El Ministerio de Trabajo se ha reunido este miércoles con las organizaciones sindicales para comenzar la negociación sobre la subida del salario mínimo interprofesional (SMI) y con una gran ausencia, la de las patronales CEOE y Cepyme, que han roto relaciones con la ministra del ramo, Yolanda Díaz. El ministerio no ha presentado ninguna propuesta y se ha limitado a recoger las demandas de CCOO y UGT. A partir de estas aportaciones elaborará una propuesta en firme sobre la que comenzar las discusiones. El ambiente ha sido positivo, explican fuentes presentes en la negociación, como es evidente sin la presencia de la CEOE. Los sindicatos confían en cerrar pronto un acuerdo con el Gobierno sin la oposición en la mesa de la CEOE. “Pensamos que podemos llegar a un acuerdo con el Gobierno”, ha explicado a la salida de la reunión Mari Cruz Vicente, secretaria confederal de Acción Sindical de CCOO.
Los sindicatos esperan que la subida del SMI sea ambiciosa, dado el elevado nivel de inflación que ha soportado España este año. De hecho, su intención es que la subida del salario mínimo llegue, al menos, hasta la banda más alta que propuso el comité de expertos el lunes. Esto es, un alza del 8,2% o superior. Esto significaría que los trabajadores apenas perderían poder adquisitivo o incluso ganarían un poco si se alcanza la demanda más ambiciosa de los sindicatos: los 1.100 euros. Esto sería una subida del 10% respecto al nivel actual.
A la mesa de negociación no ha acudido la CEOE, que consuma así la ruptura del diálogo con el Ministerio de Trabajo. El presidente de la patronal argumentó el martes que no acudiría a una mesa en la que la decisión de subir el salario mínimo ya está adoptada. “No nos están preguntando, solo nos piden nuestra opinión, y no es una cuestión que nos sentemos a negociar”, lamentó Garamendi. Sin embargo, la CEOE ha querido enviar una propuesta por escrito al Ministerio de Trabajo en la que reclama que el alza del SMI se limite al 4%, esto es, 40 euros más al mes. La patronal recuerda que, aunque la inflación sea muy elevada, el crecimiento económico se ha frenado, por lo que no hay recursos para sufragar un gran incremento de las rentas salariales. La patronal recuerda que “el salario mínimo incide especialmente en las pequeñas y medianas empresas”. Además, pone dos exigencias para aceptar esta subida del SMI: modificar la ley de contratos del sector público para que las empresas puedan repercutir a las administraciones el incremento de los costes de subir el SMI y establecer deducciones en las cotizaciones para el sector agrario.
Además de la llamada a la prudencia de la CEOE, el Ministerio de Trabajo tiene también el contrapeso dentro de su casa. Una subida del SMI de entre el 8,2% y el 10% supone un alza de costes importante para muchas empresas, ya que en los niveles actuales afectará a unos dos millones de trabajadores. Para Economía, una subida demasiado fuerte del SMI podría generar efectos negativos sobre el empleo o la viabilidad de algunas empresas. Los sindicatos son conscientes de esta problemática y han reclamado a Trabajo que la propuesta que presente en los próximos días esté pactada en el seno del Gobierno.
La comisión de expertos que nombró el Ministerio de Trabajo, y cuyo encargo era determinar la subida para garantizar que el SMI se sitúa en el 60% del salario medio, fijó la banda de subida entre el 4,6% y el 8,2%. Es importante tener en cuenta que la recomendación de los expertos no era subir el SMI, sino que se ciñen a su mandato de determinar cuánto tiene que subir el salario mínimo para alcanzar ese nivel del 60%. Con su propuesta, el SMI se situaría entre un mínimo de 1.046 y un máximo de 1.082 euros al mes en 14 pagas. Los expertos elaboraron estas bandas teniendo en cuenta el ritmo de subida de las distintas estadísticas salariales disponibles, como la encuesta de coste trimestral o los convenios colectivos. Se trata de indicadores parciales, porque los datos finos caen con retraso, de modo que es necesario aplicar esta política a través de aproximaciones.
El Ministerio de Trabajo se ha reunido este miércoles con las organizaciones sindicales para comenzar la negociación sobre la subida del salario mínimo interprofesional (SMI) y con una gran ausencia, la de las patronales CEOE y Cepyme, que han roto relaciones con la ministra del ramo, Yolanda Díaz. El ministerio no ha presentado ninguna propuesta y se ha limitado a recoger las demandas de CCOO y UGT. A partir de estas aportaciones elaborará una propuesta en firme sobre la que comenzar las discusiones. El ambiente ha sido positivo, explican fuentes presentes en la negociación, como es evidente sin la presencia de la CEOE. Los sindicatos confían en cerrar pronto un acuerdo con el Gobierno sin la oposición en la mesa de la CEOE. “Pensamos que podemos llegar a un acuerdo con el Gobierno”, ha explicado a la salida de la reunión Mari Cruz Vicente, secretaria confederal de Acción Sindical de CCOO.
Fuente El Confidencial