La deuda pública terminó 2022 en 1.502.505 millones de euros, un 113,1% del PIB, lo que supone el cierre de año más elevado de la serie histórica, según la información actualizada este viernes por el Banco de España. Sin embargo, el dato se encuentra 2,1 puntos por debajo del compromiso adquirido en el plan presupuestario que el Gobierno envió a Bruselas, gracias a un crecimiento económico que finalmente fue superior al esperado. También se acerca a la previsión para 2023, que es del 112,4%.
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El pasivo de las administraciones se incrementó en 75.267 millones a lo largo de 2022, un 5,3%, y acumuló un aumento de 279.150 millones, un 22,8%, desde el cierre de 2019, antes del inicio de la pandemia, aunque en diciembre quedó por debajo del máximo histórico de noviembre (1.505.538 millones). Pese a ello, la ratio entre la deuda y el PIB se ha reducido en 5,2 puntos durante el último año.
El Ministerio de Asuntos Económicos ha celebrado el dato, que caracteriza como “la mayor reducción del endeudamiento de las administraciones públicas registrada en la historia reciente“, y recuerda que el descenso es de más de siete puntos desde el final de la pandemia. “Esta importante reducción de la ratio de deuda PIB ha sido compatible con las medidas adoptadas para reducir la inflación y compensar a las familias y a los sectores económicos más afectados”, destacan fuentes del departamento dirigido por Nadia Calviño.
El escenario que plantea el Programa de Estabilidad 2022-2025 muestra un progresivo descenso del déficit a lo largo de los cuatro ejercicios hasta que la ratio deuda/PIB se sitúe en el 109,7% en 2025. Sin embargo, organismos como la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) han puesto en duda que España pueda cumplir estos objetivos, y alertan de la necesidad de un plan de consolidación fiscal que permita mantener las reducciones del déficit cuando la recaudación se modere debido al control de la inflación y el menor crecimiento económico, como está previsto para este año. De perpetuarse, advierten estas voces, las medidas para hacer frente a la crisis energética causarían un déficit estructural que comprometería la reducción del pasivo en los próximos años.
La deuda pública terminó 2022 en 1.502.505 millones de euros, un 113,1% del PIB, lo que supone el cierre de año más elevado de la serie histórica, según la información actualizada este viernes por el Banco de España. Sin embargo, el dato se encuentra 2,1 puntos por debajo del compromiso adquirido en el plan presupuestario que el Gobierno envió a Bruselas, gracias a un crecimiento económico que finalmente fue superior al esperado. También se acerca a la previsión para 2023, que es del 112,4%.
Fuente El Confidencial