MIAMI, Estados Unidos. — El 24 de junio de 1885 nació en Salamanca (España) el escritor, periodista y diplomático hispanocubano Alfonso Hernández Catá, una de las figuras relevantes de las letras en la Isla durante la primera mitad del siglo XX.
A pesar de haber nacido en España, a los pocos meses su familia se mudó con él a Santiago de Cuba. A los 16 años ingresó en el Colegio de Huérfanos Militares de Toledo y poco más tarde se trasladó a Madrid, donde comenzó a llevar una vida de bohemia literaria.
Alfonso Hernández Catá fue aprendiz de ebanista mientras estudiaba idiomas, psicología e historia, y traducía libros.
Hernández Catá, que dividía su tiempo entre Cuba y España, comenzó a trabajar como periodista en publicaciones de la Isla como El Diario de la Marina y en La Discusión. Más tarde fue colaborador en Gráfico, El Fígaro y Social.
Dentro de su labor periodística sobresalen textos como la serie de catorce artículos publicados en 1921 bajo el título Crónicas de Hernández Catá, motivados por la lucha de los marroquíes a favor de su independencia del dominio español. Esta actitud provocó que el gobierno español solicitase su expulsión de Madrid.
En 1909, Alfonso Hernández Catá ingresó en la carrera diplomática. Fue cónsul en lugares como El Havre (1909), Birmingham (1911), Santander (1913), Alicante (1914) y Madrid (1918-1925).
Hasta 1933, Hernández Catá fue encargado de negocios en la Legación de Cuba en Lisboa (Portugal), y luego del derrocamiento de la dictadura machadista fue nombrado embajador de Cuba en Madrid (España).
Durante los años veinte y treinta del pasado siglo la obra de Hernández Catá estuvo centrada en temas cubanos, con especial énfasis en las problemáticas sociopolíticas de la república. También sostuvo vínculos con algunos intelectuales del llamado Grupo Minorista, entre ellos Juan Marinello, Emilio Roig de Leuchsenring, Jorge Mañach y Rubén Martínez Villena.
En ese período estuvo entre los principales divulgadores de la obra de José Martí. Publicó, entre otros, los volúmenes Mitología de Martí (1929) y Un cementerio en las Antillas (1933) donde aborda el destino sociopolítico de Cuba y denuncia el régimen de Gerardo Machado.
Hernández Cata fue ministro en países latinoamericanos donde desarrolló una notable labor de divulgación cultural, como por ejemplo en Panamá 1935, en Chile (1937) y en Brasil (1938), donde murió en un accidente de aviación cuando sobrevolaba la bahía de Botafogo, en Río de Janeiro, el 8 de noviembre de 1940, a los 55 años.
Fuente Cubanet.org