CDMX, México. – Dos agentes de la Seguridad del Estado amenazaron este miércoles a Maricelis Cambara, madre de la directora del Centro de Información Legal Cubalex, Laritza Diversent. Los represores llegaron hasta la vivienda de Cambara, de 65 años, con el objetivo de que esta intercediera en la labor de su hija como defensora de derechos humanos.
Este “encuentro” ocurrió apenas dos días después de que Cubalex, junto a Justicia 11J y el Observatorio Cubano de Derechos Humanos, denunciaran la situación de los presos políticos y cómo la liberación de estos podría ser usada como moneda de cambio por la dictadura. Diversent piensa que este fue el motivo que llevó a la Seguridad del Estado a hostigar a su mamá en esta ocasión.
Los represores le sugirieron una vez más a Cambara que hablara con su hija para que esta dejara de “atacar a la Revolución y hablar mal del país”. Además, le pidieron que comparta con ellos información sobre la dirección de la abogada en Estados Unidos, así como otros datos. A cambio, el Estado le ofrecería atención médica, la cual es, supuestamente, gratuita y universal en el país.
Cambara tiene una discapacidad física debido a un accidente en la niñez, por el cual perdió movilidad en su pierna izquierda. Según le dijeron los oficiales, ellos tienen la potestad de facilitarle una cirugía para mejorar su calidad de vida y aliviar el dolor que sufre.
En el “encuentro” los agentes le comentaron a la mujer que ellos conocían que el pasado 17 de enero había visitado la Embajada de Estados Unidos en La Habana, donde le había sido negada una visa para viajar a Estados Unidos. También le insinuaron que ellos no la iban a regular, como la habían amenazado anteriormente. En cada “encuentro”, la policía política intenta afectar emocionalmente a Cambara aludiendo a la posibilidad de que no se reencuentre con su hija.
Al respecto, la abogada Laritza Diversent declaró a CubaNet que seguirá con su trabajo. “Mi mamá tiene unas condiciones de salud y físicas que no son las ideales. Esto es una clara amenaza a mi familia por el trabajo de la organización”, dijo.
La jurista confirmó que, cada vez que ataquen a su familia, expondrá los hechos públicamente como evidencia de la naturaleza represiva del régimen. “Mi mamá no es activista. Es solo la madre de una defensora de derechos humanos”, apuntó.
En agosto de 2021, un represor amenazó tácitamente a Cambara con que hasta ella podría ser juzgada por el trabajo de su hija. También la amenazaron con que podían interceptar a Diversent en Estados Unidos u otro país y llevarla hasta Cuba para juzgarla. Incluso, le aseguraron que podían detener en Estados Unidos a su nieto, el hijo de Diversent, y obligar así a la abogada a entregarse para liberarlo. En ese momento, Cambara se encontraba con su mamá convaleciente, quien murió a los pocos días.
“El mensaje es que la tienen en sus manos y pueden hacer lo que quieran”, sentencia la abogada. Diversent responsabiliza al Gobierno cubano de cualquier incidente que afecte a su madre. “La están torturando constantemente y la están desestabilizando solo por ser mi madre”, aseguró.
Fuente Cubanet.org