Los sindicatos han perdido la paciencia ante el colapso de la Seguridad Social. Al menos Comisiones Obreras (CCOO) y CSIF, que han registrado este miércoles un preaviso de huelga general para el próximo 7 de septiembre, después de que la reunión de este martes de la Mesa de la Seguridad Social, en la que están presentes las centrales y el Gobierno, acabase sin acuerdo. Los representantes de los trabajadores rechazan el último borrador presentado por el Ejecutivo para desbloquear las negociaciones, ya que consideran que no servirá para resolver la actual situación de desborde de las oficinas, aquejadas por unas funciones crecientes, mientras han visto cómo pierden más del 20% de la plantilla en las últimas dos décadas.
Esta vez, la gota que ha colmado el vaso ha sido una carta enviada por la directora general del Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS), Carmen Armesto, y el secretario de Estado de Seguridad Social y Pensiones, Borja Suárez, en la que pedían a las direcciones provinciales que elaborasen una estimación del número de trabajadores dispuestos a hacer horas extras en las tardes de los lunes o los miércoles, cuando está previsto que las oficinas abran entre las 16:00 y las 18:00 horas durante los meses de mayo, junio, julio y agosto. Por cada cita previa resuelta, ya sea telefónica o presencial, el INSS remunerará con seis euros a los funcionarios, que no tienen por qué estar especializados en la atención al público.
Los sindicatos creen que la medida no resolverá la saturación y acusan al Gobierno de no haber llevado este tema a la mesa de negociación donde se discute el nuevo plan de recursos humanos. El último borrador presentado por el Ejecutivo contiene pocas novedades: insiste en una remuneración de 21 euros por cada hora extra e introduce la posibilidad del teletrabajo para las mismas, pero no colma las exigencias de las centrales. Tampoco de UGT, que, sin embargo, ha decidido consultar a la militancia y agotar las últimas vías de diálogo antes de sumarse a los paros parciales convocados para el 26 de mayo y el 2, 9, 16, 23 y 30 junio, además de la huelga del 7 de septiembre.
CCOO y CSIF, en cambio, han dado ultimátum al ministerio de José Luis Escrivá: tiene 48 horas para hacer un gesto si quiere evitar el primer paro general de la historia de la Seguridad Social.
Los sindicatos han perdido la paciencia ante el colapso de la Seguridad Social. Al menos Comisiones Obreras (CCOO) y CSIF, que han registrado este miércoles un preaviso de huelga general para el próximo 7 de septiembre, después de que la reunión de este martes de la Mesa de la Seguridad Social, en la que están presentes las centrales y el Gobierno, acabase sin acuerdo. Los representantes de los trabajadores rechazan el último borrador presentado por el Ejecutivo para desbloquear las negociaciones, ya que consideran que no servirá para resolver la actual situación de desborde de las oficinas, aquejadas por unas funciones crecientes, mientras han visto cómo pierden más del 20% de la plantilla en las últimas dos décadas.
Fuente El Confidencial