Investigadores de la Universidad Hebrea han creado variedades de tomate que mantienen una alta producción incluso en condiciones de extrema sequía.
Estudio sobre los tomates en la Universidad Hebrea
El estudio, publicado en la revista PNAS, fue liderado por el doctorando Shai Torgeman y el profesor Dani Zamir, de la Facultad de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente de la Universidad Hebrea. A través de un análisis profundo, identificaron interacciones entre dos regiones del genoma del tomate que dan como resultado un mayor rendimiento.
La nueva variedad de tomate consume menos agua y aumenta su rendimiento en condiciones climáticas extremas. Los resultados demuestran la eficacia de utilizar especies silvestres para el cultivo y mejora de plantas en la agricultura.
La estructura única de la nueva población, que permite una cartografía precisa de los genes en el tomate y la identificación de los efectos mutuos, tiene potencial para aplicarse en otras plantas en beneficio del aumento de la productividad futura.
Enfrentando la crisis climática y la escasez de agua en la Universidad Hebrea
Los tomates cultivados en condiciones de campo abierto requieren protección contra plagas, fertilización y riego a lo largo del tiempo. La crisis climática y la grave escasez de agua en todo el mundo exigen variedades alternativas y nuevos métodos de cultivo que aseguren beneficios adecuados para los agricultores.
Los investigadores cruzaron dos tipos de especies de tomate, un tomate silvestre de los desiertos del oeste de Perú y el tomate cultivado, con el objetivo de identificar qué regiones del genoma afectan importantes rasgos agrícolas, como el rendimiento. La secuenciación del ADN y el análisis exhaustivo de datos de 1.400 plantas se llevó a cabo durante más de cuatro años en el laboratorio del profesor Zamir.
Identificando interacciones entre genes en los tomates
El estudio demostró que mediante el uso de una población mayor y un mapa genético que incluye miles de marcadores, es posible identificar áreas en el genoma que tienen interacciones entre sí que aumentan el rendimiento.
El análisis genético de las variedades de tomate permitió a los investigadores identificar dos regiones en el genoma de la especie silvestre. Por separado, cada una de ellas no afecta al cultivo, pero cuando estas regiones del genoma aparecen juntas, se produce una contribución significativa a la fertilidad, incluso en condiciones secas.
Los resultados de la investigación revelaron que las dos regiones en los diferentes cromosomas daban lugar a un aumento del 20 % – 50 % en el rendimiento global del tomate en condiciones de regadío, así como en condiciones de sequía.
Comercialización de nuevas variedades de tomates
Actualmente, basándose en los conocimientos publicados, los investigadores están cultivando nuevas variedades con el objetivo de comercializarlas en el mercado alimentario.
Fuente Vis a Vis