El primer ministro británico, Rishi Sunak, se mostró este sábado “consternado” por la ejecución en Irán del británico-iraní Alireza Akbari, acusado de espiar para el Reino Unido, y calificó el acto de “cruel y cobarde”.
«Fue un acto cruel y cobarde, llevado a cabo por un régimen bárbaro que no respeta los derechos humanos de su propia gente», escribió Sunak en su cuenta de Twitter.
Tras declararse «consternado» por la ejecución, mandó sus condolencias a los «amigos y la familia» de Akbari, antiguo oficial iraní que llegó a ser viceministro de Defensa en ese país.
Las autoridades judiciales iraníes informaron de la condena a muerte del exviceministro el miércoles, aunque se desconoce cuándo fue sentenciado, por “espiar para el MI6” (servicios de inteligencia británicos) a cambio de “1.805.000 euros, 265.000 libras y 50.000 U.S. dólares”, según el medio de comunicación semioficial Mehr.
El ministro británico de Exteriores, James Cleverly, manifestó igualmente su repulsa «en los términos más rotundos» por la ejecución y aseguró que la acción «no quedará sin respuesta».
«El régimen iraní no debe tener ninguna duda. Irán no debe seguir con su amenaza brutal de ejecuciones», subrayó Cleverly en Twitter.
La República Islámica de Irán ha sido acusada de usar a presos con doble nacionalidad en especial, pero también de otros países, como medida de presión o para intercambio de prisioneros con otros países.
Esto ha sido denominado como la «diplomacia de los rehenes» de Irán por otros países y organizaciones de derechos humanos.
Akbari ocupó el cargo de viceministro de Defensa durante el mandato del expresidente reformista Mohamed Jatami (1997-2005) y fue detenido hace tres años.
El Ministerio de Inteligencia iraní ha descrito a Akbari «como uno de los casos más importantes de infiltración» de la seguridad del país persa sin presentar pruebas. EFE y Aurora
Fuente Aurora