MIAMI, Estados Unidos. — La Cancillería de China respondió este viernes a la información publicada ayer por el influyente diario estadounidense The Wall Street Journal (WSJ) sobre el supuesto acuerdo alcanzado con el régimen cubano para la instalación de una estación de monitoreo en el país caribeño.
Las declaraciones estuvieron a cargo de Wang Wenbin, vocero del Ministerio de Relaciones Exteriores del gigante asiático, quien aseguró que filtraciones de ese tipo constituyen “tácticas comunes de Estados Unidos”.
“Como todos sabemos, la difusión de rumores y calumnias es una táctica común de Estados Unidos, y es patente de Estados Unidos interferir desenfrenadamente en los asuntos internos de otros países”, expresó el vocero, quien dijo que “no estaba al tanto de esa situación”.
Según la agencia de noticias Sputnik, el vocero de la cancillería china también pidió a Washington “reflexionar sobre sí mismo y dejar de interferir en los asuntos internos” de La Habana.
Este jueves, el régimen cubano negó la información WSJ a través de una declaración reproducida por el vicecanciller Carlos Fernández de Cossio. El texto emitido por La Habana cuestiona la veracidad del reporte y lo califica como una acusación “mendaz e infundada”.
El comunicado oficial señala que “calumnias de este tipo” van en la misma línea de “los ataques acústicos contra personal diplomático estadounidense, la falsedad sobre una inexistente presencia militar cubana en Venezuela y la mentira sobre la existencia imaginaria de laboratorios de armas biológicas”.
Contrario a la versión del régimen cubano y de su contraparte china, el WSJ asegura que la información recopilada sobre los planes para la estación en Cuba es reciente y convincente.
El rotativo aseguró que para autorizar la estación de escuchas, Pekín se comprometió a pagar a La Habana “varios miles de millones de dólares”.
Fuente Cubanet.org