LA HABANA, Cuba. — Cuba fue el primer país latinoamericano que debutó en Grandes Ligas, aportando importantes figuras al béisbol profesional de los Estados Unidos.
Durante más de un siglo los peloteros cubanos han obtenido premios como mejores lanzadores, por su desempeño en el cajón de bateo, su calidad ofensiva o simplemente como los jugadores más completos en el certamen.
Tras la estela de Esteban Enrique Bellán, primer cubano que jugó en las Mayores, otros peloteros de la Isla llegaron a Estados Unidos para probarse en la liga más importante del orbe. Uno de ellos fue Salvador José “Chico” Hernández, nacido el 3 de enero de 1916 en La Habana.
Aunque no hay mucha información sobre “Chico” Hernández —“Chico” alguna vez fue un apodo común para los peloteros latinos—, se sabe que debutó en la posición de cátcher de los Cachorros de Chicago el 16 de abril de 1942.
Su carrera en Ligas Mayores duró poco más de un año y abarcó dos temporadas, a lo largo de las cuales conectó 61 hits y nueve dobles en 244 veces al bate, para un promedio de bateo de .250. Como receptor participó en 84 juegos, concretando 272 outs, 38 asistencias y un doble play.
Si bien el cubano estuvo lejos de tener una carrera estelar en Grandes Ligas, sí hizo historia en el béisbol en 1942 cuando él y el lanzador derecho Hiram “Hi” Bithorn, de Puerto Rico, formaron la primera “batería” latinoamericana, término utilizado para referirse a la combinación de lanzador y el receptor.
El editor de Pantagraph Sports, Fred Young, describiría alguna vez a “Chico” Hernández como un “cubano fornido de seis pies con un acento roto”.
Salvador José “Chico” Hernández murió en La Habana también un 3 de enero, pero de 1986.
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Fuente Cubanet.org