El presidente francés, Emmanuel Macron, y el príncipe heredero saudita, Mohamed Bin Salmán, abordaron la seguridad en el golfo Pérsico, en medio de la tensión en esta rica zona petrolera de cara a las protestas populares en Irán.
Macron y Bin Salmán sostuvieron una conversación telefónica en la que «abordaron los problemas y acontecimientos internacionales y de la región y los esfuerzos para reforzar la seguridad y la estabilidad» del golfo, informó la agencia oficial de noticias saudita, SPA.
Añadió que el príncipe saudita, quien ostenta también el cargo de primer ministro, «apreció lo que el presidente Macron expresó sobre el apoyo de Francia a la seguridad y la estabilidad en el región, y su rechazo a las amenazas que socavan la estabilidad de la zona».
La agencia no aportó más detalles sobre la conversación, que se produce en medio de acusaciones implícitas de Teherán contra Arabia Saudita de fomentar las protestas populares que se desarrollan desde hace dos meses en Irán por la muerte de Mahsa Amini, y en las que se pide el fin de la República Islámica.
El jefe de la Guardia Revolucionaria iraní, Hosein Salami, advirtió a principios de mes a Riad de «pagar el precio» si continúa lo que calificó de «injerencia» saudita en los asuntos de Irán.
En ese contexto, los servicios de inteligencia sauditas y estadounidenses han desvelado presuntos planes de Teherán de atacar Arabia Saudita con el fin de desviar la atención de las protestas, según Wall Street Journal.
Arabia Saudita e Irán lideran las ramas suní y chií del islam, respectivamente, y ambos países no tienen relaciones diplomáticas desde 2016. EFE
Fuente Aurora