MIAMI, Estados Unidos. – El régimen de la Isla prohibió la salida del país a un grupo de activistas cubanas que, el pasado 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, leyeron los nombres de las víctimas de feminicidio en el país a los pies de la estatua del doctor Enrique Faber, en La Habana.
“Yo me resigné a que de este país no voy a salir en un buen tiempo”, publicó en Facebook la activista trans Mel Herrera. “Seguridad del Estado me hace saber por una tercera persona que todas las que leímos los nombres de las mujeres asesinadas en Cuba por motivos de género y que pusimos flores en la estatua de Enrique(ta) Faber el pasado 8 de marzo estamos reguladas”, detalló.
La joven activista aseguró que, “por suerte”, sus planes de irse de Cuba nunca habían sido sólidos. “En el acto mismo de impedir abandonar el país a determinadas personas está implícita la idea de que irse sería un alivio y quedarse un castigo. Balón a su propia cancha. Lidien con su auto-odio y la auto percepción de lo que es el sistema para el que trabajan”, consideró.
Por su parte, la periodista y activista feminista Marta María Ramírez aseguró que “regular” es “un eufemismo del totalitarismo cubano para nombrar la violación de un #DerechoHumano, el de la movilidad”.
“Cuando esto ocurre contra mujeres ―explicó― es un crimen al que se suma la violencia machista de un #EstadoFeminicida. Cuando ocurre a mujeres feministas jóvenes, a una mujer trans, por leer sus demandas frente a una estatua, ponerle girasoles y nombrar en voz alta, en una directa, los nombres del subregistro de #Feminicidios en Cuba, el crimen machista es más evidente”, aseguró.
“Vienen a por las feministas, escribí hace meses. Y ahí están acosadas y violados sus derechos más elementales”, lamentó Ramírez. “Si las tocaban, les dije, machistas cobardes, voy a reunirnos a todas para regresar. Me voy a demorar porque yo no convoco a nadie y no tengo dinero. Pero lo voy a lograr. Y ese día vamos a reencontrarnos, abusadores”, advirtió.
Aunque no ha trascendido el nombre de todas las activistas “reguladas”, Ramírez mencionó a la propia Mel Herrera, a Laura Vargas y Jéssica Sabina.
La categoría de “regulados” es usada de modo arbitrario por el régimen cubano para impedir la libertad de movimiento de la ciudadanía. Además de médicos especialistas y otros profesionales, la dictadura impide la salida de activistas y periodistas como represalia por sus críticas y trabajo.
Según el Instituto Patmos, la lista de regulados por motivos políticos supera los 250 activistas y periodistas.
En lo que va de año, que se sepa, fue “regulado” el activista matancero Neuris Rodríguez Suárez quien, el pasado 12 de febrero, esperaba viajar a México para participar en un curso de capacitación.
Fuente Cubanet.org