En 1941 Menájem Beguin llegó al Mandato Británico como soldado del ejército polaco en el exilio, comandado por Władysław Anders y conocido como el “Ejército de Anders”, del que pronto se retiró.
Su llegada creó nuevas expectativas dentro del Irgún y el Beitar. Al comienzo se desempeñó como jefe del movimiento Beitar en Polonia y fue un respetado dirigente. Yaakov Meridor, el entonces comandante del Irgún, planteó la idea de designar a Beguin al frente del movimiento. A finales de 1943, cuando Beguin aceptó el puesto, un nuevo liderazgo se formó. Meridor se convirtió en el vice de Beguin (otros miembros de la junta fueron Aryeh Ben Eliezer, Eliyahu Lankin, y Shlomo Lev Ami).
El 1 de febrero de 1944 el Irgún colocó afiches por todo el país proclamando una rebelión contra el gobierno del Mandato Británico. Los carteles resaltaban que todos los movimientos sionistas apoyaron a las Fuerzas Aliadas y que más de 25.000 judíos se habían alistado en masa en el ejército británico. La esperanza de establecer un ejército judío había muerto. A lo largo de la guerra los árabes del Oriente Medio estuvieron generalmente del lado de la Alemania Nazi, brindando sus favores. Los judíos europeos fueron atrapados y se estaba cometiendo un genocidio, sin embargo, Gran Bretaña por su parte no permitió ninguna misión de rescate. Esta parte del documento termina con las siguientes palabras:
El Libro Blanco* está todavía en efecto. Es forzada, a pesar de la traición de los árabes y la lealtad de los judíos, a pesar del alistamiento en masa para el ejército británico, a pesar del alto el fuego y la tranquilidad en la Tierra de Israel, a pesar de la masacre del pueblo judío en Europa…
Los hechos son simples y horribles. Durante los últimos cuatro años de la guerra hemos perdido millones de lo mejor de nuestro pueblo; millones más están en peligro de aniquilación. Y la Tierra de Israel fue cerrada y puesta en cuarentena debido al dominio británico, realizando el Libro Blanco, esforzándose por la destrucción de la última esperanza de nuestro pueblo.
El texto desechaba la idea de dividir el Mandato en dos estados en favor de una sola Palestina independiente gobernada en común por árabes y judíos, con los primeros manteniendo su mayoría demográfica.
*El Libro Blanco se ocupaba de tres cuestiones fundamentales:
1. Sobre el futuro político del Mandato: el Gobierno británico asociaría gradualmente a árabes y judíos al gobierno, aproximadamente en proporción a sus respectivas poblaciones, con la intención de que en diez años se pudiese crear un Estado independiente de Palestina, en el que se garantizaría que los intereses esenciales de cada una de las dos comunidades estuvieran salvaguardados (sección I).
2. Sobre la inmigración: la inmigración judía hacia Palestina quedaría limitada a un máximo global de 75.000 personas en los siguientes cinco años, de modo que población judía supusiera un tercio de la población total. Después del período de cinco años, no se permitiría más inmigración judía a menos que los árabes de Palestina estuvieran dispuestos a aceptarlo (sección II).
3. Sobre las tierras: se prohibiría o restringiría la compra de nuevas tierras a los judíos, como consecuencia del crecimiento natural de la población árabe y del mantenimiento del nivel de vida de los cultivadores árabes, respectivamente (sección III).
El Irgún declaró que, por su parte, el alto el fuego estaba terminado y se encontraba a partir de ese momento en guerra con los británicos. Exigió la transferencia del estado para un gobierno judío, a fin de aplicar las diez políticas básicas. Entre estas políticas estaba la evacuación en masa de los judíos de Europa, el firmar tratados con cualquier Estado que reconozca la soberanía del Estado judío (incluyendo Gran Bretaña), la concesión de la justicia social para los residentes del estado y la plena igualdad para la población árabe. La proclamación finalizó con:
El Dios de Israel, Dios de Anfitriones, estará a nuestro lado. No hay retroceso. Libertad o muerte. […]la juventud combatiente no retrocederá ante sacrificios y sufrimiento, sangre y tormento. Ellos no se rendirán, siempre y cuando nuestros antiguos días no se renueven, siempre y cuando nuestra nación no se garantice una patria, libertad, honor, el pan, justicia y ley.
El Irgún inició esta campaña más bien débilmente ya que la organización contaba con solo 1000 militantes, de los cuales solo unos 200 eran combatientes. El armamento también era escaso. El Irgún sufrió una reorganización y se dividió en diferentes brigadas: Cuerpos de Combate – la principal fuerza de combate del Irgún; El Mar – Unidad de Operaciones Especiales del Irgún; Delek (Gasolina) – Inteligencia; HATAM (Cuerpo de Publicidad Revolucionaria); y HAT (División de Planificación).
El combate contra los británicos
El Irgún comenzó las operaciones contra los símbolos del gobierno en un intento de perjudicar el funcionamiento del régimen, así como su reputación. El primer ataque fue el 12 de febrero de 1944 contra las oficinas de inmigración del gobierno, un símbolo de las leyes de inmigración y el Libro Blanco de 1939, que impedían el ingreso de nuevos inmigrantes judíos que huían de la persecución nazi. Los ataques se desarrollaron sin contratiempos y sin víctimas, puesto que ocurrieron durante el sábado por la noche, cuando los edificios estaban vacíos. Los ataques ocurrieron en las tres mayores ciudades: Jerusalén, Tel Aviv y Haifa. El 27 de febrero las oficinas de impuesto sobre la renta fueron atacadas. Otros sectores de las mismas ciudades fueron afectados, también durante un sábado por la noche, colocando previamente advertencias cerca de los edificios. El 23 de marzo el edificio de la sede nacional de la policía británica en Jerusalén fue atacado y parte de ella fue volada. Estos ataques en los primeros meses fueron condenados enérgicamente por el liderazgo de las organizaciones del Ishuv y de la Agencia Judía, que los vieron como peligrosas provocaciones.
Al mismo tiempo, el Lehi también renovó sus ataques contra los británicos. El Irgún continuó los ataques a las estaciones de policía y la comandancia, así como al Fuerte Tegart (una estación de policía fortificada actualmente localizada en Latrún). En una compleja operación relámpago, miembros del Irgún se apoderaron de la estación de radio gubernamental en Ramala el 17 de mayo de 1944. El 29 de septiembre de 1944 un alto oficial de la policía británica del Departamento de Inteligencia Criminal fue neutralizado en Jerusalén por miembros del Irgún.
Un acto simbólico realizado por el Irgún tuvo lugar antes del Iom Kipur de 1944. Miembros del Irgún colocaron avisos en la ciudad, advirtiendo de que ningún oficial británico debería acercarse al Muro de los Lamentos en Iom Kipur ni hostigar a los fieles, y por primera vez desde que comenzó el Mandato Británico ningún oficial de policía estuvo allí para impedir a los judíos tocar el tradicional sonido del Shofar durante la ceremonia de rezo. Con el fin de obtener armas, el Irgún realizó operaciones de “decomiso” tomando a cargo arsenales de los británicos y desviando armas a sus propios escondites. Durante esta fase de actividad el Irgún también cortó todos sus vínculos oficiales con la Nueva Organización Sionista para no vincularla con la organización clandestina.
Beguin escribió en sus memorias, La Revuelta:
La historia y la experiencia nos enseñó que, si éramos capaces de destruir el prestigio de los británicos en Palestina, el régimen se rompería. Una vez que encontramos el punto débil del gobierno, no dejamos escapar eso.
Miembros Exiliados
En octubre de 1944 los británicos comenzaron expulsar a cientos de detenidos, miembros del Irgún y del Lehi, a campos de detención en África. 251 detenidos de Latrún fueron enviados en trece aviones el 19 de octubre a un campamento en Asmara (hoy Eritrea). Once transportes adicionales fueron realizados. Durante el período de su detención, los prisioneros a menudo iniciaron rebeliones y huelgas de hambre. Muchos intentos de fuga se hicieron hasta julio de 1948, cuando los exiliados fueron devueltos a Israel. Aunque hubo numerosas fugas con éxito desde el campamento en sí, solo nueve hombres lograron regresar. Un éxito notable fue el de Yaakov Meridor, quien escapó nueve veces antes de finalmente llegar a Europa en abril de 1948. Estas adversidades fueron el tema de su libro Largo es el camino a la Libertad: Crónicas de uno de los Exiliados.
Temporada de caza
El 6 de noviembre de 1944, Lord Moyne, Viceministro de Estado Británico de las Colonias, fue ultimado en El Cairo por los miembros del Lehi Eliyahu Hakim y Eliyahu Bet-Zuri. Esta acción creó preocupación en el seno del Ishuv por las posibles reacciones futuras del gobierno británico por los violentos actos de los grupos disidentes contra ellos. Por lo tanto, la Agencia Judía decidió empezar una temporada de caza, conocida como la “saison” (del francés “la saison de chasse”), que consistió en una persecución organizada contra los miembros del Irgun y Lehi para que cesaran sus actividades. Durante la temporada de caza, personas sospechosas de pertenecer o apoyar al Irgún o Lehi fueron retirados de escuelas, lugares de trabajo y el “Klalit” HMO (Organización de Salud). La mayoría de las personas que participaban en estas actividades eran miembros de la Haganá y el Palmaj. Se llevó a cabo la vigilancia, el secuestro y la investigación de los miembros del Irgún y el Lehi, o bien se proporcionó detalles acerca de sus paraderos para entregarlos a los británicos. Entre las víctimas de estos actos de entrega se encontraba parte de la comandancia del Irgún, principalmente Yaakov Meridor, Shlomo Lev Ami y Eliyahu Lankin.
La temporada de caza consiguió paralizar la actividad del Irgún durante unos meses, pero no destruir a la organización. Por su parte, el comandante de la organización, Menájem Beguin, optó por no tomar algún tipo de represalia contra los miembros de la Haganá que los delataban o atacaban, para así poder evitar el estallido de una guerra civil entre judíos que provocara el fortalecimiento del régimen británico. Esta medida de inacción unilateral por parte del Irgún durante la temporada de caza, impidió que surgiera una lucha interna en el seno del Ishuv que hubiera debilitado una posible unidad de los grupos armados judíos. Beguin con esta actitud abrigaba la esperanza de que en un futuro cercano la Agencia Judía ordenara detener las persecuciones internas y todas las organizaciones armadas unieran sus fuerzas para combatir al enemigo común.
La recuperación del Irgún fue notable cuando comenzó a renovar su cooperación con el Lehi en mayo de 1945 y sabotearon oleoductos, líneas telefónicas y puentes ferroviarios. En total, más de 1000 miembros del Irgún y el Lehi fueron detenidos y encerrados en los campos británicos durante la Saison. La temporada de caza acabó al finalizar la Segunda Guerra Mundial y comenzaron las conversaciones de cooperación conjunta con la Haganá, lo que condujo a la formación del Movimiento de Resistencia Judía.
Fuente: Wikipedia
Fuente Aurora