Si algo caracterizó al humor nacional en los últimos años -además de la inflación y el deterioro económico- fue la ya vieja y (no) querida grieta. Esa polarización política entre kirchnerismo y macrismo, peronismo y anti peronismo. Con las consignas que se prefieran, la sociedad estuvo -y está- marcada a fuego por la división, mayoritariamente en polos opuestos.
Durante mucho tiempo, ambos bloques funcionaron como un conjunto homogéneo, casi sin fisuras. Pero el paso del tiempo todo lo erosiona. Así, desde hace varios meses (y un poco más también) persiste un malestar interno en cada rincón. En efecto, las diferencias propias de cada espacio propiciaron la aparición de terceras vías y opciones que representan el hartazgo de este enfrentamiento.
Rispideces entre el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y la presidenta del PRO, Patricia Bullrich; mientras el expresidente Mauricio Macri deja correr agua bajo el puente y juega con su posible candidatura. En el Gobierno, asperezas indisimulables entre el Presidente Alberto Fernández y la vice Cristina Fernández de Kirchner. En el medio, el ministro de Economía, Sergio Massa, que puede ser el mediador, pero también hace su juego.
Ahora bien, las reyertas internas de uno y otro lado de la grieta ya hacen mella puertas adentro pero también hacia afuera. Sucede que este 2023 es año electoral y no hay margen para el error, menos aún en aquellas que van a las urnas de manera desdoblada. Y por supuesto, estos casos son los más complicados para Juntos por el Cambio y el Frente de Todos.
El inicio del calendario electoral marca que las primeras grandes disputas serán en Río Negro y Neuquén, el 16 de abril. En esa fecha, ambas jurisdicciones elegirán nuevo gobernador. No casualmente, en uno y otro caso los favoritos son los partidos provinciales. Separar la elección le da ventaja por sobre las fuerzas nacionales, naturalmente. Pero también hay una fuerte crisis interna en JxC y el FdT allí.
Juntos Somos Río Negro dio la nota en los últimos días luego de sellar un acuerdo electoral a ambos lados de la grieta. Por un lado, cerró filas con el sector mayoritario de la UCR, que le aportan unos porotos más pero fundamentalmente tiene como objetivo debilitar a Juntos por el Cambio, que lleva al diputado nacional del PRO, Aníbal Tortoriello, como candidato. El golpe apunta más a la suma en la Legislatura que en la general, donde todas las encuestas dan ganador al oficialismo provincial.
Pero el senador y candidato a gobernador de JSRN, Alberto Weretilneck, también ayudó a partir definitivamente al peronismo rionegrino. Socio de Martín Doñate en la Cámara Alta, reflejó un acuerdo similar para los comicios y en una misma jugada, dio el golpe de gracia a su archirrival, el ministro de Justicia de la Nación, Martín Soria. El PJ arrastraba conflictos de larga data entre ambos referentes y ahora quedó hecho un hervidero.
Y en Neuquén, el escenario no es más alentador para ninguna de las fuerzas nacionales. Una vez más, las fuerzas provinciales hicieron lo suyo. El diputado nacional del Movimiento Popular Neuquino, Rolando Figueroa, pateó el tablero y competirá por afuera para intentar ser gobernador. En su arrebato, se llevó consigo varias voluntades de uno y otro lado de la grieta.
El PRO anunció oficialmente su apoyo a Rolo, hecho que generó un cortocircuito puertas adentro, ya que el diputado nacional Francisco Sanchez quería ser candidato y tenía el aval de Patricia Bullrich. También pegó el grito en el cielo otro aspirante, Jorge Taylor. Y claro, también hay ruido en la UCR, donde el legislador nacional Pablo Cervi está en carrera por la gobernación, pero el presidente del partido en la provincia juega con Figueroa en la capital. En efecto, presentó su renuncia como máxima autoridad boina blanca.
El peronismo no está mejor plantado. A la clásica disputa entre el exsecretario de Energía de la Nación, Darío Martínez y el senador Oscar Parrilli, se le sumó un descontento general por el pobre desempeño del PJ y el FdT en los últimos turnos electorales. Y en los últimos meses, empezó a pegar fuerte la idea de un sector de ir con Figueroa al 16 de abril. No obstante, en los próximos días puede quedar sellado el apoyo a Ramón Rioseco, con Martínez como primer candidato a diputado provincial.
En cualquier caso, más allá de que haya acuerdo entre kirchnerismo y PJ, ya hubo fuga de dirigentes. Una de ellas fue la concejala capitalina Ana Servidio, quien es además prima del canciller Santiago Cafiero.
Lo que es claro es que las internas en las cúpulas del FdT y JxC a nivel nacional tienen un reflejo en las provincias, con fuerte impacto en las primeras dos en ir a las urnas. Y ya asoma irreversible, por más que de acá a octubre logren hacer las paces en Buenos Aires.
Fuente Mendoza Today