El Frente de Todos no es la única coalición afectada por el anuncio de Cristina Kirchner de que no será candidata “a nada” en las elecciones de 2023. También en la principal oposición, Juntos por el Cambio, hubo cierto desconcierto, más que nada, en el más ortodoxo mundo de Mauricio Macri, de viaje en Qatar, acompañado por su familia.
Extrañamente, hasta el momento, el exPresidente no posteó nada después de que el TOF2 diera a conocer su dictamen. Es verdad que ya era de madrugada en el Golfo Pérsico. Pero tampoco lo hizo al levantarse, o en la mañana argentina, mediodía aquí, ni en las horas siguientes. La mayoría de los dirigentes, en cambio, tenían un borrador escrito como para salir cuanto antes a fijar posición. Nada dijeron, en cambio, sobre las manifestaciones electorales de la Vicepresidenta.
Muchos creen, incluso, que ya es un poco tarde para que Macri exprese alguna opinión sobre la resolución judicial, cuando ahora querrán saber si continuará con sus propias aspiraciones. “No tiene por qué decir algo“, dijo alguien que le conoce muy bien, cuando fue consultado por El Cronista.
“Nunca se subió a esa carrera”, es lo que argumentan cerca suyo. Y vuelven con lo que repitieron off the record durante todos estos meses, que “Mauricio decidirá en marzo, cuando vea el escenario electoral que se presenta”.
Así y todo, Macri no deja de intervenir en la interna del PRO, partido que fundó hace 21 años, y que se niega -legítimamente- a soltar, tal como puede verse en reuniones que convoca para respaldar algunos candidatos, tomar distancia de otros.
Es el caso, por ejemplo, del encuentro con Martín Llaryora, el candidato a gobernador de Unidos por Córdoba, reafirmando su antigua alianza con Juan Schiaretti y provocando un gran disgusto entre los candidatos de Juntos por el Cambio -particularmente el senador Luis Juez y el diputado Rodrigo De Loredo-, que creían que contarían con su prescindencia en la interna cordobesa.
Otros movimientos hicieron menos ruido. Por ejemplo, el respaldo que le dio vía zoom al intendente de Lanús, Néstor Grindetti, para la gobernación de la provincia de Buenos Aires, agregando más discusión del PRO en el distrito más importante. O la oportuna ayuda a María Eugenia Vidal para que se lance a competir por la Presidencia sumando también otro contrincante en el ya complejo panorama Horacio Rodríguez Larreta vs Patricia Bullrich.
En la Ciudad de Buenos Aires, un intercambio de Whatsapp también provocó una hecatombe. El Cronista había publicado que Macri llamó a Fernán Quirós cuando se postuló a jefe de Gobierno, como una fuente había asegurado -otros decían que fue al revés, que Quirós fue quien escribió al exPresidente- y aunque nada se dijo entonces sobre un respaldo a su candidatura, sí se consignó el interés de ambos por concretar un café a su regreso de Qatar.
No obstante, eso fue leído como apoyo de parte del exPresidente y temblaron los cimientos del PRO. Clarín contó que alguien le mandó el link de la nota a Macri, y su equipo y el de Jorge Macri, ministro de Gobierno porteño que cuenta con el respaldo de su primo para llegar como jefe de Gobierno, salieron a desmentir lo que nunca se había dicho, exhibiendo la tensión sobre una pieza fundamental en el armado político como es la Ciudad de Buenos Aires.
¿MAURICIO TAMBIEN DARA UN PASO AL COSTADO?
A esta altura, todo indicaría que el exPresidente se excusará de opinar sobre Cristina Fernández de Kirchner, su condena y su “renunciamiento” por estar a kilómetros de distancia y atareado con sus responsabilidades como presidente de la Fundación FIFA. Aunque en su equipo lo nieguen, su silencio hace pensar que tuvo un fuerte impacto sobre él y que necesita pensar delicadamente sus próximos pasos.
No es extraña una situación de ese tipo. Cristina y Mauricio tienen para la opinión pública una relación de espejo, representantes cabales a cada lado de la grieta, con gran ascendiente en los núcleos duros de cada uno de sus coaliciones, pero con la imposibilidad de alcanzar una mayoría electoral, lo que en términos de los encuestadores se denomina “pisos altos, techos bajos”.
El ya célebre postulado de Alberto Fernández, que en 2018 postuló que “con Cristina no alcanza, pero sin ella no se puede“, es válido también para Mauricio Macri. Sin, por lo menos, el aval del exPresidente, la victoria es cuanto menos imposible.
¿Y si Macri pierde el interés ahora que Cristina anunció que no será candidata? O al revés, ¿si ese paso al costado lo anima y decide presentarse? Por ahora son preguntas que no tienen respuesta.
Fuente El Cronista