En una reñida elección, donde otros candidatos republicanos fueron ampliamente desfavorecidos por el voto por correo, el sheriff trumpista consiguió ganar la gobernación del estado.
En Nevada, los republicanos hicieron una de sus mejores elecciones en varias décadas. La maquinaria demócrata hizo uso de su masivo esquema de fraude electoral que consiste en el empleo del voto por correo universal pero no pudo frenar la ola roja del candidato de Trump para la gobernación, el sheriff Joe Lombardo.
Lombardo consiguió derrotar al hasta ahora gobernador demócrata del estado Steve Sisolak, un importante aliado de Biden que en 2020 había tomado protagonismo por crear la red de recolección de votos por correo que finalmente le dio la victoria al demócrata por sobre Trump.
A diferencia de otros estados, en Nevada no es ilegal que una persona recolecte votos por correo de otras personas para llevarlos al centro de votación. Esto le permitió a los militantes demócratas recorrer el estado y recolectar cientos de miles de votos de personas que no votarían para luego llevar a las urnas, una suerte de fraude legalizado que en Estados Unidos se llama “ballot harvesting“.
Nevada además tiene otra regla electoral extremadamente propensa al fraude, conocida como “ballot curation“, que significa que funcionarios electorales tienen la potestad de ir a las casas de quienes votaron por correo pero su voto no fue contado por problemas de legibilidad en la boleta, la fecha mal puesta o una firma que no coincide con el padrón, y se le da a la persona la posibilidad de “arreglar” el voto. Estos funcionarios responden al Secretario de Estado y al Gobernador, y en Nevada hace años que están plagados de demócratas.
Es por esto que a pesar de que Lombardo aventajaba a Sisolak por más de 3 puntos porcentuales que se traducen en aproximadamente 30.000 votos, los medios se negaban a darle la victoria al candidato republicano, asegurando que nuevos votos por correo podían llegar o los votos impugnados podrían ser arreglados.
Finalmente, este lunes, Lombardo fue declarado ganador, después de que se supiera que los votos impugnados eran menores a la diferencia entre ambos candidatos. Una victoria que podría marcar el fin de la hegemonía demócrata en Nevada.
Joe Lombardo
Militar de carrera ampliamente condecorado, Lombardo decidió unirse a la fuerza policial en 1988, donde fue escalando posiciones, convirtiéndose así en Sargento en 1996, Teniente en 2001 y finalmente ascendiendo a Capitán en el 2006. Su última promoción ocurrió en 2013, cuando fue nombrado asistente del Sheriff del condado de Clark, el más poblado del estado ya que cubre toda la ciudad de Las Vegas.
Ya en el 2016, debido a su carisma y a su ímprobo comportamiento como oficial de la fuerza, Lombardo decidió presentarse como candidato para ser el nuevo Sheriff de Clark, puesto que logró conseguir fácilmente derrotando a su oponente demócrata por paliza y por el cual fue reelecto para un segundo mandato en el 2019.
En lugar de buscar un tercer término como Sheriff del condado, Lombardo decidió acercarse a la figura del expresidente Donald Trump y en conjunto comenzaron a montar una campaña para destronar a Steve Sisolak del cargo, uno de los gobernadores más repudiados por los votantes por sus draconianas medidas de encierro durante la pandemia.
Ya en abril de este año, faltando meses para las primarias y la elección general, Lombardo había asegurado el respaldo de Trump para su campaña, algo que el candidato consideraba como “crucial” para sus aspiraciones políticas.
“Como Gobernador, Joe protegerá ferozmente nuestra Segunda Enmienda bajo asedio, se opondrá a las Ciudades Santuario, apoyará nuestra aplicación de la ley, vetará cualquier aumento de impuestos demócratas, protegerá la vida y asegurará nuestras elecciones”, dijo en un comunicado que Trump publicó en su red social, Truth Social.
Lombardo basó su campaña en combatir el aumento de la delincuencia ocurrido en el estado durante los dos últimos años, denunciando que la fuerza policial se encontraba con las manos atadas para combatir este flagelo por la limitada financiación que recibía y por los bloqueos de la legislatura controlada por los demócratas.
Pese a encontrarse en un estado bastión de los demócratas, Lombardo no escatimó en presentarse como un candidato abiertamente trumpista, con una óptica provida y como un partidario de que la Policía obtenga un mayor financiamiento para poder para combatir la delincuencia.
Los otros candidatos que respaldó Trump no tuvieron la misma suerte. Se cree que la diferencia con sus rivales fue mucho más cerrada que la que tuvo Lombardo, y las tácticas de “fraude legalizado” le permitieron a los demócratas terminar en la delantera.
En la carrera por el Senado, el republicano Adam Laxalt se encontraba liderando la contienda por más de 20.000 votos hasta que las boletas por correo que supuestamente faltaban por contar comenzaron a favorecer desproporcionadamente a la senadora demócrata Catherine Cortez Masto, que logró retener su banca gracias a este mecanismo fraudulento.
Otro candidato republicano, como el ultra-trumpista Jim Merchant que se presentaba para ser el nuevo Secretario de Estado, cargo importantísimo responsable de manejar el proceso electoral en Nevada, corrió la misma suerte y vio cómo su rival demócrata daba vuelta el resultado en sus elecciones con la llegada de los votos por correo de manera descarada.
Pero la victoria de Lombardo le da 4 años a los republicanos para poner el estado en orden. El sheriff tendrá el mandato de bajar la delincuencia y vetar las delirantes leyes que apruebe la Legislatura demócrata. Si logra esto, podrá reelegir en 2026 con un esfuerzo que permita a los republicanos hacerse con la Secretaría de Estado y poner fin al voto por correo.
Fuente Derecha a Diario