MIAMI, Estados Unidos. — La tragedia del sumergible Titán, que implosionó en el Atlántico norte en su inmersión hacia los restos del Titanic, continúa siendo noticia en medios de prensa de todo el mundo.
Tras el anuncio de la pérdida de la nave y sus tripulantes, hecho confirmado luego de que robots submarinos hallaran varios pedazos del aparato a unos 500 metros de la zona donde reposa el pecio del Titanic, expertos y científicos elaboran teorías e hipótesis sobre qué llevó al catastrófico final de la expedición.
Mientras la búsqueda se centra en encontrar los cuerpos de las cinco personas que se encontraban dentro del sumergible, continúan saliendo a la luz informaciones sobre el posible momento en que se produjo el siniestro y las posibles causas que lo originaron.
Según publica el diario The Wall Street Journal, el pasado domingo, día de la inmersión, una red secreta de sensores de la Armada estadounidense captó indicios de una posible implosión en las inmediaciones de la zona donde, se supone, se encontraba el sumergible.
La pista coincide con la hora en que el aparato perdió las comunicaciones con el buque nodriza, encargado de trasladar a Titán hacia las coordenadas previstas para iniciar el descenso hacia el lecho marino.
Aunque no existen datos que corroboren las causas de la implosión del sumergible, documentos revelados en los últimos días dan cuenta de advertencias recibidas por la compañía OceanGate, a cargo del desarrollo y explotación de la nave, sobre los peligros que conllevaban ese tipo de incursiones marítimas.
Una carta enviada a la empresa por la Sociedad de Tecnología Marina en marzo de 2018 —y divulgada por The New York Times— afirmaba que “el actual enfoque experimental adoptado por OceanGate podría tener resultados negativos (de menores a catastróficos)”.
Este viernes, OceanGate salió al paso de las acusaciones sobre posibles parámetros que no habrían sido tenidos en cuenta durante la fabricación de Titán, así como durante el desarrollo de sus operaciones, asegurando que el sumergible fue un prototipo cuya fabricación tomó 14 años y que estaba especialmente concebido para realizar ese tipo de desplazamientos.
“La gente sigue equiparando la certificación con la seguridad e ignora los 14 años de desarrollo del sumergible Titan”, afirmó a la cadena BBC Guillermo Söhnlein, cofundador de OceanGate.
Fuente Cubanet.org