La Autoridad de Antigüedades de Israel (IAA) descubrió la huella de una mano en un antiguo foso que tendría más de mil años.
Las expediciones fueron cerca de las murallas de la Ciudad Vieja de Jerusalén, informó i24 News.
Según los expertos, la huella de la mano encontrada en Israel es consecuencia de las fortificaciones de la antigua Jerusalén.
En un comunicado, la IAA señaló: “En el curso de las excavaciones, se expuso parte de un profundo foso defensivo que rodeaba las murallas de la ciudad, que probablemente data del siglo X EC y posiblemente antes”.
“Se descubrió una huella de mano tallada inexplicable en un lugar tallado en la pared del foso”, continuó el mensaje.
Por su parte, Zubair Adawi, director de la entidad que realizó la investigación, declaró: “La gente no es consciente de que esta concurrida calle está construida directamente sobre un gran foso, un enorme canal excavado en la roca, de al menos 10 m de ancho y entre 2 y 7 m de profundidad”.
También, sobre el hallazgo, indicó: “El foso, que rodea toda la Ciudad Vieja, data de hace unos 1000 años, del siglo X d.C. o antes, y su función era evitar que el enemigo que asediaba Jerusalén se acercara a las murallas e irrumpiera en la ciudad”.
Para los investigadores, el foso, por las características que presentaba, se utilizo como un “obstáculo que frena al ejército atacante”.
Además, Eli Escuzido, representante de IAA, dijo que “muchos soñaron y lucharon por Jerusalén, y las fortificaciones de la ciudad son un testimonio silencioso”.
“Los hallazgos arqueológicos nos permiten visualizar los dramáticos hechos y las convulsiones que sufrió la ciudad. Uno realmente puede imaginar el tumulto y casi oler el humo de la batalla. Diariamente estamos desentrañando la intensa historia militar de la ciudad, y haremos grandes esfuerzos para exhibir los hallazgos al público en general”, sentenció.
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Fuente Vis a Vis