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Alberto Fernández está convencido que el 2023 será un año mucho más complicado y con mayor recesión a nivel mundial que el 2022. Ante este panorama sombrío, el Presidente quiere dar una respuesta inmediata desde el Gobierno con un hecho concreto: prepara la convocatoria a una “mesa de diálogo” con dirigentes y empresarios para consensuar al menos 10 políticas de Estado en la Argentina.
El Presidente instruyó a sus ministros y secretarios del Gabinete a poner en marcha la convocatoria a esta mesa de diálogo, aunque sabe que no resultará nada fácil lograr ese objetivo en las puertas de un año electoral.
La intención de Alberto Fernández se da paradójicamente cuando mantiene un duro enfrentamiento con la oposición por el fallo de la Corte Suprema que obligó a la Nación a restituir fondos de coparticipación a la ciudad de Buenos Aires manejada por Horacio Rodríguez Larreta.
“Hay que hacer el esfuerzo y pensar en sentarnos en una mesa a tratar de consensuar al menos 10 o 20 medidas que se conviertan en políticas de Estado. Si lo logramos todos ganamos”, le dijo Alberto Fernández a un reducido grupo de funcionarios de la Casa Rosada ayer.
Según confiaron a El Cronista fuentes de jerarquía del Gobierno, no se dieron detalles aún de cómo se va a canalizar este espacio de diálogo aunque se presume que será similar al Consejo Económico y Social que funcionó en los primeros dos años de gestión de Alberto Fernández con escaso nivel de resultados.
El Presidente le dijo a un funcionario de confianza que “tenemos la oportunidad de sentarnos a programar 10 medidas que se conviertan en políticas de Estado”. Aunque alertó sobre el alcance de esa convocatoria: “Esto es como en el tango, hacen falta dos para bailarlo”, le deslizó a la fuente consultada.
El trabajo de convocatoria a referentes de la oposición y del empresariado está en manos de la secretaria de Asuntos Estratégicos, Mercedes Marcó del Pont y la temática abundará en los ejes del empleo, la producción y el crecimiento de la economía argentina.
El Presidente está convencido de que el 2023 será un año muy complicado para la economía mundial, avisora una recesión y parálisis del crecimiento. Pero entiende que el efecto rebote de esa situación se dará en mayor medida en Europa.
Entre uno de los temas centrales para enfrentar la recesión mundial el Presidente cree que se le debe dar impulso al proyecto de ley de promoción agroindustrial que el Poder Ejecutivo remitió al Congreso y aún no se trató.
BALANCE Y REELECCION
En lo que fue el primer balance del año que culmina el Presidente evaluó ante un destacado grupo de allegados de su Gobierno que no fue un mal año el 2022 si se tiene en cuenta los pronósticos agoreros que había.
En este sentido, Alberto Fernández le dijo a un ministro: “cuando arrancamos este año se llegó a hablar en algunos medios que yo renunciaba y se tenía que convocar a una Asamblea Legislativa” para elegir un nuevo Presidente.
A la luz del balance que hizo en las últimas horas con algunos funcionarios en la Casa Rosada Alberto Fernández dijo que se logró controlar la inflación aunque no está conforme aún con esa reducción. Y destacó los niveles récord de exportaciones que logró la Argentina este año.
Desde este punto de vista, quienes lo abordaron en las últimas horas al Presidente escucharon de su boca grandes elogios para Sergio Massa y una impresión particular: “el clima de cambio de ánimo se empezó a ver con la salida de Guzmán”, dijo a un funcionario.
Ayer, en diálogo con C5N el Presidente destacó sobre su futuro político: “Mi primera preocupación es que el Frente de Todos gane las elecciones, no es mi reelección”.
Sin embargo, en las últimas horas Alberto Fernández dio a entender a un grupo de funcionarios allegados que no descarta ir por la reelección en el 2023. Está abierta la posibilidad aún de que el Presidente vaya por un segundo mandato.
Todo dependerá en gran medida de la marcha de la economía y los resultados concretos que pueda mostrar el Gobierno en lo que resta del último año de mandato de Alberto Fernández.
Fuente El Cronista
