
La corrupciĂłn en GuaymallĂ©n es un hecho probado: no solo por lo que dicen puntuales fuentes de informaciĂłn, todas ellas calificadas. TambiĂ©n hay documentos que lo revelan, irrefutables todos. La mayorĂa de ellos publicados por NĂ©stor Bethencourt en Diario Mendoza Today.
Y en ese contexto, un dĂa pasĂł lo que tenĂa que pasar: la cosa escalĂł a otros medios e incluso a la Justicia. Ya no se trata de señalamientos periodĂsticos, sino de denuncias penales. En este caso, por el robo de materiales de construcciĂłn que pertenecen a la comuna.
Ante tal situación, el intendente Marcelino Iglesias decidió aplicar el famoso dicho: “La mejor defensa, el ataque”. En lugar de dar explicaciones por el choreo. Como el tero, que grita en un lugar y en otro pone el huevo. Acaso para confundir.
“Aquellos que conviven con naturalidad con la arbitrariedad, defendiendo las insólitas medidas del Gobierno nacional y justificando todos y cada uno de los desatinos de este, no sorprende que ahora se hagan eco de una falsa denuncia, en su solo afán de igualar para abajo”, dijo el mandatario guaymallino a través de un “lavado” descargo público que no terminó de aclarar nada.
Allà mismo, acusó al diputado del Frente de Todos Lucas Ilardo, de ser un “habitual denunciante de imaginarios errores en el Gobierno provincial”, y de “mirar la paja en el ojo ajeno, sin ver nunca la viga en el propio”.
Iglesias tambiĂ©n acusĂł a los concejales del PJ JosĂ© Pozzoli y GastĂłn Aparicio: “Su defensa irrestricta de la condenada vicepresidenta de la NaciĂłn habla por sĂ sola de sus posturas y de la forma en que naturalizan quedarse con lo ajeno. Seguramente Ilardo, Pozzoli y Aparicio defienden a la principal responsable del ilĂcito por una cuestiĂłn partidaria”.
Acto seguido, el cuestionado intendente acusó a Ilardo de haber sido defensor de la candidatura de Luis Lobos, “al punto de compartir la boleta electoral durante la elección de junio de 2015, nunca vio nada irregular en el proceder de su compañero de andanzas y militancia”.
Nadie jamás defenderá desde Mendoza Today a Lobos, probado delincuente que purga prisiĂłn y deberĂa ser ejemplo de lo que es la corrupciĂłn en el poder. Pero el hecho de decir que este Ăşltimo ha robado, no lo hace mejor a Marcelino. Ni a Ă©l, ni a nadie.
Se insiste: lo que deberĂa hacer el mandatario comunal es dar las explicaciones del caso, si es posible ante la Justicia. Y dejar que los funcionarios judiciales trabajen de manera independiente.
Dicho sea de paso, no es la Ăşnica explicaciĂłn que deberĂa dar Iglesias. Los escándalos en GuaymallĂ©n se suman al paso del tiempo y acumulan millones y millones de pesos en hechos de corrupciĂłn que, en la mayorĂa de los casos, salen de las arcas de los vecinos del departamento que Ă©l mismo administra.
Lo del robo de materiales al municipio es casi una anécdota frente a todo lo demás. Como reveló este diario, la comuna viene gastando una millonada de plata en cosas innecesarias, tales como bocados de ciervo ahumado y otros productos suntuosos.
Está claro que la discrecionalidad y el robo ya no son una excepción en Guaymallén, son la triste normalidad. Por más que a Marcelino le guste gritar como un malogrado tero.
Fuente Mendoza Today