La inflación de la eurozona da un respiro gracias a la energía, pero el proceso de contagio de la crisis en el conjunto de la economía continúa. El índice de precios de consumo (IPC) de los países del euro se moderó hasta el 9,2% en diciembre, nueve décimas menos que el mes anterior. El dato de la segunda lectura es igual que el de la primera, ofrecida por la oficina estadística de la Comisión Europea (Eurostat) a principios de mes, y que en ese momento sorprendió positivamente a los analistas. Sin embargo, la inflación subyacente, que es la que más preocupa a los bancos centrales para definir su política monetaria, escala al 5,2%, su máximo histórico.
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En un momento en el que desde Estados Unidos empiezan a llegar indicios de un menor ritmo en las alzas de los tipos de interés, gracias a la moderación de los precios, la Unión Europea también vive buenas noticias que, de continuar, presionarán al Banco Central Europeo (BCE) para que levante el pie del acelerador. El alivio se nota especialmente en España, donde la moderación de la energía impacta aún más gracias a su menor dependencia del gas ruso y medidas como la excepción ibérica. Nuestro país ya registra el IPC más bajo de toda la zona euro: un 5,5%.
La tasa de inflación en el conjunto del bloque experimentó su segundo retroceso consecutivo, después de haber escalado a máximos históricos en octubre, cuando alcanzó el 10,6% en la eurozona y el 11,5% en la UE. Cada vez más expertos consideran que el techo de la actual crisis inflacionista ya se ha tocado, habida cuenta de las temperaturas suaves y la caída del consumo que han provocado un espectacular descenso del precio del gas en pleno invierno. De hecho, ya está por debajo de los niveles de hace un año.
El alza de los precios de la energía en la eurozona se moderó al 25,5% desde el 34,9% de noviembre
En diciembre, el alza de los precios de la energía en la eurozona se moderó al 25,5% desde el 34,9% de noviembre, siempre respecto al mismo mes de 2021, mientras que el encarecimiento de los alimentos frescos fue del 12%, frente al 13,8% del mes anterior. Asimismo, los servicios subieron un 4,4% interanual, dos décimas más que en noviembre, y los bienes industriales no energéticos se encarecieron un 6,4%, tres décimas más que en el mes anterior.
Sin embargo, no todo son buenas noticias. Al excluir del cálculo el impacto de la energía, la tasa de inflación interanual de la zona euro se situó en diciembre en el 7,2%, dos décimas por encima del alza de noviembre, mientras que, al dejar fuera también el efecto de los precios de los alimentos frescos, el alcohol y el tabaco, la tasa de inflación subyacente subió dos décimas, hasta el citado máximo del 5,2%.
Entre los Veintisiete, 16 economías registraron tasas de inflación interanual de doble dígito, incluyendo nueve de la zona euro y Croacia, concentrándose los mayores incrementos de precios en Hungría (25%), Letonia (20,7%), Lituania (20%) y Estonia (17,5%). Por el contrario, las tasas de inflación armonizada menos intensas en diciembre correspondieron, además de a nuestro país, a Luxemburgo (6,2%) y Francia (6,7%). De este modo, el diferencial de precios favorable a España respecto de la eurozona se amplió en diciembre a 3,7 puntos porcentuales desde los 3,4 puntos del mes anterior.
La inflación de la eurozona da un respiro gracias a la energía, pero el proceso de contagio de la crisis en el conjunto de la economía continúa. El índice de precios de consumo (IPC) de los países del euro se moderó hasta el 9,2% en diciembre, nueve décimas menos que el mes anterior. El dato de la segunda lectura es igual que el de la primera, ofrecida por la oficina estadística de la Comisión Europea (Eurostat) a principios de mes, y que en ese momento sorprendió positivamente a los analistas. Sin embargo, la inflación subyacente, que es la que más preocupa a los bancos centrales para definir su política monetaria, escala al 5,2%, su máximo histórico.
Fuente El Confidencial