MADRID, España.- “Dos veces he estado en la Isla, la una tres meses y la otra mes y medio (…)”, asegura Alejandro de Humboldt en su Ensayo político sobre la Isla de Cuba. Luego describe: “La vista de La Habana, a la entrada del puerto, es una de las más alegres y pintorescas de que puede gozarse en el litoral de la América equinoccial al norte del Ecuador (…) la gracia que en nuestros climas adorna las escenas de la naturaleza cultivada, se mezcla allí con la majestad de las formas vegetales (…)”.
El sabio alemán, que falleció en Berlín el 6 de mayo de 1859, fue catalogado por el pedagogo y filósofo cubano José de la Luz y Caballero como el “segundo descubridor de Cuba”, por el aporte de sus investigaciones a la geografía insular, tras recorrerla; a su flora, fauna, clima, geología, suelos y la producción de caña de azúcar.
Naturalista, geógrafo y geólogo, Humboldt nació en Berlín el 14 de septiembre de 1769. Durante cinco años anduvo por el continente americano. La exploración del río Orinoco le permitió coleccionar muchas especies biológicas y botánicas. Para el final de su vida, contaba con miles de plantas.
En sus extensos viajes de investigación científica por las Antillas, centro y sur América, de 1799 a 1804, junto con el botánico francés Aimé Bonpland, incluyó Venezuela, Cuba, Ecuador, Colombia, Perú y México, regiones a las que legó invaluables conocimientos.
A la bahía de La Habana llegó en diciembre de 1800 y hasta marzo estuvo explorando sitios como El Fondeadero, cerca de San Antonio de los Baños, Río Blanco, Managua, Guanabacoa, Regla, San Antonio de las Vegas, Wajay y Bejucal, entre otros. Y compartió con importantes personalidades del momento. Realizaría su segunda visita en 1804 y en 1807 aparecería la inicial edición del Ensayo político sobre la Isla de Cuba, traducido primero al francés y después al inglés y al español.
Al morir tenía 90 años y decenas de viajes por el mundo que avalaron sus estudios y grandeza. El Parque Nacional “Alejandro de Humboldt” en la zona oriental de Cuba, el Museo Alejandro de Humboldt en La Habana Vieja, un busto suyo en el Museo de Arqueología Guamuhaya de Trinidad y otros sitios, rememoran su paso por la Mayor de las Antillas.
Fuente Cubanet.org