LA HABANA, Cuba. – Cuando se habla del pintor cubano Tomás Sánchez, de inmediato sobresale su inigualable maestría para recrear paisajes, una temática que le ha ganado amplio reconocimiento dentro y fuera de la Isla, aunque los inicios del artista estuvieron muy marcados por la nueva figuración que cobró auge en América Latina durante las décadas de 1960 y 1970.
Hijo de un obrero azucarero y de una madre con la cual compartió la sensibilidad por el arte, Tomás Sánchez se trasladó a La Habana con 16 años para estudiar en la Academia de Bellas Artes San Alejandro, donde matriculó en 1964. Dos años después interrumpió los cursos y se trasladó a la recién fundada Escuela Nacional de Arte (ENA), de la cual se graduó en 1971.
Durante su etapa de estudiante fue fundamental la influencia de su profesora, Antonia Eiriz, figura cimera de un neoexpresionismo que cayó muy mal a los ideólogos de la cultura revolucionaria.
También Tomás Sánchez dio rienda suelta a su gusto por lo monstruoso y la ironía, pero esas imágenes fueron cediendo espacio al paisaje, que siempre estuvo presente en sus obras, como un recuerdo del ambiente rural en que creció.
El crítico Gerardo Mosquera considera que es necesario conocer el período neofigurativo de Tomás Sánchez para comprender la mística de sus paisajes y esa carga de misterio que se impone a pesar de la representación hiperrealista. No son cuadros meramente descriptivos. Hay algo más, una energía que fluye hacia el espectador, una especie de propuesta o reto a adentrarse, mediante la contemplación, en un espejo de agua, de vegetación tupida y cascadas apacibles. Un universo lleno de paz donde el individuo ocupa su justo lugar, reverenciando la naturaleza.
Sánchez es el artista cubano con mayor presencia internacional, así como el más cotizado en las subastas de la casa Christie’s, donde rompió un récord de venta en 2022 con el cuadro Llegada del caminante a la laguna (1999), que se vendió por 1,8 millones de dólares. Con dicha cifra se convirtió en el tercer artista latinoamericano mejor vendido, solo superado por Diego Rivera y Fernando Botero.
Fuente Cubanet.org