España cumplió los objetivos de déficit público que el Gobierno se marcó para 2022 gracias al aumento extraordinario de la recaudación, motivado, entre otros aspectos, por la inflación. La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha presentado este lunes los datos para el ejercicio pasado, que registró un déficit del 4,8%, dos décimas inferior al 5% que el Ejecutivo remitió a Bruselas. Se trata de dos puntos menos que en 2021 y la mitad que en 2020, durante lo peor de la pandemia. Sin embargo, se encuentra por encima de las previsiones del Banco de España (4,5%) y de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (4,6%), debido a la moderación de la recaudación en la recta final del año.
La ministra ha destacado que es “compatible mantener una ambiciosa agenda social y al mismo tiempo cumplir con los principios de estabilidad presupuestaria“, y que este compromiso del Gobierno se mantiene pese a la suspensión de las reglas fiscales europeas. La clave, según ha reconocido Montero, además de la “prudencia presupuestaria”, es el récord de recaudación. Se trata del tercer año consecutivo que el Gobierno cumple con los objetivos enviados a Bruselas, pese a registrar un déficit de 63.800 millones de euros. “Hoy somos un país creíble”, ha dicho.
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Montero ha negado que la mayor parte del aumento de los ingresos públicos se deba al efecto del incremento de los precios: “El aumento de los ingresos públicos se debe a la creación de empleo y a la mejora de los beneficios empresariales. La recaudación aumentó un 14,4%, pero solo unos cinco puntos pueden explicarse por la inflación“. Estos datos contrastan con los que ofrece el Banco de España, que achaca la mitad del incremento al efecto de los precios. En cualquier caso, España ha cerrado el mejor ejercicio de la historia para la Hacienda pública: el año pasado, entraron 255.463 millones de euros en las arcas del Estado, 22.000 más que en 2021 y por encima de las previsiones del Ejecutivo.
Según la ministra, la mayor parte de ese incremento se ha dedicado a las medidas para paliar los efectos de la guerra de Ucrania y la crisis energética en los hogares. En total, unos 45.000 millones de euros, de los que 22.000 tuvieron impacto en 2022. Se trata, ha recordado Montero, del doble de lo que ha aumentado la recaudación el año pasado. De ellos, la subvención a los combustibles se ha llevado 5.700 millones, la gratuidad de los billetes de tren de cercanías y medida distancia, 570 millones, las ayudas directas al sector primario, más de 1.700 y el resto de ayudas a los hogares, 6.200. En total, el gasto público se incrementó un 3,6%, hasta rozar los 319.000 millones.
Montero ha defendido la progresiva focalización de las medidas, como piden los principales organismos internacionales, pero ha matizado: “No solo hay que atender a los más vulnerables, sino ayudar a las clases medias. Las medidas de fiscalidad protegen al 98 o 99% de la población, y al 1% le hemos pedido un esfuerzo adicional”. En ese sentido, ha negado que la rebaja del IVA de los alimentos sea regresiva, como apunta un informe publicado este jueves por el laboratorio de ideas EsadeEcPol.
IRPF y sociedades tiran de los ingresos
El récord de ingresos se debe, principalmente, al aumento de la recaudación por IRPF (15,8% más, hasta los 109.500 millones) y sociedades (20,8% más, hasta los 32.200 millones), lo que lleva al Gobierno a señalar la mejora económica, y no el incremento de los precios, como principal responsable. De hecho, la recaudación por IVA solo creció un 13,9%, hasta los 82.600 millones. Por último, los impuestos espaciales han obtenido 20.200 millones, un 2,5% más. Las rebajas fiscales, como las del IVA de la luz y el gas, han supuesto una merma de recaudación de casi 8.500 millones, frente al incremento de 1.600 de las medidas de ingresos adicionales.
Montero ve margen fiscal para luchar contra la inflación, aunque no ha aclarado si se extenderán las medidas existentes o se tomarán otras nuevas
Sin embargo, una parte del festival recaudatorio no tiene una explicación clara —ni siquiera para el Banco de España—, y es muy probable que toque a su fin durante este año. “La recaudación podía ser mejor si se registra un incremento de los salarios y se socializan los beneficios que están registrando las empresas”, ha dicho Montero en relación con las perspectivas de 2023. La ministra ve margen fiscal para seguir luchando contra la inflación, aunque no ha aclarado si se extenderán las medidas ya existentes o se tomarán otras nuevas.
No hay que olvidar que el Gobierno se ha comprometido a conseguir un déficit del 3,9% en 2023, justo en un momento en que el menor dinamismo de la economía y la moderación del IPC amenazan una parte del incremento de los ingresos públicos, como ya se ha visto a final de 2022. Y, además, a las puertas de la recuperación de las reglas fiscales europeas, prevista para 2024. “Cumpliremos”, ha tranquilizado Montero. Con la inercia actual, asegura, España llegará a 2025 con un déficit inferior al 3%, como pide Bruselas.
La ministra también ha destacado que la mayor parte de la reducción del déficit se debe al del Estado, que asciende al 3,1% del PIB, la mitad que en 2021. En cambio, el de las comunidades autónomas aumentó ligeramente, hasta superar el 1,1%, por encima de los objetivos del plan presupuestario remitido por el Gobierno a Bruselas. El Estado, ha asegurado Montero, ha transferido 37.000 millones de recursos adicionales a las autonomías desde el estallido de la pandemia. Las autoridades locales cerraron el año con un inusual déficit del 0,1%, como resultado de un ajuste contable relacionado con el pago de las liquidaciones de 2020. Sin ella, hubiera tenido un superávit del 0,04%.
Por último, la Seguridad Social registró un desequilibrio de casi 6.000 millones, un 0,5% del PIB. Es la mitad del 1% que experimentó en 2021. Montero ha destacado que esta reducción se debe a la mayor creación de empleo de calidad y, por tanto, con bases de cotización superiores, así como a la subida de las bases mínimas procedentes del alza del salario mínimo interprofesional. En total, la recaudación por cotizaciones sociales se ha incrementado un 5,1%. Pero también hay una trampa: los más de 18.000 millones de euros transferidos por el Gobierno a través de los presupuestos. Además, los gastos se redujeron un 0,6% gracias a la retirada de los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) y las prestaciones a los autónomos relacionadas con la pandemia.
España cumplió los objetivos de déficit público que el Gobierno se marcó para 2022 gracias al aumento extraordinario de la recaudación, motivado, entre otros aspectos, por la inflación. La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha presentado este lunes los datos para el ejercicio pasado, que registró un déficit del 4,8%, dos décimas inferior al 5% que el Ejecutivo remitió a Bruselas. Se trata de dos puntos menos que en 2021 y la mitad que en 2020, durante lo peor de la pandemia. Sin embargo, se encuentra por encima de las previsiones del Banco de España (4,5%) y de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (4,6%), debido a la moderación de la recaudación en la recta final del año.
Fuente El Confidencial