El primer ministro israelí todavía no visitó oficialmente la Casa Blanca, algo atípico en la relación entre los dos países.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, confirmó hoy su intención de visitar China próximamente en una reunión con una delegación bipartidista de congresistas estadounidenses, país con el que Israel tiene en estos momentos una tensa relación.
La visita será la cuarta que Netanyahu realiza al gigante asiático, donde se reunirá con el mandatario chino, Xi Jinping, y está prevista para el mes de julio, en una fecha por concretar.
«El primer ministro Netanyahu enfatizó a los miembros del Congreso que la cooperación en seguridad e inteligencia entre EE.UU. e Israel está en su punto más alto y que EE.UU. siempre será el aliado más vital e insustituible de Israel», indicó un comunicado de la oficina del primer ministro.
Según la nota, la administración estadounidense de Joe Biden fue informada hace un mes sobre la intención del premier israelí de viajar a Pekín a invitación del gobierno chino.
Sin embargo, Netanyahu, que está a punto de cumplir seis meses al frente del gobierno más derechista y religioso de Israel, aún no ha sido invitado formalmente a visitar la Casa Blanca, algo atípico en la estrecha relación entre EE.UU. e Israel.
Desde 1969, cuando Richard Nixon recibió a Golda Meir en Washington, todos los primeros ministros de Israel han visitado o sido formalmente invitados a la Casa Blanca en los primeros tres meses de legislatura, incluido el propio Netanyahu en sus anteriores gobiernos.
Analistas israelíes interpretan el viaje de Netanyahu a China como un mensaje a Biden de que Israel puede forjar otras alianzas internacionales y no es casual que lo haya anunciado en una reunión con congresistas estadounidenses.
El Gobierno estadounidense está marcando distancias con el actual Ejecutivo israelí, y ha criticado abiertamente algunas de sus políticas más polémicas, principalmente la reforma judicial.
El pasado marzo, el propio Biden afirmó que no tenía intención de invitar «a corto plazo» a Netanyahu a la Casa Blanca, a pesar de que este hubiera congelado la tramitación de la reforma judicial presionado por las protestas sociales y una huelga general.
Aunque no se ha confirmado formalmente, trascendió que Netanyahu prohibió entonces a todos sus ministros viajar a Washington para reunirse con sus pares hasta que él no fuera invitado. De momento, ningún ministro israelí ha pisado Washington en visita oficial.
Este mismo lunes, EE.UU. condenó la decisión de Israel de aprobar la construcción de 5.700 nuevas viviendas en asentamientos, que con las 7.300 autorizadas a comienzos de año, elevan a más de 13.000 las casas que han obtenido luz verde este 2023.
Se trata de una cifra récord, que sin haber concluido el año ya supera el máximo de 12.159 viviendas en asentamientos aprobadas en todo 2020, en el anterior gobierno de Netanyahu y con Donald Trump en la Casa Blanca, favorable a la expansión de las colonias.
Ante esa medida, el Departamento de Estado anunció que cortaba toda relación con instituciones académicas y científicas israelíes de Judea y Samaria, algo que no tiene un fuerte impacto sobre el terreno, pero que implica un cambio de estrategia basada en la acción, ya que hasta ahora EE.UU. sólo había lanzado tibios mensajes de condena al respecto.
La prensa israelí también publica hoy que la embajada de EE.UU. en Jerusalén mantiene a los ministros israelíes ultranacionalistas Bezalel Smotrich e Itamar Ben Gvir fuera de la lista de invitados de la próxima fiesta del 4 de julio.
Con información de agencias.
Fuente Aurora