
El año pasado, Irán registró tres sucesos importantes: el estallido de las protestas generalizadas de los jóvenes; el fracaso de las conversaciones sobre una posible vuelta al acuerdo nuclear; y la mejora de las relaciones militares con Rusia, en el contexto de la guerra en Ucrania.
Por Sima Shine y el Dr. Raz Zimmt
En el ámbito doméstico, la muerte de la joven iraní Mahsa Amini durante su arresto por parte de la «Policía de la Moralidad» provocó la ola de protestas más grave que enfrenta la República Islámica desde la revolución de 1979.
En el ámbito nuclear, las conversaciones entre Irán y las potencias occidentales para volver al acuerdo nuclear se han derrumbado y, en ausencia de un acuerdo, Irán avanzó hacia el umbral nuclear militar, incluida la capacidad comprobada para enriquecer uranio al nivel de 84 por ciento.
Por primera vez, si quisiera, Irán podría lograr avanzar hacia las armas nucleares en un corto período de tiempo.
En el ámbito internacional, en un paso sin precedentes, Irán se ha puesto del lado de Rusia en su guerra en Ucrania, suministrando drones y expertos.
A cambio, se han abierto nuevas oportunidades para que Irán reciba armas avanzadas (aviones de combate y defensa aérea) y mejore su situación económica.
¿Qué es probable que cambie en el próximo año?
Aunque las protestas han disminuido; se espera que el hecho de que el régimen no brinde una solución a la angustia civil y el incesante deseo de libertades políticas y civiles de la generación más joven continúe alimentando nuevas oleadas de protesta.
La actual crisis económica y la acalorada arena política antes de las elecciones parlamentarias previstas para principios de 2024 tienen el potencial de una escalada renovada en los conflictos entre el régimen y sus ciudadanos.
En vista de la posición de Irán sobre el umbral nuclear y el colapso de las conversaciones nucleares, aumenta el riesgo de una decisión iraní en favor de tomar medidas desafiantes adicionales, incluido el enriquecimiento de uranio al nivel militar (más del 90 por ciento), la retirada del Tratado de No Proliferación de armas nucleares (TNP) y, en determinadas circunstancias, incluso la obtención de armas nucleares.
Todo esto aumenta la probabilidad de un conflicto militar entre Israel e Irán.
Fuente: INSS The Institute for National Security Studies
Fuente Aurora