Rafel Grossi respondió a las críticas israelíes, negando que se haya capitulado en favor de Teherán.
El director general del OIEA, Rafael Grossi, exigió este lunes más transparencia por parte de Irán para verificar sus actividades nucleares y negó que su agencia esté rebajando sus estándares de inspección, como ha apuntado Israel.
En un discurso ante la Junta de Gobernadores del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) en Viena, Grossi dijo que recientes pasos de Irán, como permitir la instalación de cámaras de vigilancia, “ayudarán a detectar más rápidamente nuevas variaciones en los niveles de enriquecimiento (de uranio)”.
“Sin embargo, esto es sólo una fracción de lo que habíamos previsto y lo que tiene que ocurrir ahora es un proceso sostenido e ininterrumpido”, agregó el director general del OIEA, el órgano del sistema de Naciones Unidas encargado de velar por el uso pacífico de la energía atómica.
En marzo pasado, Grossi y el Gobierno de Irán firmaron una declaración conjunta para mejorar la cooperación de Teherán con la agencia nuclear de la ONU.
“Las medidas voluntarias van muy despacio. Hemos instalado algunas cámaras y dispositivos de vigilancia, pero no es suficiente”, advirtió el director general en rueda de prensa. Por otra parte, aseguró que las explicaciones recibidas de Irán sobre el origen de algunas partículas en instalaciones no declaradas como atómicas son “plausibles”.
Estas partículas podrían deberse a trabajos industriales realizados hace décadas por alguna empresa de la desaparecida Unión Soviética, algo que el OIEA no puede comprobar pero tampoco descartar, explicó el director general.
Ante las más recientes críticas de Israel de que el OIEA habría cedido a presiones de Irán, Grossi fue tajante hoy al decir que su agencia “nunca, jamás reduce sus estándares” de inspección de salvaguardas (controles). “Mantenemos nuestras normas. Aplicamos nuestras normas y, en todo caso, en este complejo proceso que hemos seguido, hemos sido estrictos”, aseguró.
El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, dijo el domingo que Irán “sigue mintiendo al OIEA”, siendo “la capitulación de la agencia ante las presiones iraníes una mancha negra en su historial”.
El OIEA vigila las actividades nucleares de Irán no solo en el marco de sus acuerdos de salvaguardas, sino también en el marco del tratado atómico multinacional de 2015 (JCPOA, por sus siglas en inglés), a pesar de que este documento está en entredicho desde hace años.
Según los inspectores del OIEA, Irán dispone ya de 114 kilos de uranio enriquecido al 60%, un nivel cercano al necesario para la fabricación de bombas nucleares. En total, la República Islámica ya tiene más de 4.500 kilos de uranio enriquecido, frente a los 300 kilos que no debería superar según el JCPOA.
Al mismo tiempo, el OIEA investiga supuestas actividades clandestinas de Teherán en el pasado, debido al hallazgo de trazas de uranio altamente enriquecido en varias instalaciones que Irán no había declarado como nucleares.
Según el JCPOA, cuyo objetivo es garantizar que Teherán no se haga con armas atómicas, Irán debería reducir sus actividades nucleares a cambio del levantamiento de las sanciones internacionales que lastran su economía.
Con información de Efe.
Fuente Aurora