MIAMI, Estados Unidos. – En el marco del centenario del nacimiento de María Callas, la icónica soprano estadounidense de ascendencia griega, cantantes cubanas se unirán para rendir tributo a “La Divina” en una gala especial en el Teatro Nacional de La Habana, según reportaron medios oficiales cubanos.
La gala, titulada “Ellas cantan a María Callas”, reunirá a una quincena de intérpretes en la Sala Covarrubias bajo la dirección de Helson Hernández.
El concierto, que se llevará a cabo el 23 de abril, será una oportunidad para recordar la impronta de “la cantante de ópera más eminente del siglo XX”, según señaló Hernández en una conferencia de prensa.
Maria Anna Sofia Cecilia Kalogeropoulos, o simplemente María Callas (Nueva York, 1923 – París, 1977), trascendió el círculo de los amantes de la ópera gracias a su portentosa voz y su personal forma de abordar la interpretación de los personajes en escena. Con un estilo verista, sensual y moderno, Callas revolucionó el mundo de la ópera y se convirtió en un mito inolvidable.
Hija de un emigrante griego, Callas regresó con su familia a Atenas cuando tenía 13 años y poco después ingresó en el Conservatorio de la capital helena. Fue miembro de la compañía de la Ópera de Atenas desde 1940 hasta 1945, lo que le permitió familiarizarse con grandes papeles y ganar experiencia escénica. Durante esta época, interpretó obras como El contramaestre, de Manolis Kalomiris; Suor Angelica y Tosca, de Puccini; y Fidelio, de Beethoven.
Después de rechazar un contrato en el Metropolitan Opera House de Nueva York, Callas se trasladó a Italia, donde debutó en la Arena de Verona en 1947 con La Gioconda, de Amilcare Ponchielli. Este éxito atrajo la atención de otros prestigiosos teatros italianos, y su carrera despegó bajo la protección del eminente director de orquesta Tullio Serafin.
Callas interpretó obras como Turandot, de Puccini; Aida y La forza del destino de Giuseppe Verdi; e incluso Tristán e Isolda, de Richard Wagner (en versión italiana).
Su interpretación de Norma, de Vincenzo Bellini, en Florencia en 1948 la consagró como la gran soprano de su generación y una de las más destacadas del siglo. Durante la década de 1950, Callas protagonizó triunfos extraordinarios y recuperó obras olvidadas de autores como Luigi Cherubini, Christoph Willibald Gluck, Gioachino Rossini o Gaetano Donizetti.
A pesar de sus logros profesionales, su vida personal fue desafortunada: su matrimonio con el empresario G. B. Meneghini terminó en divorcio, y su relación con el millonario griego Aristóteles Onassis tampoco le proporcionó la felicidad ni la estabilidad que necesitaba.
La carrera de Callas perdió fuerza en la década de 1960, y en 1965 anunció su retiro de los escenarios debido a su frágil salud. Sin embargo, en 1974 realizó una gira de conciertos junto al tenor Giuseppe Di Stefano por Europa, Estados Unidos y Extremo Oriente, y también enseñó música en la Juilliard School.
Su repentina muerte en 1977, a causa de un ataque cardíaco, dejó un vacío en el mundo del canto lírico que ninguna otra soprano ha podido llenar.
Fuente Cubanet.org