El precandidato a gobernador por Cambia Mendoza, Luis Petri, aseguró que “el peronismo hoy representa a la ‘Argentina planera’, no a los trabajadores”, habló sobre el riesgo de dividir el voto opositor con Javier Milei y planteó duras críticas al gobierno de Alberto Fernández y Cristina Kirchner.
En una entrevista con el portal Infobae, el dirigente advirtió que en su provincia “los presos en las cárceles comen mejor que los alumnos en las escuelas” y planteó la necesidad de encarar una baja de impuestos, como así también impulsar medidas para promover la creación de empleo.
– ¿Por qué tomó la decisión de lanzarse como precandidato a gobernador y enfrentar al oficialismo?
No está mal competir. De hecho, me parece que es lo natural y lo normal que existan alternativas. Lo hago porque quiero transformar Mendoza, porque la quiero cambiar. Me parece que se han hecho muchas cosas, pero resta mucho por hacer. Se administró bien la provincia en términos numéricos. Tenemos una buena administración financiera, pero hay que mejorar muchísimo. Generar empleo, por ejemplo, y para eso hay que bajar el gasto y bajar impuestos.
Esto lo tenemos que hacer prioritariamente en la provincia de Mendoza, porque hace más de 10 años que el empleo privado no crece, pese a que las provincias vecinas sí vienen creciendo significativamente. Lo viene haciendo en Neuquén y lo viene haciendo en San Juan.
Tenemos que potenciar nuestra matriz productiva, a partir de las economías del conocimiento. Estamos séptimos detrás de Buenos Aires, Capital Federal, Córdoba, Santa Fe, Neuquén y San Luis, que tienen más empleos vinculados a ese sector. Allí tenemos un enorme potencial por desarrollar. Y lo mismo pasa con el turismo, que lo tenemos que diversificar y generar una oferta turística que se adecue al bolsillo del turista. Hoy, la provincia se promociona con un turismo ABC1 o dolarizado, y eso justamente comprime las posibilidades que tiene Mendoza a la hora de desarrollar todo el potencial turístico, que no se agota en el vino y en las bodegas y en la gastronomía de alta gama, sino que tiene un potencial enorme a partir de la montaña, que es el principal activo de la provincia.
Hay que desarrollar Mendoza para que haya empleo y hay que ampliar la matriz productiva. Todos sabemos que el principal problema que tenemos los mendocinos y los argentinos es la inflación, con un acumulado de más del 104%. Cuando vas a pagar en el supermercado, la cuenta no te deja mentir y la heladera tampoco, más allá de lo que pueda decir el gobierno.
Ahora, el principal problema que nosotros podemos resolver desde Mendoza es el de la seguridad. Allí es donde me he especializado, donde trabajé fuertemente. Creo que hay tres maneras de pararse frente al problema de la inseguridad.
– Déjeme hacer un punto ahí y después volvemos. ¿Por qué no hubo acuerdo para participar o integrar la fórmula oficialista, del otro candidato, que es el ex gobernador Alfredo Cornejo?
Porque hay visiones distintas y me parece que es sana la competencia. Así como es sana la competencia a nivel nacional, es sana la competencia a nivel provincial. Que sean los mendocinos los que decidan qué futuro quieren para ellos y para sus hijos. Lo bueno es que el espacio presenta esa competencia. Lo tiene a Alfredo y me tiene a mí. Claramente tenemos visiones distintas en muchas cosas, coincidencias en otras, esto me parece que enriquece el debate.
– Me interesa en qué lo diferencia.
Para mí es fundamental bajar el gasto público y hay que administrar eficientemente los recursos, hay que bajar impuestos. Voy a poner dos ejemplos: la provincia de Mendoza recauda por Impuesto Inmobiliario 8.000 millones de pesos. Es el equivalente a todo el gasto de la política provincial: 5.000 millones de pesos gasta la Legislatura provincial y entre 200 y 300 millones de pesos gasta cada Concejo Deliberante. Si nosotros bajamos el gasto de la política, vamos a poder bajar el Impuesto Inmobiliario, que hoy le pega a todos los mendocinos. Ahora, vamos al Impuesto Automotor, que recauda 15.000 millones de pesos, que es equivalente a lo que gasta la provincia de Mendoza en mantener su sistema penitenciario.
Cada preso le cuesta a la provincia tres millones de pesos anuales. Ahí es donde creo que hay que establecer distintas prioridades. Yo quiero que coman mejor los chicos en las escuelas que los presos en las cárceles y esto hoy no está ocurriendo.
– ¿Hoy en Mendoza comen mejor los presos que los alumnos?
Sí, claro, exactamente. Los presos tienen un servicio de catering mientras que los chicos en las escuelas comen comida que elaboran las celadoras de las escuelas, con todo el amor del mundo, que en muchos casos hasta llevan sus propios condimentos para darle más sabor a la comida.
Pero sin lugar a dudas comen mucho mejor los presos en las cárceles que los chicos en las escuelas. Por eso quiero presos sin privilegios y chicos con presupuesto, porque el principal requisito para que mejore la calidad educativa es que el chico esté bien alimentado y ahí es donde no podemos fallar. Tenemos que destinar todos los recursos para que los chicos coman mejor que los presos en las cárceles y esto no está ocurriendo.
Me preguntaba usted sobre las diferencias y creo que una de las cuestiones que tenemos que revisar es el “Ítem Aula”, que se dispuso en el gobierno de Alfredo Cornejo, y que generó fuerte resistencia por parte de los docentes.
– ¿Qué es el “Ítem Aula”?
Es un sistema de control de ausentismo. Si el docente falta, se le descuenta. Esto, sin lugar a dudas, tiende a evitar las avivadas. Ahora ese sistema de control de ausentismo no puede ser el eje de la política educativa. Esto repercutió negativamente en los docentes provinciales y creo que hay que revisarlo, hay que ajustarlo, hay que reparar las injusticias, junto con los docentes, sentados en la mesa y hay que recomponer la relación con los docentes en la provincia de Mendoza, que está rota.
Es fundamental la recomposición de esa relación con los docentes, porque no se va a poder mejorar la calidad educativa, ni a luchar contra la deserción escolar, si no está como un aliado el docente. El maestro es el que hace el milagro educativo en el aula y tiene que ser un aliado insustituible a la hora de garantizar calidad educativa, luchar contra la deserción escolar y enfocar una educación para el trabajo.
– Hablaba recién de sus diferencias con Cornejo y sus propuestas distintas…
No son diferencias, son visiones distintas, como en la cuestión presupuestaria, que para mí es clave. Bajar el impuesto automotor, bajar el impuesto inmobiliario. Se puede hacer. Si bajamos el gasto de la política, si bajamos el gasto que tiene el sistema penitenciario y si priorizamos de otra manera los recursos.
– Iba a abordar las diferencias con Omar De Marchi, un dirigente importante de Juntos por el Cambio de Mendoza que dio un portazo y presentó una candidatura por fuera de Cambia Mendoza. ¿Qué pasó?
Es lo normal que Cornejo y yo compitamos dentro del mismo espacio, con visiones distintas, probablemente, como decía. Pero los dos queremos fortalecer Juntos por el Cambio y Cambia Mendoza a nivel provincial, porque creemos que es la mejor herramienta para combatir el populismo que está a la vuelta de la esquina.
A mí no me da lo mismo ir dentro de Cambia Mendoza o ir por fuera con gente del Frente Renovador o con gente del kirchnerismo. No me da lo mismo, porque sería un contrasentido que nos alíasemos al kirchnerismo a nivel local y, posteriormente, saliésemos a cuestionarlos a nivel nacional. Me parece que esas contradicciones la sociedad no las permite. El gran rival que hoy tenemos que derrotar en la República Argentina es el populismo, que lo encarna claramente el kirchnerismo. Y allí no nos podemos dividir. La Rioja es un ejemplo: las posibilidades del oficialismo se incrementan cuando hay división.
– ¿Qué pasó que no encontró garantías De Marchi para competir dentro de Cambia Mendoza?
Las garantías estaban. Hay boleta única, hay PASO, estaban todas las garantías. No soy quién para responder, lo debería haber responder de Marchi, ahora las garantías estaban y las posibilidades de participar, también.
– ¿Hicieron el intento para que no se fuera?
En eso no participé, pero soy el ejemplo de que las garantías estaban para participar, porque lo estoy haciendo dentro de Juntos por el Cambio, dentro de Cambia Mendoza y estoy compitiendo contra Alfredo Cornejo.
– Hablaba sobre las propuestas para Mendoza en materia de educación, en áreas de la producción.
Y también las tengo en el tema de seguridad. En el año 2008 fui autor de una ley que prohíbe los celulares en las cárceles y establece la necesidad de colocar inhibidores de señal, para que no puedan usar al celular. Esa ley se aprobó en el año 2017, de mi autoría, en el Congreso de la Nación y es ley nacional. Desde hace 15 años en la provincia de Mendoza no se colocan inhibidores de señal y se demostró en Santa Fe, a partir de un informe del Ministerio Público, que ocho de cada diez homicidios se planifican dentro de las cárceles y se ejecutan fuera.
Es importantísimo que se prohíba el uso de celulares dentro de las cárceles, porque terminan funcionando como coworking delictuales y, en definitiva, terminan poniendo en peligro a la sociedad. Se tiene que implementar el uso de pistolas Taser en la Policía. Lo presenté en el Congreso de la Nación para regular y autorizar el uso. Se tiene que tecnificar a la Policía. Tenemos en Mendoza una tasa de robos que es similar a la tasa de robos de la provincia de Santa Fe. Para combatir el robo, se necesita mucha tecnología, mucha capacitación y reentrenamiento policial. Mucha prevención y, fundamentalmente, se necesita leyes duras que terminen de cerrar la puerta giratoria.
– ¿Es mano dura?
Ponele el nombre que quieras. Es combatir el delito con todo el poder que tiene el Estado y con todos los recursos que tiene el Estado. Hay que salir a perseguir la delincuencia. Decía que hay tres modelos a la hora de plantarse a enfrentar la inseguridad: uno es mirar para el costado, como hizo Sergio Berni, o como ocurrió en Rosario y hoy estamos pagando las consecuencias; el segundo modelo es administrar la inseguridad, para que más o menos los delitos no se eleven exponencialmente; y el tercero es salir a combatir el delito.
Si salir a combatir el delito, salir a combatir la delincuencia, hacerle la vida imposible a los delincuentes es ser mano dura, sí, soy mano dura.
– Para finalizar las cuestiones de Mendoza, porque quiero abordar otros temas, le pido un detalle de sus propuestas en materia productiva.
La respuesta o la solución a la producción vitivinícola de Mendoza pasa por exportar, pero hoy no están dadas las condiciones a nivel nacional. Hay un dólar pisado, restricciones a las importaciones, retenciones, no hay tratados de libre comercio, el Estado Nacional hace lo imposible para que, en definitiva, no lleguemos a exportar.
De hecho, la industria vitivinícola, mendocina y argentina, exportaba, el anteaño pasado cerca de mil millones de dólares y hoy exporta 825 millones de dólares. Tenemos más hectáreas que Chile, pero exportamos la mitad de lo que exporta Chile.
– ¿Por qué ocurre ese fenómeno?
Porque claramente no están dadas las condiciones para que exportemos. Chile exporta por 1.700 millones de dólares con 140.000 hectáreas, y Argentina con 200 mil hectáreas cultivadas exporta 825 millones. Hay que invertir esa ecuación y hay que duplicar las exportaciones vitivinícolas si queremos generar empleo, si queremos que sea rentable la industria vitivinícola.
– ¿Desde Mendoza qué se puede hacer para cambiar este presente?
Desde Mendoza son pocas las herramientas, ahora sí se puede ayudar. Por ejemplo, a los productores se los puede ayudar para que lleguen a estar en condiciones de exportar y, fundamentalmente, para que puedan enfrentar las contingencias climáticas. Y esta es una de las diferencias que yo estoy marcando.
En mi provincia se destinan 1.300 millones de pesos al sistema de lucha antigranizo, con aviones que bombardean las tormentas y que no dieron resultados, porque no es efectivo. Lo que digo es que esos $ 1.300 millones que se destinan al sistema de lucha antigranizo hay que destinarlos a comprar malla antigranizo, que es el sistema más eficiente, más eficaz y que resuelve definitivamente, por un periodo de 20 años, el problema de la piedra.
Se podría adquirir hasta 1.600 hectáreas de tela si esos recursos se destinaran a la lucha a la lucha antigranizo.
– Cambiar el sistema…
Claro. Hay que ir a la malla, ir al riego por goteo para mejorar la eficiencia hídrica. Son cuestiones centrales.
– ¿Y la plata de dónde sale?
Estamos hablando de que hay 1300 millones de pesos en el sistema de lucha antigranizo aéreo, más todo lo que destina el Estado una vez que la contingencia se produce, ocurre. El programa Recuperar Agro 2, que fue para las contingencias de la piedra, destinó 500 millones de pesos.
Si se hace en un periodo de cinco años, otorgando subsidio de tasa a los productores para que puedan acceder a la malla, se resuelve definitivamente el problema de la piedra en la provincia de Mendoza y es una solución que está probada su eficiencia. Lo otro está muy cuestionado y pruebas al canto, porque no impidió que muchas tormentas graniceras se terminen llevando todo de muchos productores mendocinos.
– Vamos a abordar la interna de Juntos por el Cambio. Le pido una reflexión de la tensión y las peleas que hay por las candidaturas y los posicionamientos políticos.
Es normal en todo espacio político con vocación y aspiración de poder y posibilidades concretas que existan luchas, que existan diferencias, pero creo que todos compartimos los mismos valores y todos tenemos bien claro que el rival es el kirchnerismo, más allá de las diferencias, de los matices que puedan existir entre los candidatos.
Todos sabemos que tenemos que estar adentro, estar juntos y ser el cambio. No alcanza con estar juntos, sino que tenemos que representar el cambio en la República Argentina, frente a este modelo populista, que siempre repite las mismas recetas.
El kirchnerismo que encarna el populismo siempre repite la misma receta. La primera es políticas demagógicas de corto plazo, que regalan el presente, pero hipotecan e incendian el futuro. Políticas de control a la prensa, de persecución a la oposición, de cooptación a la Justicia y de intentos de perpetuación en el poder. Lo estamos viendo en Tucumán y San Juan: la perpetuación en el poder es una de las características de los populismos, sea a través de reformas constitucionales o a través de interpretaciones amañadas, pero en definitiva es el ejercicio del poder por el poder mismo y la perpetuación en él.
– ¿El PRO le está dando lugar a la UCR en toda esta discusión? Políticos, analistas, periodistas hacen foco en Patricia Bullrich, Horacio Rodríguez Larreta, Mauricio Macri. ¿El radicalismo no quedó un poco relegado?
Los espacios en política no se regalan, se ganan. La Unión Cívica Radical tiene que construir mayorías y tiene que construir candidaturas. Lo está haciendo en muchas provincias y tiene que construir una candidatura presidencial potente y fuerte. Pero no es que sea una obligación del PRO hacerlo. Me parece que es una tarea y es un deber de la Unión Cívica Radical construirla.
– Mauricio Macri no tiene una mirada positiva sobre el partido en general.
Pero tenemos una sana convivencia entre el radicalismo y el PRO. Eso garantizó la continuidad de Juntos por el Cambio. De hecho el radicalismo tiene candidaturas presidenciales que, lamentablemente, hoy no están en el tope de las preferencias de nuestro electorado. Pero bueno, habrá que trabajar.
– ¿Macri está ayudando o está complicando a la interna?
No, el ex presidente siempre ayuda, siempre. Desde el momento mismo en que dijo que no tenía ningún tipo de aspiración, él ayudó mucho en este proceso y hay que ser justos. Cualquiera en la posición de Mauricio Macri hubiese tenido la tentación de querer un segundo tiempo. Y, sin embargo, él para intentar despejar cualquier tipo de duda, salió de la competencia. Y eso hay que valorarlo. Me parece que ayuda a la construcción de un proyecto colectivo a futuro.
– Generó mucho ruido la intervención que tuvo para imponer a su primo Jorge Macri como sucesor de Larreta.
Son cuestiones normales de la política, donde uno tiene diferencias y también preferencias. Es normal que existan y se expongan. Quizá lo que uno cuestiona es que se hagan tan públicas nuestras diferencias. Pero hasta los cierres de listas van a haber diferencias de criterios y de nombres para encabezar proyectos. Tenemos que acostumbrarnos a convivir con esto. No tiene que ser es una discusión pública, porque no nos tenemos que equivocar en esto: la gente está preocupada por otras cosas, la gente no está preocupada por la definición de una u otra candidatura.
La gente está preocupada porque no llega a fin de mes, porque la inflación es del 8% mensual, porque sale a la calle y le roban o la matan. Esas son las preocupaciones y estos son los temas que deberíamos encarar en la agenda, no una cuestión de nombres, de tal o cual candidato. Esas discusiones, efectivamente, hay que tenerlas pero me parece que la sociedad nos está pidiendo respuestas. Eas respuestas no tienen que ver con nombres, sino que tienen que ver con propuestas.
– ¿Quién es su candidato a presidente?
Lo dije porque me lo preguntaron varias veces. La provincia de Mendoza fue fuertemente discriminada por el gobierno nacional. Mientras que La Rioja recibe 91 mil pesos por habitante en recursos extra coparticipables, la provincia de Mendoza recibe sólo 6.000 y el promedio del país es de 17.000.
Creo que hay que iniciarle un juicio a la Nación por los perjuicios de esta discriminación arbitraria y este castigo, que no es a un gobierno de otro signo político, es a todos los mendocinos, porque estos recursos que no recibió la provincia son menos escuelas, menos caminos, menos hospitales.
Aproximadamente son 25.000 millones de pesos al año que se le privó a Mendoza en el promedio de recursos. Le voy a iniciar un juicio a la Nación y quiero que la Nación repare a la provincia. Así como la Nación en su momento reparó a Mendoza por los perjuicios de la promoción industrial y eso llevó a que se ideara una obra que después no se concretó, que es Portezuelo del Viento, de la misma manera creo que hay que reclamarle a la Nación todos estos recursos que se les negaron a los mendocinos. El presidente que me escuche, va a ser el presidente al que voy a apoyar.
– ¿Todavía no tiene a nadie?
El que me escuche y el que tome el reclamo y el que diga “voy a reparar a Mendoza”. Con ese voy a estar en la elección presidencial, porque voy de candidato a gobernador de Mendoza. Tengo que defender los intereses de los mendocinos, prioritariamente. El presidente que recoja el guante y diga “sí, efectivamente, a Mendoza se la discriminó y le vamos a dar 100 o 150 mil millones de pesos para obras, para infraestructura, para generar empleo”, ahí voy a estar apoyándolo.
– Cambio entonces la pregunta. ¿Qué tipo de liderazgo, qué tipo de dirigente lo identifica más a usted? ¿Estilo Larreta, enfocado en la gestión y que apuesta más al consenso, o como el de Patricia Bullrich, que apunta más a la dureza y a la confrontación?
Creo que hay que resolver los problemas que tienen los argentinos desde hace muchísimo tiempo. Tenemos que ir a una reforma laboral que incluya a los 5 millones de argentinos que hoy están en la precariedad, y que no tienen obra social, no tienen ART, y están en las peores condiciones. Yendo a un sistema, por ejemplo, parecido al de la construcción, con una libreta de fondo de desempleo, manteniendo a los 6 millones de asalariados en el régimen de la 20744. Pero generando otro sistema laboral que permita incluir a estas cinco millones de personas en el sistema.
Hay que ir a una reforma tributaria y hay que bajar el gasto público. Tenemos 32 empresas del Estado que tienen un déficit de 5.000 millones de dólares y este gobierno no está haciendo nada para bajar este gasto público. Hay que enfocar las prioridades y resolver un tema que es clave: se publicaba un informe días pasado que en el primer cuatrimestre este Gobierno gastó más en el pago del Leliqs que en el pago de los jubilados. Esto no puede ocurrir. El pago de Leliqs es inflación contenida, inflación a futuro, todos lo sabemos, esterilizan pesos. Pero este gobierno prometió que iba a aumentar a los jubilados con el pago de Leliqs e hizo todo lo contrario.
Prometió llenar la heladera de los argentinos y se las ha vaciado. Prometió que volvía a los asados y la inflación en carnes, en enero, fue del 28%. Tenemos que resolver estos problemas, los acuciantes problemas.
– No me responde.
El que lo haga, el que tenga el perfil y las propuestas para hacerlo, ese es el que hay que acompañar.
– Pensé que me iba a decir “mi candidato es Facundo Manes o Gerardo Morales”, que son radicales. No me lo dijo.
No. Y repito lo que dije: soy precandidato a gobernador y el presidente que me escuche y que me diga “le vamos a devolver a los mendocinos los recursos que injustamente les quitaron”, a ese lo voy a apoyar, porque es más trabajo para Mendoza, son más caminos, más obras, más escuelas. La situación de la provincia es complicada en gran parte por la discriminación que hace el gobierno nacional. Hay un 70% de respecto de la situación que vive la provincia de Mendoza que es responsabilidad de la discriminación y del castigo del Gobierno de todos estos años.
– ¿Fórmulas mixtas, sí o no?
Sí puede ser. Podría ser razonable. Si el radicalismo no tiene un candidato competitivo, lo más razonable sería la realización de fórmulas mixtas para que realmente seamos no solamente una coalición electoral o parlamentaria, sino también una coalición de gobierno, que muchas veces eso es lo que se critica.
– Si no miden, ¿los candidatos del radicalismo tendrían que evitar ir a la PASO?
Son decisiones que tienen que tomar ellos. Si no miden, ellos sabrán qué hacen. La verdad que son personas inteligentes ambas. Eventualmente no estaría mal que compitan, ampliando y aumentando la oferta electoral del espacio.
– Vamos a los temas nacionales, recién mencionó los populismos y el fallo de la Corte. ¿Qué piensa, específicamente, sobre la decisión que tomó la Corte Suprema de suspender las elecciones de Tucumán y San Juan? Sobre todo la reacción que tuvo el gobierno y el kirchnerismo.
El Gobierno sacó un comunicado en donde dice que la Corte se alineó a la oposición. Yo digo que la Corte se alineó a la Constitución, porque la Corte es la guardiana última de la Constitución Nacional. Ella es la que hace el control de constitucionalidad y no podía permitir que ocurrieran los excesos y las violaciones flagrantes de las constituciones provinciales, tanto de San Juan como de Tucumán.
¿Por qué lo digo? Porque la Corte Suprema de Justicia tiene que hacer cumplir el artículo 31 de la Constitución, que es el que establece la supremacía constitucional, que dice que la Constitución está por encima de las constituciones provinciales y que las constituciones provinciales tiene que adecuarse a la Constitución Nacional.
La Constitución Nacional, en el artículo primero, establece el sistema republicano de gobierno y ese sistema republicano de gobierno, entre otras cosas, lo que dispone, el corazón, es la alternancia en el poder.
Cuando esta alternancia en el poder se ve afectada por reformas constitucionales amañadas, que posteriormente son interpretadas por tribunales superiores de provincia o supremas cortes de justicia de provincia para extender el poder y no limitarlo, con interpretaciones que no son restrictivas del poder, muy por el contrario, que amplían las posibilidades de perpetuarse en el poder, allí es donde la Corte tiene que plantarse.
– Muchos cuestionamientos están fundados en que faltaban muy pocos días para las elecciones.
Digo más, porque esto es importante y creo que poco se reparó. En Tucumán no solamente se viola la Constitución, porque en definitiva quién quiere acceder al cargo de vicegobernador fue dos veces vice gobernador, dos veces gobernador, y ahora quiere ser nuevamente vicegobernador, violando flagrantemente el artículo 90 de la Constitución, sino que además se ha violado la fecha de convocatoria de las elecciones que no es un tema menor.
El artículo 100 de la Constitución de Tucumán prevé que las elecciones deben convocarse dos meses antes de la finalización del mandato, con una salvedad: que vayan en conjunto con las elecciones nacionales. Quiere decir que no tenían que ser convocadas para este 14 de mayo. Tenían que ser convocadas, eventualmente, si querían separarse de las elecciones nacionales, dos meses antes de la finalización del mandato de Juan Manzur y de Osvaldo Jaldo. Y ahí también se violó la Constitución.
Esta discusión no la hubiésemos tenido si en Tucumán se hubiese respetado la Constitución, por lo menos no la hubiésemos tenido ahora. Y poco se repara en esto.
– ¿Pero no hubo una vulneración del federalismo?
No. Para nada. Al contrario. Hay múltiples fallos en donde, si bien cada provincia dicta su propia Constitución y organiza su sistema de Justicia y establece su propio sistema electoral, si en definitiva hay disposiciones que vulneran principios y garantías en esas constituciones que están establecidos en la Constitución Nacional, la que tiene que venir a poner claridad, la que tiene que definir estas cuestiones es la Corte Suprema Justicia de la Nación.
– El Gobierno salió muy duro a criticar a los jueces y dijo que es una venganza por el juicio político.
No. Es el cumplimiento de la Constitución y de la ley, que está por encima de las constituciones provinciales. Y la Constitución está por encima de las personas y de los políticos y del poder.
– Quiero que abundemos un poco sobre el tema del populismo. ¿Por qué cree que es culpable del retraso que vive la Argentina?
Si repasa la serie histórica, prácticamente los graves problemas que hoy arrastra la Argentina y que cada vez se agravan más -como la pobreza, la inflación, los problemas del déficit- arrancaron hace 70 años con Perón. La semilla y el germen del populismo estuvo ahí, en donde no se pensó con una visión de mediano y de largo plazo. Las políticas populistas lo que proponen es pan y circo y regalan dadivosamente recursos que después no son sostenibles en el tiempo.
Hoy la Argentina enfrenta un problema inflacionario y eso se debe al gasto público exacerbado. Y no están dispuestos a bajar el gasto público, muy por el contrario, hablan de incrementarlo. Hoy los planes Potenciar Trabajo y la Tarjeta Alimentar se están llevando más de 900 mil millones de pesos. Estamos hablando del equivalente al presupuesto de mi provincia, de Mendoza, son 3.500 millones de pesos al día.
El peronismo en lugar de representar a los sectores trabajadores, hoy representa a los sectores planeros. Y hay muchísima gente que quiere salir de los planes, que no quiere vivir de los planes, que es rehén de la pobreza.
– Hagamos un punto ahí. ¿El peronismo está representando a los planeros?
Sí, claro. Hoy representa a “la Argentina planera”, a la Argentina asistencial, que no genera trabajo y que termina tapando con planes sociales. El peronismo dejó de representar a los trabajadores hace muchísimo tiempo, desde el momento en que no está dispuesto a discutir, por ejemplo, una reforma laboral que logre incluir a los cinco millones de trabajadores que están precarizados, ha dejado de representarlos.
Desde el momento en que no hace una sola política para generar empleos, sino que sus políticas están direccionadas a incrementar las ayudas y las asistencias sociales, pero no a generar empleo, claramente está representando a otro electorado, pero no a la clase trabajadora argentina.
– Decir que el retroceso empezó con Perón ¿no es medio anti peronista, medio gorila?
¿No, por qué? Bueno… ¿Y si es gorila cuál es el problema? Decir que es gorila es ser antiperonista, cuando Perón claramente era coronel y militar y participó de golpes militares, me parece que es casi un contrasentido. Pensemos, que Perón participó de dos golpes militares con lo cual, si hay alguien gorila en este país fue Perón.
– Picante. Está bien. ¿Qué representa Javier Milei?
Me parece que hay un sector de la ciudadanía argentina que no se siente representado por Juntos por el Cambio y por el kirchnerismo y hoy la está representando Javier Milei. En gran parte representa a muchos que sienten hartazgo, que sienten bronca con esta política que no ha sabido dar respuestas.
Si me preguntan, creo que el gran desafío es pensar… A mí me hubiese gustado un Juntos por el Cambio amplio incluso con Javier Milei, para que no ocurriera lo que ocurrió en La Rioja, donde ir separados significó el triunfo de Ricardo Quintela y para que no ocurra en provincia de Buenos Aires que por ir divididos, eventualmente, termine ganando Kicillof.
Imaginaba, con todas las diferencias que puede haber, una gran PASO opositora para fortalecer las posibilidades de ganar la elección nacional y muchas elecciones provinciales, teniendo en cuenta que el próximo gobierno va a necesitar mucho poder político. Va a necesitar mucha legitimación social para avanzar en un proceso de reforma, que sin lugar a dudas, durante los primeros meses va a tensionar a tipos que están dispuestos a salir a la calle, como organizaciones sociales y sindicatos.
– ¿Eso implica que Milei esté dentro de una PASO, que sea parte de un futuro gobierno?
Ya es una discusión vieja. No están dadas las posibilidades. Milei tomó la decisión de competir por afuera, tampoco hubo intenciones por parte de Juntos por el Cambio de incluirlo.
– Sobre todo el radicalismo lo puso como límite.
Pero por supuesto, pero tenemos que pensar que el rival a vencer en las próximas elecciones es el kirchnerismo, que no da tregua, que está dispuesto a todo, que está dispuesto a un nuevo Plan Platita, que no va a cesar en su intento de retener el poder a cualquier precio y allí hay que tener generosidad y amplitud. Hay que pensar en el bien de los argentinos.
– Últimas dos cortitas. ¿Entre Milei y el kirchnerismo se queda con Milei?
Sí, claro, por supuesto. No tengo dudas de eso. Si la pregunta es entre Milei y el kirchnerismo, me quedo con Milei, pero soy de Juntos por el Cambio y apuesto a que gane Juntos por el Cambio. Me parece que vamos a tener la posibilidad -que no tuvimos en el 2015- de tener poder en el Congreso de la Nación para hacer estas reformas. Es muy importante ese poder, no da lo mismo, porque cuando se intente hacer una reforma laboral, una reforma impositiva, una reforma penal, se va a tener que construir mayorías que Milei no las va a tener. Y Juntos por el Cambio sí las va a tener, después de no haberlas tenido en el 2015. Ahora, en el 2023, vamos a tener las mayorías que nos van a permitir reformar la Argentina en aquellas reformas impostergables que tenemos desde hace mucho tiempo.
– La del final: Juan Grabois planteó que en un año y medio se caen, otro funcionario de Desarrollo Social dijo que las políticas de Juntos por el Cambio no van a durar ni un minuto, Aníbal Fernández dijo que si gana la oposición habrá muertos y sangre en la calle. ¿Qué significan esas palabras?
Ellos atemorizan e intentan buscar que la gente tenga miedo, que tenga pánico a la hora de votar, prometiendo un apocalipsis si gana la oposición. Pero que todos se queden tranquilos: no va a haber sangre, ni va a haber muertos; va a haber respeto a la Constitución, va a haber independencia de poderes, va a haber un país en donde se encamine a las reformas que nos lleven a generar desarrollo y progreso para los argentinos, algo que desde hace mucho tiempo no ocurre. El kirchnerismo se quedó sin plan y lo que ofrece es demonizar al adversario. Pero no va a haber nada de eso, al contrario, va a haber respeto a la Constitución y va a haber un país en paz.
Fuente Mendoza Today