Esto informan medios británicos, debido al intento de secuestrar y matar ciudadanos británicos acusados de complotar contra la República Islámica.
Se estima que el Reino Unido designe oficialmente al Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán como organización terrorista, luego de varios presuntos complots para secuestrar o asesinar a ciudadanos del Reino Unido.
El caso ha estado en proceso desde el año pasado, luego de intentos de atacar a ciudadanos en suelo británico.
La colocación del grupo en la lista terrorista de Reino Unido se anunciará oficialmente en unas semanas, según fuentes políticas y de seguridad.
La medida prohibiría efectivamente a los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica en Reino Unido, lo que significa que asistir a las reuniones o llevar su bandera y logotipo en público sería un delito penal.
Apoyan la medida el presidente del Comité Selecto de Asuntos Exteriores del Reino Unido, Tom Tugendhat y la ministra del Interior, Suella Braverman.
En noviembre, el director general del MI5, dijo en un discurso público que “Irán proyecta una amenaza a Reino Unido, directamente a través de sus agresivos servicios de inteligencia. En su forma más aguda, esto incluye la ambición de secuestrar o incluso matar a personas británicas o residentes en el Reino Unido percibidas como enemigos del régimen.
“Hemos visto al menos 10 amenazas potenciales de este tipo solo desde enero del pasado año”, agregó.
La semana pasada Teherán anunció el arresto de una “red” vinculada Reino Unido involucrada en las protestas contra el régimen de meses de duración en Irán provocadas por la muerte a mediados de septiembre de Mahsa Amini que estaba bajo la custodia de la llamada policía moral.
El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Irán, Nasser Kanani, dijo que “algunos países, especialmente Inglaterra, tuvieron un papel no constructivo en relación con los recientes acontecimientos en Irán”.
“Su papel fue bastante provocador al incitar al extremismo y los disturbios”, dijo.
En un incidente separado, un ciudadano con doble nacionalidad británico-iraní fue arrestado en Irán en noviembre por presuntamente informar a los medios extranjeros, incluida la BBC, sobre las protestas provocadas por la muerte de Amini.
Los gobiernos occidentales han acusado a Teherán de emplear una política de “toma de rehenes” destinada a obtener concesiones o asegurar la liberación de los iraníes retenidos en el extranjero.
La mayoría de los arrestos de extranjeros en Irán y los presuntos complots para secuestrarlos en el extranjero se han atribuido al Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán, considerado una entidad terrorista por los Estados Unidos, Canadá e Israel, y la Unión Europea y Alemania sopesan hacer lo mismo.
En 2019, el entonces presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, designó oficialmente al grupo como una organización terrorista, una medida que Israel impulsó hacía tiempo.
Teherán ha condicionado que la Casa Blanca revoque la decisión, como condición para continuar las conversaciones en Viena a efectos de llegar a un acuerdo nuclear con Irán, que se han estancado repetidamente.
El presidente de EE. UU., Joe Biden, se ha mostrado inflexible al negarse a acceder a la demanda, e Israel se ha manifestado abiertamente en su oposición a tal medida.
El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Irán, Nasser Kanani, dijo que “algunos países, especialmente [el Reino Unido], tuvieron un papel no constructivo en relación con los recientes acontecimientos en Irán”.
Fuente Aurora