El diputado nacional y precandidato presidencial Facundo Manes ratificó una vez más su interés por competir para la presidencia de la Nación este año y recordó que viene recorriendo el país hace años, conociendo la situación sobre todo de los sectores más vulnerables en la provincia de Buenos Aires, en el conurbano. “No necesito un focus group para que me cuenten como está la sociedad argentina. Es una sociedad que es mejor de la dirigencia, más allá de todos los problemas. Y si bien no espera nada de la dirigencia, espera algo diferente, que una dinámica social cambie esto”, analizó.
En diálogo con CNN Radio Argentina, señaló: “Si me preguntás como médico cual es el mayor problema del paciente Argentina, es que no madura. No hay madurez en la discusión política, en la discusión de desarrollo. Estamos en internas, en novelas, con la gente divorciada de la política”.
Para Manes, “no le encontramos la vuelta para salir de años de decadencia e involución, es uno de los pocos países del mundo que va para atrás”, y advirtió que “estar mal no es una construcción. La construcción es del Gobierno que quiere explicar algo opuesto a la realidad”.
En este sentido, dijo ver “un gran riesgo este año de que haya poco interés en las elecciones. La sociedad está desesperanzada, y hay un riesgo enorme de la democracia. Acá, para mí, la democracia tiene una enorme deuda con la gente. Por eso la gente está desilusionada, desconfía del sistema. Y tenemos que tener cuidado, porque hay gente que denosta el sistema y convierte la frustración en odio. Y otro de los peligros que tenemos es que el discurso de odio capte la frustración”.
De cara a lo que debe hacer el próximo Gobierno, Manes afirmó que “debemos invertir el planisferio de Alfonsín. Hace 40 años Alfonsín decía que con la democracia se come, se educa y se cura. Ahora deberemos decir que solo el desarrollo garantiza democracia. Tendremos instituciones fuertes cuando tengamos ciudadanos convencidos, no al revés. Hoy vemos chicos de clase media y alta que se quieren ir del país, y los chicos de clases bajas se quieren ir de la democracia. Y en vez de discutir esto, discutimos la supuesta creación mental de los argentinos que sufren, un disparate”.
Tras advertir que “no hay espacio para la campaña tradicional. La gente está muy irritada con la política, sufre, no llega a fin de mes”, el precandidato presidencial aseguró que “estamos construyendo y tenemos la determinación de ser una oferta electoral en las PASO. Pero, al revés de todos, estamos trabajando desde abajo para arriba. No estamos tan preocupados por la novela de las internas, que irritan a la sociedad. Este verano yo fui a la playa con mis hijos, no con los fotógrafos. Ver a políticos preocupados por su quintita irrita más, y creo que se viene una campaña que debe ser muy austera”.
Además, señaló que “hay una necesidad de cambiar a los mismos de siempre, las prácticas de siempre y las fórmulas de siempre que han convertido a Argentina en un país de pobreza que, a quienes tenemos qué comer y dónde dormir, nos debe avergonzar”.
“El desafío hoy es ganarle al discurso de odio. Debemos transformar esta bronca en prosperidad, desarrollo; una sociedad apática en una mayoría social que tenga mayoría legislativa y pueda cambiar Argentina, sino será una frustración más”, añadió.
De cara a las PASO, Manes aclaró que su mayor preocupación respecto a las internas de la coalición opositora es que “esta novela de candidatos e internas, que nos incluye a todos, se divorcie más de lo que pasa en el corazón de los argentinos hoy”.
El dirigente aseguró que “el otro miedo que tengo con esta novela de internas y candidaturas es que esto nos haga circular por el electorado tradicional de Juntos por el Cambio, y no nos permita seducir a quienes nunca nos votaron, a los que nos votaron pero se defraudaron, a los jóvenes que hoy no ven en Cambiemos lo nuevo como lo veían en 2015, a los sectores populares… Me preocupa que esta dinámica que está teniendo la coalición nos aleje de la seducción de posibles votantes, incluso del voto peronista desencantado. En mi opinión, nos estamos cerrando en el votante clásico de Cambiemos y no estamos abriendo la coalición”
“Muchos piensan que el que gana la interna opositora será presidente. Yo no lo veo así, yo veo que hay mucho trabajo para hacer, para ampliar la coalición a sectores que no nos acompañaron o no nos acompañan, y creo que hablar todo el día de candidaturas va en contra de generar una conexión con una sociedad divorciada de la política”, analizó.
Además, explicó que “hay que ganarle al Frente de Todos, porque han gobernado 16 de los últimos 20 años. Un amigo me decía que cuando Néstor Kirchner inició el gobierno con las commodities altas casi tiene un Plan Marshall. El país está cada vez peor, y hay que ganarles más allá de quien sea el candidato”.
“En la coalición opositora debemos entender que la gente no le cree a la dirigencia, que muchos se hacen los nuevos y están hace 30 años en el sistema, por eso no generan confianza”, agregó, para afirmar luego que “hay una gran bronca a los privilegios. Creo que lo que se va a votar este año es en contra de los privilegios, y más allá del candidato del Frente de Todos, nosotros tenemos que ofrecer algo diferente al 2015. En esa oportunidad fuimos una alianza anti kirchnerista. Fue acertado, porque había riesgo de autocracia; pero 8 años más tarde, incluso con un fracaso de nuestro gobierno en muchos aspectos, no podemos ir con lo mismo porque nuestra sociedad es diferente”.
“Argentina está trabada políticamente. El Congreso está trabado, el Ejecutivo está avasallando a la Corte Suprema. Y la inflación es un síntoma de una economía enferma y una disputa económica y política. La inflación es multicausal, y la política debe impulsar a que todo el sistema entienda un acuerdo a mediano y largo plazo, y entienda esto como central”, cerró.
Fuente Mendoza Today