LA HABANA, Cuba. – Una vez más, los gobernantes castristas no informaron a la opinión pública sobre los fondos asignados a las Fuerzas Armadas y al Ministerio del Interior.
La ministra de Finanzas y Precios, Meisi Bolaños, hizo énfasis durante la presentación del presupuesto para el venidero 2023 en la intención de reducir el déficit fiscal que presenta la economía cubana. La funcionaria anunció que se prevé la finalización del actual 2022 con un déficit de 75 827 millones de pesos (cifra con la que los gastos superan a los ingresos).
Bolaños aseveró que para el presupuesto 2023 se planifica un déficit de 68 126 millones de pesos, inferior en aproximadamente 7701 millones de pesos a lo que espera reporte el del año precedente. Y del discurso de la ministra ante los diputados de la Asamblea Nacional del Poder Popular se infiere que la reducción del déficit tratará de lograrse mediante un aumento de los ingresos, y no por medio de una reducción de los gastos.
Esos ingresos adicionales que necesita el presupuesto se pretenden obtener, en buena medida, por un aumento de los impuestos a pagar por los actores no estatales de la economía.
En la propia cita parlamentaria trascendió que quedaba sin efecto la exoneración de pago de impuestos a las mipymes por un período de seis meses cuando surjan de una reconversión, y de un año cuando sean de nueva creación. También se definirá un valor mínimo de ingresos que los cuentapropistas deberán anotar en sus declaraciones juradas de ingresos personales. Otra medida de presión contra los cuentapropistas es la de aplicar un solo régimen de tributación. O sea, ya no habrá régimen general ni régimen simplificado. En lo adelante todos deberán tributar por igual, con el perjuicio para los del antiguo régimen simplificado, que pagaban menos impuestos.
Por otra parte, con bombo y platillo la funcionaria dio a conocer altas asignaciones presupuestarias (gastos) para garantizar el funcionamiento de los sectores de la salud, la educación, la cultura, el deporte, así como la asistencia y la seguridad social. Para todas ellas se destinan gastos por un monto de 251 222 millones de pesos, lo que significa un 72% del total de gastos planificados en el presupuesto.
Sin embargo, y una vez más, los gobernantes cubanos no brindan ninguna información acerca de una partida de gastos que los especialistas estiman de mucha importancia para la Isla: el dinero asignado a las Fuerzas Armadas, al Ministerio del Interior, las unidades presupuestadas, las entidades empresariales con pérdidas, así como al resto del engranaje burocrático del que no puede prescindir el régimen.
Hay que tener presentes los gastos de la gran cantidad de centros de enseñanza con que cuentan las FAR y el MININT, y los fondos que seguramente se destinan a instituciones como la Seguridad del Estado y a la Contrainteligencia Militar. Son fondos que no se declaran ante la opinión pública, y por tanto no es difícil imaginar que se tornen incontrolables.
Si existiese la voluntad de reducir los gastos asignados a esta esfera militar, que en resumidas cuentas lo único que hace es contribuir al mantenimiento de un régimen que conculca las libertades ciudadanas, e impide el avance de la nación, se podría reducir el déficit fiscal sin necesidad de aumentar la carga tributaria sobre los integrantes de las mipymes y los trabajadores por cuenta propia, porque ellos sí, si los dejan trabajar, pueden contribuir al despegue económico de la Isla.
Mas, lamentablemente, esa voluntad no está presente en la clase dirigente de Cuba. Si existiese, es casi seguro que el país no estuviese afrontando las vicisitudes que hoy agobian a los cubanos.
ARTÍCULO DE OPINIÓN
Las opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de quien las emite y no necesariamente representan la opinión de CubaNet.
Recibe la información de CubaNet en tu celular a través de WhatsApp. Envíanos un mensaje con la palabra “CUBA” al teléfono +525545038831, también puedes suscribirte a nuestro boletín electrónico dando click aquí.
Fuente Cubanet.org