Por Malú Kikuchi
Argentina, después del cierre de listas (24/6/2023) pareciera estar cumpliendo un mandato político irrenunciable, herir la mayor cantidad de personas posible. Y lo hace con pasión y efectividad.
El Frente de Todos mutado en Unión por la Patria, de pronto cambia la fórmula presidencial, pasa de Wado De Pedro/Juan Manzur (Wado hijo de la “generación diezmada”) por Sergio Massa y Agustín Rossi.
No es sólo un cambio de nombres y de ministros, Wado ministro del Interior y Manzur ex jefe de gabinete, por Massa ministro de economía y Rossi hoy jefe de gabinete. El cambio es en la dirección política K.
Del “vamos por todo” de CFK, a la defensa del FMI y la acusación de ser de “derecha”. Massa consiguió ser el candidato de la unidad ¿? Aunque la izquierda dura de la militancia K no lo entienda y lo deteste.
Para poder bajar a Wado presionaron intendentes de la provincia de Buenos Aires y gobernadores como Zamora de Santiago del Estero y Jalil de Catamarca. La patria contratista, amiga de Massa, festejó.
No es fácil explicarle a la militancia K por qué CFK cambió a Wado (aunque aclaró que era “su” candidato y Massa lo era el de la unidad). Pero CFK elige siempre candidatos de derecha, Scioli, Fernández, Massa.
Wado quedó muy mal herido, lo mismo que Manzur. ¡Hasta habían grabado un spot para lanzar la campaña! Y Scioli traicionado de mala manera por Alberto que lo convenció de ser su candidato en las PASO.
A Scioli lo renunciaron, lo traicionó su jefe de campaña, Santiago Cafiero y su candidata a gobernadora para la provincia de Buenos Aires, Victoria Tolosa Paz. Estos negociaron sus puestos en la lista de Massa.
Lo de Wado/Manzur y lo de Scioli, no tiene nombre, quedan cortas palabras como traición, engaño, mentira, agravio, humillación. Y hay que sumarle todas las personas que estaban en las listas de los desechados.
¿Fue extorsionada CFK para optar por este cambio de rumbo? Probablemente. El rumor dice que Massa la amenazó con abandonar el ministerio de economía y dejarla frente a la pobreza y a la inflación.
Mientras, personajes como Luis D’Elía, Víctor Hugo Morales, varios periodistas militantes K, Juan Grabois (que va a las PASO, Massa no es el único candidato por UxP), vomitan su malestar contra la decisión de CFK.
Pero CFK al mejor estilo peronista, como jefa del espacio, lugar al que no renuncia, intenta restañar las heridas que dejó el cambio de fórmula. Hasta ahora con éxito. Ante las elecciones el movimiento se une.
Lo contrario es lo que está haciendo la oposición de JxC. Cuando parecía que se habían ordenado frente al batacazo de UxP, la pelea Larreta/ Bullrich sube de tono y llega a límites de los cuales es difícil volver.
Es increíble que 2 precandidatos del mismo partido y en el mismo espacio, que deben competir para que la gente decida quién será el candidato presidencial, se agredan mal. Larreta dice que él no lo hace.
Es cierto que no es tan frontal como Bullrich, pero manda misiles con sutileza. El resultado para los posibles votantes de JxC es lamentable. Ya no saben en quien confiar y UxP está enfrente, esperando.
La 3ª fuerza, LLA de Javier Milei se amesetó, ya no crece como antes. Hasta puede que pierda posibles votantes. Le llueven las denuncias, se conocen ex candidatos que visiblemente fueron errores de elección.
Todos los partidos y las coaliciones tienen heridos. Los heridos son peligrosos, vienen desde dentro de los espacios, los conocen, saben de sus debilidades. La elección está llegando, hay que cerrar heridas.
Es imperioso. Porque la política se ha convertido en una máquina de picar candidatos y partidos. Hay demasiados heridos en todas partes, todos aquellos a los que se les prometió una candidatura y no la tienen.
Y lo peor, lo más triste, lo que quizás no tenga cura es el enorme ejército de ciudadanos heridos, que asiste desconcertado a esta guerra no declarada pero que existe, y es de todos contra todos.
Y los ciudadanos, votan. ¡Pero cuidado! Puede que los heridos decidan no votar.