Escribe José Luis Fernández (Responsable de Tecnología para Kingston Technology Cono Sur)
¿Cómo se hace para mejorar el rendimiento de una computadora? ¿Cuáles son los secretos para que dure muchos años? ¿qué consejos dan los especialistas en mejoramiento de PCs? Uno de los pilares sobre los que se asienta el liderazgo de Kingston en lo que respecta al mercado Pyme y empresarial es el upgrade de memoria y SSDs, tanto en equipos de clientes como en servers.
Pero es en este último caso, en los servers, en donde aún hay mucho por analizar, aprender y crecer. Es muy difícil obtener estadísticas al respecto, pero un gran porcentaje de los servidores -especialmente los de entrada y gama media- viven toda su vida útil subconfigurados, en muchos casos utilizados con la misma configuración mínima con la que vinieron de fábrica.
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La situación económica y la pelea por los precios competitivos hace que esas configuraciones básicas se sigan vendiendo en porcentajes significativos, con mínimas cantidades de memoria y discos mecánicos, muchas veces incluso con especificaciones inferiores a la de una notebook gamer.
Y, debido a múltiples razones: procesos de compra, desconocimiento de las opciones y garantías y demás, se transita con esta modalidad durante años, con un server que soporta 1TB de memoria o más, pero que ha estado configurado con un porcentaje ínfimo de eso durante gran parte de su vida útil, “aguantando” hasta que inevitablemente se cumpla el ciclo de garantías, eventualmente se habilite presupuesto y reemplazo.
Revisar regularmente el nivel de aprovechamiento y potencial de upgrade debería ser una sana práctica que todo gerente de IT tenga en su arsenal. Más aún en el escenario latinoamericano donde los departamentos de IT siempre están sufriendo el síndrome del “aguantémoslo un poco más” en un constante balance de presupuesto entre servidores, clientes, redes, etc
Es por eso que los upgrades de memoria y SSD constituyen una herramienta importantísima que mejora inmediatamente el ROI de dichos equipos, no solo dando oxígeno para ofrecer un funcionamiento mejorado durante ese tiempo, sino que a la vez extendiendo significativamente la vida útil.
En el caso específico de los SSDs, Kingston cuenta con una línea DC específicamente diseñada para datacenters, totalmente compatibles y que pueden reemplazar de manera directa, uno a uno a los discos mecánicos instalados. El salto de performance al cambiar una base de datos de un arreglo de discos mecánicos a uno de SSDs, suele promediar los 10X, es decir 10 veces más performance, lo que en muchos casos soluciona por completo el problema de ahogamiento de la infraestructura actual, y posterga el reemplazo de toda la plataforma.
No sólo eso, la percepción del mercado de los costos de dichos upgrades suele ser el doble o más de lo que realmente cuestan, y eso representa una gran oportunidad para muchos clientes que con una inversión no muy significativa pueden dar un enorme salto en rendimiento y productividad incorporando memoria y unidades de estado sólido.
No estamos diciendo con esto que el upgrade es la solución a todos los problemas y nunca será necesario invertir en nuevos servers, sino que es aconsejable -al menos una o dos veces a lo largo de la vida útil de la solución- replantear, redimensionar y actualizar la configuración para impactar de la manera más positiva el ROI y mantener a los usuarios felices y productivos.
Fuente Big Bang News