Un gran jurado de Nueva York votó imputar al expresidente Donald Trump (2017-2021) en una causa relacionada con el pago a la actriz porno Stormy Daniels a cambio de su silencio.
Esta es, como recuerdan todos los medios estadounidenses, la primera imputación por delitos criminales a un expresidente de EE.UU. Oficialmente se anunciará en los próximos días y para entonces la Fiscalía de Manhattan habrá solicitado a Trump entregarse para ser citado por los cargos, que aún no se conocen.
A los pocos minutos de hacerse pública la imputación, Trump emitió un comunicado en el que reitera ser víctima de «una caza de brujas» y afirmó que esta decisión «se va a volver masivamente contra (el presidente) Joe Biden».
Acto seguido, posteó en su red, Truth Social, que la imputación «es un ataque contra nuestro país de un calado nunca visto (….) Estados Unidos es ahora un país del Tercer Mundo, una nación en grave declive».
El gran jurado, un órgano que estudia los casos y decide si hay base o no para la celebración de un juicio, ha sido seguido con gran atención mediática desde que hace diez días el propio Trump asegurara que sus 23 miembros iban a confirmar su imputación y acto seguido sería detenido, lo que finalmente no se produjo.
Hasta ayer mismo, se creía que el gran jurado pospondría su decisión hasta fines de abril, pero la decisión se produjo hoy por sorpresa.
Hay que recordar que la decisión del gran jurado se produce en vísperas del llamado «spring break», las vacaciones de primavera que suelen coincidir con la Semana Santa cristiana y la Pascua judía, unos días en los que muchas instituciones cierran o trabajan a media máquina.
Por su parte, The Wall Street Journal sostiene que el gran jurado examinó en sus últimas reuniones -que no son públicas, por lo que su contenido solo se conoce por filtraciones- un segundo caso de otra modelo de Playboy que también acusa a Trump de haberle pagado a cambio de callar sobre una relación sexual.
La modelo Karen McDougal, que fue «chica Playboy» del año en 1998, asegura que mantuvo una relación sexual con Trump durante diez meses en 2006, y llegó a un acuerdo para publicar su historia con The National Enquirer a cambio de 150.000 dólares, pero el diario -cuyo propietario es amigo de Trump- compró su testimonio para ocultarlo.
El detalle es importante, porque significaría que la acusación de Stormy Daniels ya no es aislada y que existe un patrón de conducta por parte de Trump, lo cual hace más factible su culpabilidad.
Hasta el momento, no se han producido movimientos de sus simpatizantes para protestar contra la decisión judicial, como él pidió si esto llegaba a ocurrir.
El exabogado de Trump Michael Cohen también emitió un comunicado, de tono muy comedido, en el que recordó fundamentalmente dos pilares del derecho: que todo imputado tiene derecho a la presunción de inocencia pero que al mismo tiempo dijo que le «consolaba» el hecho de que «nadie está por encima de la ley, ni siquiera un antiguo presidente». EFE
Fuente Aurora