MIAMI, Estados Unidos. – El general cubano Rafael del Pino llamó a las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) de Cuba a rebelarse contra el posible injerencismo en Cuba de Vladímir Putin, el presidente de Rusia.
En el dossier No. 6 del laboratorio de ideas Cuba Siglo 21, Del Pino enfatiza que “las FAR tienen la misión de proteger a los cubanos, no al Kremlin” y llama a los militares cubanos a tomar acción: “Desde el momento en que nuestros oficiales patriotas conozcan que los oligarcas de GAESA quieren ofrecer facilidades logísticas ofensivas a Putin para apoyar desde el hemisferio occidental su invasión imperialista a Ucrania, deben proceder a rebelarse y detenerlos por traición a la Patria”.
El general Del Pino, quien ha seguido el curso de la guerra en Ucrania desde su inicio, considera que las visitas del secretario del Consejo de Seguridad ruso Nikolai Patrushev a Cuba y Venezuela tienen el propósito de explorar la factibilidad de crear un teatro de operaciones navales del Kremlin en el hemisferio occidental.
Además, el militar cree que esa operación tendría un propósito disuasorio: hacer creíble la disposición de Putin a comportarse como un actor irracional capaz de cumplir su amenaza de acudir al uso del arma nuclear si el continuo apoyo occidental a Kiev pone sus tropas al borde del colapso.
Del Pino cree que, si el chantaje no le funciona a Putin y termina sacando sus tropas de Ucrania, todavía podría salvar la cara dentro de Rusia arguyendo que la guerra la hizo para evitar que la OTAN se acercara a las fronteras rusas, pero, al no ser posible, posicionó misiles con ojivas nucleares en el Caribe para dar una lección a Washington.
El general también llamó la atención sobre la reunión de los funcionarios rusos con represores cubanos, en la que los primeros se ofrecieron a colaborar para neutralizar las llamadas “revoluciones de colores” y las “actividades destructivas” que, según los representantes de los regímenes ruso y cubano, realizan aquellas organizaciones no gubernamentales que critican su corrupción y régimen autocrático de gobierno.
“El hecho de que esa conversación haya tenido lugar y de que esa ayuda haya sido ofrecida refleja la preocupación de los militares cubanos y rusos de que no todo está bajo control”, apunta Del Pino.
El militar también recuerda que, en 2023, “Cuba ya no es un país revolucionario y Rusia no es comunista. Ambos son Estados mafiosos y desarrollan una política exterior injerencista e imperialista. No hay consenso en la nación para enredarse en el siglo XXI en esta lógica sumisa y aventurera”.
Fuente Cubanet.org