“Duplicamos las reservas de libre disponibilidad para el Banco Central, que pasa de tener u$s 5.000 millones, producto de la recaudación del dólar soja, a u$s 10.000 millones, producto de la liberación de parte del swap con China”, celebró Sergio Massa en el charter que llevó a la comitiva presidencial de Bali, sede 2022 del G20, a Madrid, en el primer tramo del regreso a la Argentina.
Así, el presidente Alberto Fernández y el ministro de Economía lograron uno de los principales objetivos del viaje: el compromiso de Xi Jinping respecto a la ampliación del uso del swap entre países.
Ese acuerdo de monedas con el Banco Popular chino asciende a u$s 18 millones. Pero no son fondos que se puedan contar dentro de las (menguadas) reservas del Banco Central. En adelante, u$s 5.000 millones de ese monto se contabilizarán como reservas.
Y por lo tanto se podrán utilizar libremente hasta julio del año que viene, ya sea para frenar una corrida cambiaria, para el comercio internacional o pagar importaciones.
Poco antes de volver a Buenos Aires, el ministro de Economía agregó: “Tenemos disponibles, para trabajar en el mercado único libre de cambios, u$s 10.000 millones. Para los sectores productivos de Argentina esto es muy importante porque les permite acceder más rápido al flujo de dólares para lo que son insumos y bienes intermedios importados para la producción en la Argentina”.La otra noticia positiva para el Gobierno provino desde el FMI. Pero la de Kristalina Georgieva fue una promesa más difusa que la realizada el día anterior por Xi Jinping. Massa también se refirió a lo charlado en la bilateral con Georgieva en el hotel Meliá de Bali.
Además, el tigrense destacó: “Es importante haber dejado ya abierta la discusión con el FMI sobre el precio de la guerra y ya establecido que en diciembre se van a discutir los sobrecargos. Porque la Argentina le está pagando al FMI el doble de tasa de interés que, por ejemplo, le paga al BID. Y eso nos resulta absurdo cuando el prestamista, en última instancia, es el Fondo”. Y agregó que “hay que ver cuánto pesa Ucrania en esa discusión, porque un país en guerra se enfrenta al absurdo de que está pagando sobrecargos”.
Ante esa afirmación, El Cronista la consultó a Massa si una respuesta aceptable del FMI sería flexibilizar las metas acordadas para 2023. “La discusión de la prospectiva para 2023 es en diciembre”, respondió el ministro de Economía, dejando abierta esa posibilidad.
Fuente El Cronista