Agustín Rossi asumió ayer como jefe de Gabinete para el último tramo del mandato de Alberto Fernández. En los nueve meses que restan de gestión se comprometió ante el Presidente a buscar la unidad del Frente de Todos, agilizar la tarea con los ministerios y dar respuesta inmediata a los problemas económicos que acechan a la Argentina.
El ambicioso plan de Rossi en su aterrizaje forzoso en la Jefatura de Gabinete que dejó Juan Manzur para volver a la gobernación de Tucumán se desplegará en medio de una interna feroz del oficialismo, ante una campaña presidencial de alto voltaje político que se dará con el telón de fondo de una economía alicaída. Nada fácil para el “Chivo” Rossi como lo conocen en el PJ.
Sin embargo, al tomarle juramento ayer en el Museo Bicentenario de la Casa Rosada Alberto Fernández se mostró confiado en que Rossi va “a trabajar junto a mi para preservar la unidad”, según remarcó en un acto donde hubo buena parte del arco político del Frente de Todos, legisladores y dirigentes del sindicalismo. Aunque hubo una ausencia notable de los gobernadores peronistas. Ni un solo mandatario provincial se acercó a la asunción de Rossi.
CHARLA RESERVADA
En una charla reservada que mantuvo con el Presidente en el primer piso de la Casa Rosada poco antes del acto de la jura, Alberto Fernández le pidió a Rossi que no se detenga en peleas internas, dialogue con todos los sectores y muestre la gestión “en cada rincón del país”, según dijeron a El Cronista fuentes calificadas del Gobierno. Fue una reunión de una hora a solas de más de una hora.
Los referentes del albertismo evalúan que entre los planes de Rossi está también la idea de no perderle la pisada a “Wado” de Pedro, el inquieto ministro del Interior cristinista que en los últimos tiempos cuestionó en forma indirecta al jefe de Estado y hace una semana selló una pax romana con Alberto Fernández en Olivos que nadie sabe cuánto durará.
Antes del encuentro en el despacho presidencial, Rossi había estado reunido con Manzur y el vicejefe de gabinete Juan Olmos para interiorizarse sobre los aspectos técnicos y políticos de la Jefatura de Gabinete.
Los allegados a Rossi remarcaban ayer que en el acto de jura estuvo “todo el abanico frentetodista”. Así, se vio desde el ministro de Economía Sergio Massa, al de Defensa, Jorge Taiana; la ministra de Desarrollo Social, Victoria Tolosa Paz; el ministro del Interior, Wado de Pedro; hasta los gremialistas de la CGT Héctor Dáer y Hugo Moyano; Hugo Yasky de la CTA pasando por la abuela de Plaza de Mayo Estela de Carlotto, el jefe de bancada de diputados Germán Martínez y el intendente de La Matanza, Fernando Espinoza, entre otros.
Es cierto que Rossi representa un eje articulador en la interna de alta cúpula del FdT: tiene muy buena relación con el Presidente y al mismo tiempo es un hombre al que Cristina Kirchner respeta mucho y le tiene aprecio. De hecho, el ahora jefe de ministros fue referente político en los gobiernos de Néstor Kirchner, Cristina Kirchner y Alberto Fernández. Fue concejal de Rosario, diputado nacional por Santa Fe, dos veces presidente de bloque, integrante del Parlasur, dos veces ministro de Defensa e interventor de la Agencia Federal de Inteligencia.
PERFIL AGIL Y MOVEDIZO
Así, la jefatura de Gabinete en manos de Rossi tendrá en adelante un perfil mucho más ágil que la impronta que le dio Manzur. Por lo pronto no habrá grandes reuniones de gabinete, sino que se tratará de una gestión marcada por los encuentros personales de los ministros con el nuevo jefe de Gabinete.
“Rossi aportará al gobierno su experiencia en la gestión, su capacidad de trabajo y su compromiso con el Frente de Todos. Enfocará su trabajo cotidiano en encuentros de trabajo individuales con las y los ministros”, dijeron allegados al jefe de Gabinete.
La ausencia notable de gobernadores en el acto de jura de ayer no fue motivo de malestar para Rossi. Sus allegados entendieron que los mandatarios provinciales estarán hoy en Buenos Aires para la reunión de la mesa nacional del Frente de Todos donde el nuevo jefe de Gabinete tendrá una activa participación.
Por el contrario, Rossi asegura que tendrá un diálogo permanente con los gobernadores del PJ y escuchará también a los mandatarios de la oposición. La idea es que la gestión nacional llegue a cada rincón del país y sea trampolín para la campaña presidencial del candidato ungido finalmente por el Frente de Todos.
Por lo pronto, Rossi mantendrá en la estructura de poder al vice jefe de Gabinete Juan Olmos, un hombre de confianza del Presidente aunque no está claro si seguirá con los funcionarios que estaban con Manzur. Después de todo, el nuevo jefe de ministros quiere darle una nueva impronta a ese cargo.
Fuente El Cronista