Educación financiera: todo lo que no te enseñaron en el colegio

“Probablemente, un alto porcentaje de quienes compraron las participaciones preferentes no entendió lo que estaba haciendo, ni tampoco quienes invirtieron en depósitos o fondos estructurados; para qué hablar de los que lo hicieron en cuotas participativas. Pero esto no solo se aplica a los inversores particulares, sino que también se puede decir de muchos profe­sionales”.

Lo dice el analista económico, Juan Ignacio Crespo, en el prólogo del libro “Toda la cultura financiera que no te enseñaron en el colegio”, haciendo alusión al escándalo de la Ballena de Londres, por el tamaño de las transacciones de un trader de JPMorgan que generó pérdidas de 6.000 millones de dólares, dejando al descubierto la falta de controles internos del banco.

Escrito por la periodista en finanzas, María Vega, y editado por Deusto, el objetivo de la autora es “aportar un granito” de arena para contribuir a la educación financiera. Afirma en el nuevo episodio de Ideas con Valor que “existe una demanda de información económica importante porque a estas alturas, y después de varias crisis, todos hemos aprendido que la economía es vital para nuestro bienestar, pero nos faltan herramientas de conocimiento”.

Entre las barreras están el lenguaje técnico y la falta de formación, que requiere de un “esfuerzo” por parte de los ciudadanos para acercarse a conceptos económicos, más aún cuando “no hay fórmulas mágicas para dejar que el dinero trabaje por nosotros”. La buena noticia es que “hay muchas herramientas y la posibilidad de invertir se está democratizando”, asegura.

Descubre toda la cultura financiera que puedes adquirir gracias a este libro en el nuevo pódcast, disponible en Ivoox, Spotify y Apple Podcast. Y conoce ideas con valor que te ayudarán a tomar mejores decisiones de inversión en el foro que hoy organiza El Confidencial de la mano de Cecabank, Unicaja, March AM y Mapfre AM. A partir de las 9:15 y durante cinco horas. Síguelo en directo desde nuestra portada.

“Probablemente, un alto porcentaje de quienes compraron las participaciones preferentes no entendió lo que estaba haciendo, ni tampoco quienes invirtieron en depósitos o fondos estructurados; para qué hablar de los que lo hicieron en cuotas participativas. Pero esto no solo se aplica a los inversores particulares, sino que también se puede decir de muchos profe­sionales”.