A pesar de que el Gobierno asegura que los niveles de empleo en la Argentina mejoraron en los últimos años, la realidad en la calle parece ser otra en términos de oferta laboral: casi la mitad de los ocupados que no aprobaron el secundario residen en hogares en situación de pobreza y el 31,4% de las personas económicamente activas realizan trabajos de corta duración, escasa remuneración, son destinatarios de un programa de empleo con contraprestación o se encuentran desocupados.
La dura radiografía del empleo en la Argentina contempla otros llamados de alerta donde la calidad del trabajo y la remuneración hacen prever una desocupación más alta en los niveles de clase media del país.
Estas y otras conclusiones más alarmantes son las que se reflejan en el último informe del Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica Argentina (ODSA-UCA) que se acaba de publicar bajo el título de “Escenario laboral en el día del trabajador. Trabajo y educación“.
La calidad del empleo, la desocupación y las retribuciones al trabajo están fuertemente asociadas al nivel educativo de los trabajadores según este trabajo de campo que llevó adelante el equipo de la UCA bajo la coordinación del investigador Eduardo Donza.
Subempleo o desocupación
De esta manera, en el informe al que tuvo acceso El Cronista se alertó que “el subempleo inestable y la desocupación son diferenciales según el nivel de instrucción”.
Es decir, que cinco de cada diez trabajadores activos en la Argentina que no llegaron a aprobar el secundario se encuentran en alguna de estas situaciones. En el caso de los activos que tienen el secundario aprobado este indicador disminuye al 28,9%, en los que cursan o cursaron el terciario o la universidad, pero no se recibieron se ubica en el 29,1% y en los de nivel terciario/universitario aprobado es de solo el 6,8%.
“Todo este fenómeno de la degradación laboral se viene dando desde hace varios años. La pandemia generó un mayor golpe pero la inflación en aumento también atenta contra el salario y la situación de miles de trabajadores, explicó Donza en diálogo con El Cronista.
A la vez, el informe del Observatorio de la Deuda Social de la UCA revela que “el bajo nivel educativo limita las posibilidades de insertarse en un trabajo bien remunerado”.
En términos de resultados concretos: el promedio de ingresos mensuales de los trabajadores que solo alcanzaron estudios primarios es un 41% menor que el del total de ocupados, $ 47.357 y $ 79.616, respectivamente. Es decir, muy por debajo de la canasta básica de alimentos que según el INDEC se ubica en los $ 191.000.
Por el contrario, los trabajadores que culminaron los estudios terciarios o universitarios poseen un promedio de ingresos mensuales superior en un 61% al ingreso medio, $ 128.511.
Nivel educativo
El informe de la UCA revela también que el volumen de ingresos que cada trabajador aporta a su hogar se ve limitado por su nivel de instrucción, esto repercute en la calidad de vida de su familia.
Así, aproximadamente la mitad de los ocupados que no aprobaron el secundario residen en hogares en situación de pobreza. El 31,9% de los ocupados que solo tienen secundario aprobado reside en hogares en situación de pobreza, al igual que el 21,1% de los que cursan o cursaron el terciario o la universidad, pero no se recibieron y, solamente el 7,6% de los de nivel terciario/universitario aprobado.
En este sentido, Donza admitió que con niveles de educación bajos a los empresarios les resulta complicado tomar trabajadores y ello termina repercutiendo en la calidad y la remuneración de un empleo.
“Los niveles de desocupación más alta se dan en las clases medias donde el nivel educativo no permite tener mejores empleos y se trata de un sector que se ha empobrecido en los últimos años por diferentes factores”, destacó el investigador de la UCA que llevó adelante este informe detallado de empleo en la Argentina.
Datos del gobierno
El Ministerio de Trabajo emitió el viernes un informe con datos de empleo donde sostiene que la expansión del empleo asalariado registrado del sector privado continúa en los meses de febrero y marzo de 2023.
“Tanto la información de la Encuesta de Indicadores Laborales como la que surge del Sistema Integrado Previsional Argentino confirman esta tendencia. Con el incremento del empleo asalariado registrado en el sector privado observado en febrero de 2023, se acumulan 31 meses de crecimiento consecutivo, lo que da lugar al período de crecimiento del empleo más prolongado los últimos 14 años”, aseguró el ministerio a cargo de Kelly Olmos.
A lo largo de esta fase expansiva, según la Casa Rosada, 514 mil personas accedieron a puestos de trabajo asalariados formales en empresas privadas. Este proceso de expansión del empleo formal permitió recuperar el empleo perdido durante la pandemia y reintegrar la totalidad del trabajo asalariado formal desvinculado entre 2017 y 2019.
Sin embargo, los datos del Observatorio de la Deuda Social de la UCA interrogan sobre la calidad y durabilidad del empleo en la Argentina. El Gobierno dice que el poder adquisitivo del salario promedio del empleo asalariado registrado del sector privado “no sufrió una pérdida significativa” aunque los datos de la realidad e inflación contradicen esta aseveración.
Fuente El Cronista