con fiebre y me dicen que tenia un cuadro de laringitis que era viral”, detalló. A las dos horas le dieron el alta y pudieron regresar a su casa pero la temperatura nunca bajó.
“Ese mismo día volvimos porque Santi seguía con mucha fiebre y empezó con vómitos. Vomitaba el remedio y no quería comer”, explicó. En ese contexto lo atendió otra médica y le inyectaron reliveran explicándole que si a la hora el nene se encontraba mejor, podían retirarse.
Sin embargo, su situación no mejoró y volvió a vomitar. Ahí decidieron realizarle análisis de orina y colocarle un suero. “Nos dan los resultados y nos dicen que no tenía infección urinaria. Como él ya tenia la vía puesta les pedí un análisis de sangre y me dijeron que no, que seguramente era una gastroenterocolitis que cuando terminaran de pasarle el suero nos podíamos ir”, explicó Agustina.
A las dos horas volvieron a darle el alta, pero la situación de Santino era cada vez peor. Su mamá volvió a llevarlo al hospital porque saturaba mal. “Le dije a la doctora que estaba muy débil, pero no me escuchó y me dijo que tenía broncoespasmos, que me quede tranquila que seguro una meningitis no era”, detalló.
“Le dije: ‘si acá ves algo en Santino que no se puede hacer, decime que me están esperando afuera para ir al Hospital de Niños porque lo veo muy mal”, contó. Pero la médica insistió en que se quede y le dio la orden para que le hagan una serie de oxígeno y puff durante una hora. “Estuve esperando diez minutos, yo tuve que ir a buscar a la enfermera que tenia el papel enfrente de ella, le pedí que por favor venga a ponérselo. Estuvimos una hora con Santi y empezó delirar porque me pedía que lo acueste en su cama, que lo lleve al sillón, se sacaba la mascarita de oxigeno para darme besos”, explicó Agustina en un desgarrador relato.
La doctora volvió a atenderlo. “Me dijo que iba a repetir el oxígeno pero Santi empezó a desvanecerse en mis brazos”, relató y añadió: “Lo llevé yo corriendo al shock de enfermería, no lo habían llevado ni a terapia. Intentaron reanimarlo una hora y media pero no pudieron”, lamentó la mujer, quien denunció que tampoco querían que realice la autopsia. Finalmente lograron hacerla y el resultado arrojó que la causa de la muerte era una neumonía bilateral.
“Me decían que estaba débil porque venía sin comer y por los vómitos, pero Santi tenía otra cosa. Me dijeron que me lo iban a atender y mi hijo se terminó muriendo”, dijo Agustina en medio del dolor.
El pequeño había participado de la campaña de vacunación nacional de sarampión y su cara es la que aparece en los afiches de todos los centros de salud públicos. “Estaba re contento, la habíamos grabado hace mas de un mes y hace dos semanas nos habían pagado. Santi se había comprado sus juguetes, su ropa”, contó Agustina.
La UFI 4 de San Martín investiga el caso tras la denuncia por mala praxis que realizó la madre del pequeño. Familiares y amigos se acercaron hasta la puerta del hospital para reclamar justicia.