
Con la presencia de Mauricio Macri, quien se conectó desde Cumelén, los altos mandos del PRO se reunieron este martes para explorar una estrategia ante la escalada de conflictos en el esquema de Juntos por el Cambio en las provincias que desdoblaron las elecciones.
La cumbre por Zoom se convirtió en el campo de batalla de una nueva pelea entre Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta, figuras centrales de la oposición que aspiran a competir por la presidencia.
“El principal foco de la tensa discusión entre Bullrich y Larreta fue Mendoza, uno de los bastiones de la UCR, donde Omar de Marchi, titular del Pro local y aliado de Rodríguez Larreta, amenaza con disputarle a Alfredo Cornejo y Rodolfo Suarez el control de la provincia”, según reconstruyó diario La Nación.
“Fue una guerra, innecesario. No vale la pena”, comentó a ese mismo medio, con preocupación, uno de los asistentes apenas se desconectó. Macri intervino en el debate, pero procuró preservar el rol de árbitro en la puja entre sus herederos.
Como sea, Patricia Bullrich enfrentó a Horacio Rodríguez Larreta: acusó a De Marchi de instalar un clima de ruptura en Mendoza que podría tener consecuencias a nivel nacional. El argumento de la exministra de Seguridad es que en esta provincia hay PASO, por lo que el aliado de Larreta no tiene excusas para no usar ese mecanismo.
Macri y Vidal, entre otras autoridades de Pro, compartieron esa posición. Es más, el expresidente se mostró pesimista sobre la chance de un acuerdo entre De Marchi y Cornejo, por lo que sugirió explorar una posición. Dejó en claro que De Marchi debía competir en las primarias.
“El jefe porteño, escoltado por Diego Santilli y Eduardo Macchiavelli, buscó poner paños fríos frente a la ‘ansiedad’ de Bullrich y los radicales por resolver el tema de Mendoza. Remarcó que era necesario ‘defender el federalismo’ y darle autonomía a los referentes locales de Pro para que discutan y negocien con la UCR. Entre los armadores de Larreta sostienen que faltan dos meses para el cierre de listas en Mendoza, por lo que consideran que De Marchi tiene margen para discutir con el radicalismo”, según La Nación.
Lo que sigue es novelesco. Textual:
La presidenta de Pro tiene otra estrategia: insistió en que era necesario definir antes de fin de mes ya que siete municipios de Mendoza adelantaron las elecciones. Por esa razón, dirigentes del partido fundado por Macri pedían definiciones de cúpula. “Es una locura lo que están haciendo”, bramaron cerca de Bullrich. La exministra intuye que Larreta activó un operativo para desgastarla y quitarle la chance de tener a Cornejo de compañero de fórmula. En el macrismo llama la atención que Larreta haya defendido de forma tan tajante a De Marchi, dado que con esa jugada podría en riesgo su alianza estratégica con un sector de la UCR. Si bien Gerardo Morales está enfrentado a Cornejo, pidió aplacar el conflicto en uno de las fortalezas electorales del radicalismo. Es más, en una de las últimas reuniones de la mesa nacional de JxC advirtió que esa actitud de Pro podría quebrar la alianza a nivel nacional.
Sin embargo, en el ala dura de Pro no descartan que Larreta actúe con la bendición encubierta de Morales para dañar a su adversario en el radicalismo.
El tono de la discusión subió a medida que pasaban los minutos y, como no lo lograban llegar a un acuerdo, Bullrich propuso una votación. Estaba confiada de que su postura se impondría. Los larretistas sugirieron que no les parecía adecuado tomar una determinación sin volver a consultar a De Marchi. “No nos podemos comprar la ansiedad de los radicales. Es una trampa”, esgrimieron. Insistieron en que el Pro debía respetar la autonomía de las autoridades provinciales e intervenir cuando falten quince días para el cierre de listas en caso de que no haya una tregua.
Finalmente, los jefes de Pro decidieron que Macchiavelli y Federico Angelini, los representantes del partido fundado por Macri en el comité que diseñó JxC para resolver los armados en las provincias, irán a persuadir a De Marchi para hallar una solución. La titular de Pro remarcó que había que definir entre 21 y el 25 de febrero, antes del Día D, por el cierre de listas en siete distritos. “Piensan que con esto dañan a Patricia, pero están poniendo en riesgo el armado nacional”, afirman en el búnker de Bullrich.
En el entorno de Larreta desestiman esos reclamos. De hecho, De Marchi argumenta que las elecciones en Mendoza son desdobladas, por lo cual una eventual ruptura no afectará al frente nacional de JxC. En las filas del larretismo insisten en que privilegian la pertenencia de Pro al conglomerado opositor, pero consideran que JxC no está constituido en la provincia gobernada por Suarez, ya que Pro, la CC y el Partido Demócrata no integran el frente Cambia Mendoza.
Larreta y sus laderos no quieren quedar como promotores de un quiebre, pero consideran que Bullrich dejó de actuar como titular de Pro y mueve las fichas y teje alianzas en el interior con el sello del partido, pero con un único objetivo: fortalecer su candidatura. Es decir, creen que antepone su proyecto presidencial a los intereses del partido.
De Marchi ata la integración de Pro a la coalición local -que conforman desde Libres del Sur hasta el Partido Socialista- al plan que presente la UCR para la provincia. Pide que sintonice con los valores de JxC.
Fuente Mendoza Today