LA HABANA, Cuba. – El músico Osmany Hernández denunció en sus redes sociales el alarmante estado de las instalaciones del Teatro Nacional, que desde hace años sufre un deterioro progresivo y hoy se encuentra a merced de las filtraciones y el comején.
“Momento incómodo en nuestra función este domingo 19 de marzo en el Teatro Nacional con la filtración habitual que se produce cuando llueve. Un piano, instrumentos de cuerda, director, músicos e instalaciones eléctricas mojadas…”, lamentó el fagotista, quien además pidió se acometan acciones para proteger uno de los pocos teatros que se mantienen funcionando en La Habana.
El Nacional es, además, sede de la Orquesta Sinfónica de Cuba, que cada domingo presenta obras de los grandes maestros de la música de concierto, cubana y universal.
La situación del inmueble, ubicado en la Avenida Boyeros, a pocos pasos de la Plaza Cívica, se suma a la del Gran Teatro de La Habana “Alicia Alonso”, el “Karl Marx” y el Auditorium “Amadeo Roldán”. Los dos primeros se encuentran invadidos por las termitas a pesar de las restauraciones recientes, mientras que el Auditorium permanece cerrado desde hace mucho tiempo, debido a una reparación capital insatisfactoria.
“Ojalá y tomen cartas en el asunto para salvaguardar uno de los pocos teatros que nos quedan (…). Nuestro Teatro Nacional ya tiene comején por doquier y un creciente deterioro de las instalaciones e instrumentos musicales que allí se guardan, como las arpas”.
El post, escrito en un tono respetuoso y mesurado, refleja un problema grave, no solo en lo tocante a la destrucción de uno de los teatros que más público convida cada año, sino porque para un país pobre y endeudado como Cuba, es prácticamente imposible reponer los instrumentos que resulten dañados por la humedad o las plagas.
El artista incluye, además, un video en el cual pueden apreciarse las gotas de agua cayendo sobre atriles y músicos. Concluye su post haciendo un llamado a todas las personas a las que les interesa el arte, y alertando que “es mejor prevenir que lamentar la pérdida de una instalación medular, o una vida”.
Fuente Cubanet.org