El Primero de Mayo es una fecha simbólica para los sindicatos. Y tanto UGT como CCOO no quieren presentarse ante sus afiliados con una imagen de docilidad mientras los trabajadores no paran de perder poder adquisitivo. Ya ocurrió el año pasado, cuando las conversaciones para la renovación del Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC) —que sirve como referencia para la actualización de más de un millar de convenios y está caducado desde hace dos años— se rompieron por estas fechas. Ahora, la historia se repite: las centrales plantean un Día de los Trabajadores caliente, y advierten de que, si no hay una propuesta de la patronal CEOE para esa fecha, el diálogo para subir los salarios quedará herido de muerte.
La negociación colectiva encara la cuenta atrás sin avances durante el último mes, y los sindicatos centrarán las 73 marchas convocadas por toda España en presionar a la patronal. “La CEOE tiene que sentir el aliento de las calles de nuestro país exigiendo que acaben con la avaricia y con la usura que representan en algunos casos los beneficios empresariales”, ha dicho este jueves el secretario general de UGT, Pepe Álvarez, durante la rueda de prensa para presentar las movilizaciones.
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Si, en ese escenario, la patronal no se aviene a las reivindicaciones de los trabajadores, Álvarez amenaza con escalar el conflicto: “Tiene que haber reparto, y si no hay reparto [de la riqueza] el conflicto va a crecer. Si en un plazo muy breve de tiempo no tenemos un acuerdo con la CEOE, con toda seguridad las movilizaciones no solo se van a mantener, sino que se van a generalizar”. Los sindicatos ya se dieron como límite la fecha del 1 de mayo el pasado marzo, cuando presentaron su propuesta para la revalorización salarial.
Las centrales acusan a la patronal de no querer sentarse a negociar en serio. El secretario general de Comisiones Obreras, Unai Sordo, ha lamentado que la patronal no se haya corresponsabilizado en la actual espiral inflacionista, y advierte: “No queda mucho tiempo para acabar de definir qué quiere hacer CEOE respecto al AENC. Hay contactos, pero no hay una negociación digna de tal nombre. La paciencia de CCOO se ha acabado“. Los sindicatos dan 11 días a los empresarios para hacer una propuesta. De lo contrario, anunciarán en la propia manifestación del Primero de Mayo los detalles de un nuevo período de movilizaciones, como el que ya protagonizaron en la segunda mitad del año pasado, cuando la negociación estuvo paralizada durante más de ocho meses.
Trabajadores y empresarios se emplazaron para una nueva reunión a la vuelta de la Semana Santa que todavía no se ha producido
La última reunión del nuevo proceso de diálogo tuvo lugar el pasado 22 de marzo, y volvió a terminar sin acuerdo. Los sindicatos presentaron entonces una propuesta para subir los salarios un 13,85% en el trienio con cláusulas de revisión anuales indexadas no solo a los precios, sino también a la situación de las diferentes actividades económicas. Se abría, así, un espacio para el acuerdo con la CEOE, que siempre ha reivindicado fórmulas que liguen de alguna manera los sueldos a la productividad.
Para llevar adelante ese plan, las centrales también demandaban el concurso del Gobierno, a través de la creación de un observatorio de los márgenes empresariales que permitiese conocer la situación de cada sector a través de indicadores objetivos. Aunque el Ejecutivo se ha mostrado comprometido con esa idea, los sindicatos se han quedado a la espera de una contrapropuesta de la patronal que no acaba de llegar.
Trabajadores y empresarios se emplazaron para una nueva reunión a la vuelta de la Semana Santa que todavía no se ha producido y tampoco está prevista. Pese a todo, los sindicatos reconocen que las conversaciones continúan de forma discreta, aunque sin avances concretos, y piden a la CEOE un movimiento para salvar la negociación. “A día de hoy no damos por cerrado el ciclo. Estamos a tiempo, pero es evidente que el tiempo se acaba. Hagámoslo”, ha dicho Álvarez. De momento, la patronal aguarda, y fuentes de UGT que participan en la mesa advierten: “Si el 1 de mayo no hay un acuerdo, será el certificado de defunción de la negociación colectiva para los próximos años”.
El propio secretario general de Comisiones Obreras ha advertido de que lo que considera cerrazón de los empresarios puede suponer el final del Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva: “Esto no se va a alargar indefinidamente, o hay acuerdo o la negociación se va a romper. Y si se rompe la negociación, es probable que una buena herramienta como el AENC quede enterrada. Que se olviden del escenario de recuperar el AENC solo cuando le interesa a la CEOE“. Las mismas fuentes ven muy difícil seguir dialogando a partir del 1 de mayo, en un mes de campaña electoral para las elecciones autonómicas y municipales del 28-M y a las puertas del verano. Esto no significa, aclaran, que las negociaciones a escala sectorial o empresarial que están en curso también se rompan.
Los sindicatos mantienen la mano tendida, pero amenazan con el peor de los escenarios. Álvarez ha citado el ejemplo francés, donde los sindicatos han echado un pulso al presidente Emmanuel Macron por la reforma de las pensiones, para alertar de que una movilización “se sabe cómo se empieza, pero no cómo se acaba“. En cualquier caso, el secretario general de UGT ha sugerido que las manifestaciones se centrarán en los ámbitos sectoriales, como ha ocurrido hasta ahora, y vinculados siempre a la negociación colectiva. El objetivo es no involucrar aquellos trabajadores que ya han conseguido mejoras salariales.
CCOO y UGT reivindican que el 42% de los convenios colectivos firmados en 2022 tuvieron alguna cláusula de garantía, y más de 2,7 millones de empleados se beneficiaron de una subida media del 4,8%. Si a esto se le une el incremento de los sueldos de los funcionarios —un 9,8% en tres años—, el alza del salario mínimo y la actualización de las pensiones en línea con el índice de precios de consumo (IPC), más de 18 millones de personas han visto preservado todo o la mayor parte de su poder adquisitivo.
Mucho más combativo, Sordo no ha descartado incluso la posibilidad de la convocatoria de una huelga general: “Vamos a pasar de una lógica de negociación individual a una de convenios colectivos. Si hay un proceso de movilización general vinculada a convenios colectivos, es constatable que puede prender una movilización de calado”. El pasado otoño, las protestas bajo el lema ‘Salario o conflicto’ pincharon, y devolvieron a los sindicatos a la mesa de negociación. Esta vez, las centrales presionan a la CEOE con un Primero de Mayo que reivindica un mejor reparto de la riqueza en plena crisis inflacionista: ‘Subir salarios, bajar precios, repartir beneficios’.
El Primero de Mayo es una fecha simbólica para los sindicatos. Y tanto UGT como CCOO no quieren presentarse ante sus afiliados con una imagen de docilidad mientras los trabajadores no paran de perder poder adquisitivo. Ya ocurrió el año pasado, cuando las conversaciones para la renovación del Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC) —que sirve como referencia para la actualización de más de un millar de convenios y está caducado desde hace dos años— se rompieron por estas fechas. Ahora, la historia se repite: las centrales plantean un Día de los Trabajadores caliente, y advierten de que, si no hay una propuesta de la patronal CEOE para esa fecha, el diálogo para subir los salarios quedará herido de muerte.
Fuente El Confidencial