Los 5 errores más comunes de los españoles a la hora de hacer una herencia

Cuando una persona fallece, suele dejar uno o varios herederos. Estos sucesores serán los que reciban los bienes que el individuo tenía en vida, si es que tenía alguno. En caso afirmativo, comienzan una serie de papeleos y gestiones de lo más arduas. Los abogados afirman que los procesos hereditarios son de los que más problemas dan a las familias españolas.

Basta con visitar cualquier foro en internet sobre herencias para leer los cientos de temas sobre disputas y conflictos entre herederos. Muchas veces, estos problemas son provocados por desavenencias entre hermanos o riñas familiares. Pero, en otras ocasiones, los problemas en un proceso de sucesión aparecen porque se cometieron errores en su planificación o por desconocimiento.

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Para evitar la mayoría de conflictos de un proceso hereditario, lo mejor es dejar hecho un testamento. Sin embargo, este es el primer error que los españoles comenten: no se molestan en dejar testamento ni últimas voluntades. Ya sea por desconocimiento o por la creencia de que es un proceso caro, los abogados se sorprenden al ver que un trámite tan sencillo es eludido como la peste en nuestro país. Con un testamento en mano, se respetan los deseos del difunto y los conflictos familiares a la hora de repartir la herencia suelen ser menores, que no inexistentes.

Errores por desconocimiento

La ignorancia del proceso hereditario lleva a muchos problemas y retrasos a la hora de ejecutar una herencia. El impuesto de sucesiones y donaciones es un gran desconocido y la cuantía suele variar entre comunidades autónomas. Es el temido momento de “nos toca pagar” que se da en cada herencia. Si el pago se retrasa más de seis meses desde el fallecimiento del familiar, habrá que abonar un recargo por demora.

Un truco poco usado en los procesos de las herencias es escriturar a tiempo. Muchos padres tienen una o más viviendas a su nombre y, cuando fallecen, sus hijos se tienen que hacer cargo de todos los impuestos. Pero, si se ponen las propiedades a nombre de los hijos, se evita el pago de los impuestos de sucesiones, ya que el inmueble no se hereda al figurar a nombre de los sucesores directos.

Existe también la posibilidad de realizar una donación en vida, que evitará mucho papeleo llegado el momento de efectuar el testamento, aunque incluye el pago de un impuesto a hacienda cuando esta donación supone una ganancia patrimonial. Los herederos también pueden donar su parte a otro sucesor justo en el momento de aceptar la herencia, evitándose todos los costes que conlleva este proceso.

Dejar un testamento puede facilitarle las cosas a los herederos

Por último, el testador siempre tiene el poder de desheredar a uno de sus familiares. Pero deben cumplirse ciertas condiciones para que esto sea posible, ya que la ley es clara en cuanto a quiénes son los herederos legítimos y forzosos o su porcentaje en la repartición.

Cuando una persona fallece, suele dejar uno o varios herederos. Estos sucesores serán los que reciban los bienes que el individuo tenía en vida, si es que tenía alguno. En caso afirmativo, comienzan una serie de papeleos y gestiones de lo más arduas. Los abogados afirman que los procesos hereditarios son de los que más problemas dan a las familias españolas.